María Esclapez, psicóloga, da las claves para identificar en qué momento está tu relación
Identificar la fase es clave para cultivar las conexiones correspondientes y evitar frustraciones y decepciones
María Esclapez, psicóloga
Las relaciones de pareja, aunque comunes en nuestra sociedad, son muy complejas y no solo a nivel emocional sino por todo lo que implica formar parte de una: compromiso, esfuerzo y sacrificio. Según la psicóloga María Esclapez, estar en una relación debería entenderse como el cuidado de una planta. «Cuidarla no garantiza que vaya a sobrevivir pero al menos, durará un tiempo».
El amor no es estático, cambia y evoluciona con el tiempo dando lugar a diferentes fases con características propias que se experimentan de forma distinta.
Para que la relación resulte exitosa, es importante conocer estas fases y las características de cada una de ellas. A menudo se abandona una relación por no sentir las ‘mariposas’ del principio. Sin embargo, esa agitación interior es propia de un momento concreto que tiene final.
Lo recomendable es entender el funcionamiento de una relación y evitar ir ‘de flor en flor’ buscando, de forma errónea, a la persona que te haga sentir mariposas todo el tiempo.
Además conocer la fase en la que nos encontramos es crucial para mantener expectativas realistas y evitar exigencias, decepciones y frustraciones. Entender cómo funciona una relación requiere comprender que el amor es dinámico y se manifiesta de manera distinta en cada etapa.
Las 4 fases de una relación: ¿en cuál te encuentras tú?
Según explica la psicóloga Esclapez, las relaciones de pareja pasan por 4 fases.
La primera fase es la atracción. En esta fase no sentimos muy atraídos por la otra persona. Nos llama mucho la atención, queremos concerla y pasar tiempo con ella.
La segunda fase es el enamoramiento. Una fase en la que todo es bonito. Empieza con el noviazgo y en ella, se establecen las bases de la relación aunque todavía es «muy líquida» según especifíca la experta. En este momento aún no es una relación sólida (eso viene más tarde). En esta etapa todo es perfecto y aparecen los mitos del amor romántico.
En la segunda fase se corre el riesgo de llegar al fin de la relación. ¿Cuándo? Pues cuando la relación no nos encaja con los mitos de amor romántico que tenemos tan interiorizados. Inevitablemente llega la fase de desencanto.
En esta tercera fase de desencanto hay 3 caminos a elegir: pasar a la cuarta para construir una base sólida a base de comunicación, esfuerzo y sacrificio. Poner fin a la relación precisamente porque ya no hay enamoramiento y hay gente que no comprende una relación sin esta condición. O bien, insistir en algo que no funciona y quedarnos ahí de manera permanente sin descubrir lo que la psicóloga denomina «amor real o amor maduro» y motivando la llegada de la famosa toxicidad.
Las claves para tener una relación sana
La escuela de postgrado de psicología y psiquiatría, comparte las claves para que las relaciones funcionen de forma sana.
Una relación saludable de pareja se caracteriza por el cultivo del respeto mutuo, la comunicación abierta y la confianza. En este tipo de vínculo, ambos miembros se valoran y se sienten libres, pero eligen compartir sus vidas y trabajar juntos para alcanzar unos objetivos comunes.
En el ámbito de la intimidad, tanto emocional como físico, cada uno respeta los límites del otro, buscando el beneficio mutuo. En este contexto, los miembros de la pareja experimentan felicidad tanto individualmente como en conjunto. Aunque no se trata de una perfección absoluta, ante los conflictos, la pareja busca soluciones de manera respetuosa, deliberada y constructiva.
Existen cinco pilares fundamentales para desarrollar una relación de pareja sana y feliz:
- Fomentar la comunicación: el diálogo constante es esencial para comprenderse mutuamente y resolver conflictos de manera constructiva, sin reproches ni acusaciones.
- Amar desde la libertad: en una relación sana, se comparte la vida sin generar dependencia, cada uno conserva su individualidad y se ama desde la libertad y el respeto mutuo.
- Respetar y confiar: el respeto y la confianza son pilares fundamentales que fortalecen la relación y disminuyen la posibilidad de celos y desconfianza.
- Compartir tiempo de calidad: pasar momentos juntos fortalece el vínculo, demostrando el interés y la voluntad de disfrutar la compañía del otro.
- Convivir con las diferencias: aceptar y comprender las diferencias en la pareja es clave para fortalecer el amor y la aceptación mutua, reconociendo y valorando tanto las virtudes como los defectos de cada uno.
