Síndrome del nido vacío: qué es, síntomas y cómo superarlo
La vida sigue su propio camino y lo mejor para mantenerse estables es seguir adaptándose a ella de la mejor manera
Aunque cada vez es más difícil para los jóvenes dejar el hogar familiar y vivir de manera independiente debido a las circunstancias actuales, es algo que tarde o temprano sucede.
Es normal que los hijos «vuelen del nido» y que los padres comiencen una nueva etapa en sus vidas, que puede ser emocionante y gratificante, pero también puede generar sentimientos de tristeza, soledad o pérdida.
Por eso, si los hijos han comenzado su vida como adultos, es importante que los padres estén preparados para enfrentar el síndrome del nido vacío, un fenómeno que puede ocurrir.
¿Qué es el síndrome del nido vacío?
Después de dedicar toda una vida a cuidar de los hijos, atendiendo cada aspecto de su crecimiento, desde la alimentación hasta la educación, y compartiendo sus éxitos y fracasos, llega el momento en que los hijos abandonan el hogar.
Los sentimientos de alegría y alivio al ver que los hijos comienzan su propia vida se mezclan con la tristeza y la nostalgia, lo cual es completamente natural y humano.
Esta etapa, en la que se experimentan sentimientos contradictorios, se conoce como síndrome del nido vacío. Puede ser un período transitorio y natural, pero también puede prolongarse y complicarse con el tiempo.
Cuando la partida de los hijos del hogar se manifiesta con sentimientos de dolor, pérdida profunda y una sensación de vacío, se habla del síndrome de nido vacío.
Esto puede llevar a los padres a sentir que han perdido el sentido de la vida sin la presencia de sus hijos, e incluso puede desencadenar enfermedades como la depresión, según expertos de la Clínica Mayo en Estados Unidos.
Estos son sus síntomas
Cada persona, ya sea madre o padre, puede enfrentar de manera diferente la situación que surge cuando los hijos abandonan el hogar, también conocido como «volar del nido».
Es natural extrañar a los hijos y sentir la casa demasiado silenciosa y vacía, pero estos sentimientos pueden volverse excesivos y patológicos.
Algunos síntomas que indican que el síndrome del nido vacío se ha convertido en algo más que una etapa natural y transitoria, y que incluso pueden requerir ayuda profesional de psicólogos expertos, incluyen:
Sentimiento de tristeza y vacío
Cuando esos sentimientos no son simplemente momentos de nostalgia, sino que influyen en el día a día de manera significativa, puede ser una señal preocupante.
Una madre con síndrome del nido vacío puede mostrar desánimo, apatía y falta de interés en la vida misma, lo que puede derivar en situaciones preocupantes.
Es importante tener en cuenta que el síndrome del nido vacío también afecta a los hombres de manera similar.
Añoranza al pasado
Los expertos comparan la partida de un hijo con un proceso de duelo que incluye diferentes etapas.
No superar estas etapas y retroceder constantemente al pasado, idealizándolo al recordar cuando los niños eran pequeños (por ejemplo, viendo repetidamente fotos o vídeos de momentos familiares), es otro síntoma reconocible del síndrome del nido vacío.
Irritabilidad
Las discusiones frecuentes con la pareja o familiares cercanos, así como los cambios bruscos de humor, pueden ser señales importantes.
Sentimientos de rabia por la partida del hijo o pensamientos de que fueron desagradecidos son también síntomas que es importante reconocer y abordar.
Ansiedad y miedo
Los constantes miedos y preocupaciones exageradas sobre el bienestar de los hijos, incluso cuando no hay razón para ello, son también signos del síndrome del nido vacío.
Este síndrome puede manifestarse en pensamientos injustificados de que algo malo les pueda suceder a los hijos, incluso cuando están lejos y son independientes.
Además, es común que los padres sientan una necesidad excesiva de proteger a sus hijos, incluso cuando estos ya han dejado el hogar y son adultos responsables.
¿Cómo superar el sindrome del nido vacío?
El síndrome del nido vacío afecta a cada persona de manera diferente, y ciertas circunstancias pueden empeorar su impacto.
Por ejemplo, este síndrome puede agravarse cuando la partida de los hijos coincide con la menopausia en las mujeres, el retiro laboral de ambos padres u otras situaciones similares.
Reconocer lo que está sucediendo y enfrentarlo es la mejor manera de superarlo:
Ten una actitud positiva
La partida de los hijos, aunque puede ser difícil, es parte natural de la vida y puede ser beneficiosa para todos. Es una ley natural que los hijos crezcan, se independicen y sigan su propio camino.
Aunque puede generar sentimientos de tristeza y nostalgia, también representa un paso importante hacia la madurez y la independencia tanto para los hijos como para los padres.
Mantener un contacto
La partida de los hijos no implica necesariamente que se rompa el vínculo familiar, incluso si se mudan a otro país, ya que las nuevas tecnologías facilitan mantenerse en contacto.
Además, es útil superarlo manteniendo encuentros para comer juntos ocasionalmente, visitando el nuevo hogar del hijo y ofreciendo ayuda si la necesitan. Estas acciones pueden ayudar a superar el síndrome del nido vacío de manera más fácil.
Aprovecha el tiempo para ti
¿Cuántas veces has dejado en espera tus propios deseos para cuidar de tus hijos? Ahora que han volado del nido, es el momento de retomar esas actividades que siempre quisiste hacer.
Viajar, salir con amigos, disfrutar del cine o el teatro, o apuntarte a clases de yoga o baile son opciones ideales para empezar a disfrutar de tu tiempo libre. ¡Aprovecha esta oportunidad!
Ve a un profesional
Las señales del síndrome del nido vacío son claras. Si a alguien le resulta difícil superar esta etapa, no debe dudar en buscar la ayuda psicológica que necesita.