Los mejores trucos para reducir la ansiedad y hacer que desaparezca
La ansiedad es una reacción natural del cuerpo, pero puede convertirse en un trastorno grave si se vuelve crónica
La ansiedad es una sensación incómoda que puede surgir tras un día estresante, a menudo sin una causa específica. Suele estar relacionada con el estrés laboral o lo que los psicólogos llaman empacho de futuro, opuesto a la melancolía que sería un empacho de pasado.
En España, la ansiedad ha superado a la depresión como el trastorno más mencionado. Un 57% de la población ha experimentado ansiedad en algún momento de su vida, y un 35% atribuye estos episodios a la crisis, los recortes o el desempleo juvenil.
¿Cuáles son sus síntomas?
La ansiedad es un trastorno mental que está estrechamente ligado al ambiente social y laboral de hoy en día, ya que es cada vez más estresante y competitivo. Por esta razón, se ha convertido en uno de los trastornos más predominante en la sociedad actual.
Aunque es normal experimentar ansiedad ocasionalmente, especialmente en entornos estresantes como estos, sentir una preocupación excesiva y persistente que afecta la vida diaria puede ser un signo de trastorno de ansiedad generalizada.
Este es un problema que ocasiona síntomas como estos:
- Sentirse nervioso, agitado o tenso
- Sentirse débil o cansado
- Sensación de peligro inminente, pánico o desastre
- Aumento del ritmo cardíaco
- Sudoración
- Respiración rápida (hiperventilación)
- Temblores
- Problemas digestivos
- Problemas para concentrarse en algo que no sea la preocupación actual
- Dificultades para conciliar el sueño
- Sentir la necesidad de evitar situaciones que causan ansiedad
- Dificultades para controlar las preocupaciones
¿Cómo combatir la ansiedad?
Hay varias maneras de enfrentar la ansiedad y combinar diferentes enfoques puede ser útil.
Control del estrés
- Organiza tiempo libre para ti mismo fuera del estudio o trabajo.
- Prioriza las tareas y vigila las fechas límite.
- Evita formas de escape como autolesionarte, usar drogas o alcohol.
- Aprende técnicas de relajación.
- Mantente activo físicamente.
- Come de manera saludable.
- Duerme lo suficiente.
- Habla con otros sobre cómo te sientes.
Relajación
- Usa técnicas como la respiración controlada.
- Practica la relajación física.
- Medita.
- Escucha música.
- Pasa tiempo en la naturaleza.
Bienestar físico
- Come de forma saludable.
- Haz ejercicio regularmente.
- Establece una rutina de sueño adecuada.
- Evita el alcohol y las drogas estimulantes.
- Consulta a un médico cuando tengas problemas de salud.
Bienestar social
- Habla con familiares, amigos cercanos, consejeros o psicólogos.
- Los consejeros pueden enseñar nuevas habilidades para manejar la ansiedad.
Encontrar distracciones
- Escucha música, lee un libro o únete a actividades como un club deportivo.
- Encuentra un nuevo pasatiempo.
- Haz trabajo voluntario local.
- Crea un plan y toma medidas para resolver problemas.
Respiración abdominal profunda
- Respira lenta y profundamente por la nariz.
- Piensa en la palabra «calma» mientras inhalas.
- Exhala lenta y suavemente por la boca, pensando en «relajarse».
- Imagina que la tensión y los pensamientos negativos salen de tu cuerpo.
Diálogo interno
- Sé consciente de tus pensamientos negativos y cámbialos por pensamientos de afrontamiento.
- Sustituye frases negativas con pensamientos positivos creíbles.
- Haz una lista de pensamientos negativos comunes y reemplázalos con alternativas positivas.
Factores de riesgo
Las mujeres son diagnosticadas con trastorno de ansiedad generalizada con mayor frecuencia que los hombres. Estos factores pueden incrementar el riesgo de desarrollar este trastorno:
- Personalidad: las personas tímidas, con un temperamento negativo o que evitan situaciones peligrosas, tienen más probabilidades de sufrir ansiedad generalizada.
- Genética: la ansiedad generalizada puede ser hereditaria.
- Experiencias: quienes tienen antecedentes de cambios significativos en la vida, experiencias negativas o traumáticas en la infancia, o un evento traumático reciente, tienen un mayor riesgo. Las enfermedades crónicas y otros trastornos de salud mental también pueden aumentar la probabilidad de padecer ansiedad generalizada.