Jalea real: qué es y qué beneficios tiene uno de los productos más desconocidos de las abejas
Es un producto elaborado por las abejas para alimentar a la abeja reina que puede tener virtudes para el ser humano
Entender la jalea real, cuando estamos acostumbrados al mundo de la miel, a veces puede ser complejo. Sin embargo, resulta curioso comprobar cómo un elemento que nutre a la abeja reina es fundamental para alargar su vida en la colmena, convirtiéndolas en una especie de Matusalén apícola. Si una abeja obrera puede vivir entre 30 y 60 días, una abeja reina puede llegar a vivir hasta cinco años.
Evidentemente, sus tareas son bien distintas dentro de la colmena, razón por la que se ha postulado la jalea real como responsable de esa extraordinaria longevidad. Lo cierto fuera de la colmena es que la jalea real lleva siendo un producto más o menos consumido por el ser humano desde hace siglos. Sin embargo, también cuenta con varios mitos a su favor que, como veremos, no siempre son del todo ciertos.
Una realidad que también comparten determinados productos elaborados por las abejas como la propia miel o el famoso propóleo. Mitos saludables aparte, lo cierto es que las infatigables abejas trabajan a destajo para cuidar y proteger su colmena, ofreciendo una buena cantidad de productos que han tenido repercusión en lo nutricional y en lo cosmético.
Sin embargo, también conviene comprobar que no es oro todo lo que reluce en este sentido. Eso no exime a la jalea real de ciertos beneficios, pero tampoco de convertirse en un alimento milagroso que nos sentase necesariamente igual de bien que a la abeja reina.
Qué es la jalea real
La jalea real es una sustancia que secretan las abejas melíferas para alimentar tanto a las larvas como a las abejas reinas. De tonos que oscilan entre el amarillento o el blanquecino, la misión de la jalea real es nutrir a las futuras generaciones de la colmena. Su presencia como complemento nutricional es bastante amplia, especialmente en formatos.
De hecho, la jalea real se puede consumir en fresco, aunque lo más común es que venga en píldoras o cápsulas, además de distintos geles blandos. En ese supuesto lo más habitual es que sean congeladas y vengan asociadas a distintos tipos de gelatinas, aceites o incluso glicerinas para conformarla. También su presencia en la industria cosmética es relativamente habitual, utilizándose de manera tópica. Sin embargo, las virtudes de la jalea real suelen ir por otros derroteros.
Qué contiene la jalea real
Convertida en un buen compendio de macronutrientes y de micronutrientes, la jalea real debe ser entendida como complemento nutricional, no como alimento por sí misma. Con una cantidad apreciable de proteínas y de hidratos de carbono, la jalea real además tiene una pequeña cantidad de grasas en su composición.
Se estima que alrededor del 18% de su peso corresponde a hidratos de carbono, de los cuales casi 15 corresponderían a azúcares. Después sería el turno de las proteínas, con alrededor de 15 gramos por cada 100 gramos de producto. En tercer lugar aparecerían las grasas, en torno al 6%, de las cuales la mayor parte son insaturadas.
A partir de ahí ya se abriría la veda de minerales y vitaminas que, como micronutrientes, también son relativamente abundantes en la jalea real. En este sentido, las vitaminas más numerosas son las del grupo B, especialmente la vitamina B3, la B5 y la B6. También es una fuente natural de potasio, que es el mineral más destacado en su composición.
Cuáles son los posibles beneficios de la jalea real
Debido a su fama como alargadora de la longevidad en las abejas, la jalea real tiene cierta fama como producto antiedad. Aunque las investigaciones que apuntan en este sentido son pocas y relativamente débiles, hay ciertas razones para el optimismo o sobre los hipotéticos beneficios de la jalea real.
En ella además destaca un compuesto, el ácido trans -10-hidroxi-2-decenoico (10-HDA), que un principio activo que sólo está presente en ella. Además de eso, se estima que la jalea real también tiene aminoácidos esenciales, así como determinados agentes antioxidantes como polifenoles y flavonoides.
De ella se derivarían además determinadas ventajas que, como insistimos, tienen investigaciones variopintas tanto en número de participantes como en cantidad ingerida. Es lo que sucedería con los supuestos en los que se analiza su capacidad de incrementar el colesterol ‘bueno’ (el HDL) y de reducir el colesterol ‘malo’ (el LDL). No obstante, este estudio tiene ciertas limitaciones tanto por el número de personas presentes como por el propio perfil del investigado.
Otros estudios, también de evidencia limitada, apuntarían a que la jalea real podría ayudar a las personas diabéticas. En este sentido, se apunta que ayudaría a controlar los niveles de azúcar en los pacientes con diabetes tipo 2, bajando los niveles de glucosa en sangre. De estos, por cierto, ya te hablamos en THE OBJECTIVE. No obstante, el estudio que así lo atestigua necesita más investigación y no es concluyente.
Lo que sí parece más optimista es el consumo de jalea real para tratar ciertos efectos secundarios de la quimioterapia. Un estudio avalaría que la jalea real mejoraría la sintomatología de la mucositis oral, una patología frecuente en este tipo de tratamientos, pero igualmente es un resultado que debe cogerse con pinzas.