Cinco razones por las que hacerse una doble limpieza, según una experta
Este método también se centra en la filosofía de dedicar tiempo y atención al bienestar de la piel
La doble limpieza es una técnica de limpieza facial que se originó en Japón y Corea, profundamente arraigada en sus culturas de cuidado personal y atención plena.
Este método no solo se centra en la eliminación efectiva de impurezas, sino también en la filosofía de dedicar tiempo y atención al bienestar de la piel.
La práctica, que combina el uso de un limpiador a base de aceite seguido de un limpiador a base de agua, refleja la importancia que estas culturas otorgan a la pureza y la salud de la piel.
¿Por qué es tan importante?
Ana Santamarina, experta en dermocosmética y formulación, señala que «la doble limpieza evita la obstrucción de los poros, elimina a fondo el maquillaje y el protector solar y hace que los productos de cuidado de la piel sean más eficaces«.
«Una doble limpieza te asegura una limpieza profunda, efectiva y respetuosa con la piel, lo que se traduce en una tez más sana y bonita», asegura Santamarina.
Cinco motivos para hacerte una doble limpieza
Estas son las cinco razones por las que se considera imprescindible en la rutina diaria y, como indica la experta «en la rutina nocturna del cuidado de la piel; por la mañana basta con emplear un limpiador suave»:
1. Retira el maquillaje de forma efectiva
«El primer paso de la doble limpieza implica el uso de un limpiador de base oleosa sobre la piel seca. Este tipo de producto se muestra súper eficaz para disolver y eliminar el maquillaje waterproof, el protector solar resistente al agua y otros productos que pueden ser difíciles de eliminar con un limpiador de base acuosa», explica la experta.
Según Santamarina utilizarlo ayuda a prevenir la acumulación de maquillaje en los poros, lo que puede llevar a brotes de acné y otros problemas de la piel.
«Y no hay que tenerles miedo aunque se tenga la piel grasa», advierte, «al contrario de lo que se pueda creer, ayudan a disolver especialmente bien el sebo de la piel y tenemos que pensar que este producto se va a aclarar y no va a permanecer sobre ella».
2. Elimina resto de impurezas y contaminantes
«Tras de eliminar el maquillaje y los productos de protección solar, el segundo paso de la doble limpieza implica el uso de un limpiador acuoso en espuma, siempre sobre la piel húmeda, que elimine las impurezas restantes, como el exceso de aceite, la suciedad y los contaminantes ambientales», señala la experta en dermocosmética.
Esto asegura que la piel quede completamente limpia y preparada para absorber los productos del resto de la rutina de skincare.
Es esencial que el limpiador elegido no deje la piel tirante. «El secreto de un buen limpiador es que sea efectivo, pero no reseque, porque si no corremos el riesgo de alterar la función barrera de la piel y resecarla», advierte.
3. Mejora la textura de la piel
«Mantener la piel limpia y libre de obstrucciones puede ayudar a mejorar la textura de la piel y a reducir la apariencia de los poros dilatados», aclara Santamarina.
4. Favorece la mejor eficacia del resto de productos
«Una piel limpia absorbe mejor los ingredientes activos de los productos para el cuidado de la piel, como sérums, cremas hidratantes y otros tratamientos al eliminar las barreras que podrían impedir su absorción», asegura.
5. Previene problemas de la piel
«Al eliminar de manera efectiva el maquillaje y las impurezas todos los días, la doble limpieza puede ayudar a prevenir problemas de la piel, como brotes de acné, puntos negros y piel congestionada,» concluye la experta.
Al mantener los poros libres de obstrucciones, se reduce la inflamación y se fomenta una piel más clara y radiante. Esta práctica no solo aborda los problemas visibles, sino que también contribuye a la salud a largo plazo de la piel, proporcionando una base óptima para cualquier rutina de cuidado facial.