Cómo cuidar de tus plantas y que no mueran en el intento
Esta actividad se vuelve más desafiante durante el verano, ya que muchas plantas sufren por las altas temperaturas
Plantas naturales | Unespash
Tener plantas en casa o en el jardín no solo embellece nuestro entorno, sino que también ofrece numerosos beneficios para la salud.
Está científicamente probado que convivir con plantas refuerza nuestro sistema inmunitario, purifica el aire, mejora nuestro estado de ánimo y reduce el ruido ambiental, entre otros efectos positivos.
A veces tus plantas muestran señales de que no están contentas y esto se nota cuando su color se vuelve opaco, las hojas pierden vigor o se ponen amarillas, o dejan de florecer.
Aunque estés haciendo todo lo posible, a veces es necesario recurrir a algunos trucos caseros que los expertos en jardinería utilizan para darles un aspecto más saludable, especialmente durante los meses más calurosos del año.
¿Por qué se mueren las plantas en casa?
Existen varios factores que pueden influir en la supervivencia de las plantas en casa. Estas son algunas de las principales razones por las cuales las plantas pueden deteriorarse e incluso morir:
- Ubicación inapropiada en el hogar
- Problemas debido a un riego excesivo o insuficiente
- Deficiencia o exceso de luz natural
- Uso incorrecto de fertilizantes
- Exposición a temperaturas extremas
- Complicaciones relacionadas con el tipo de sustrato utilizado
- Estrés ocasionado por cambios abruptos en el entorno
Consejos para cuidar tus plantas
El calor no es el único desafío para las plantas en verano. Las tormentas fuertes, comunes en esta época, también pueden dañarlas, y el aumento de insectos puede llevar a plagas.
Además, durante las vacaciones, dejamos las plantas solas en casa, lo que puede resultar en problemas de sequía o exceso de riego si no se les presta la atención adecuada.
Hortus Paisajistas, expertos en jardinería, recomienda seguir estas diez reglas para asegurar un buen cuidado de las plantas, ya que al regresar de vacaciones podríamos encontrarnos con alguna que otra planta muerta si no las atendemos adecuadamente.
- Incrementa la frecuencia de riego: al igual que tú necesitas más líquidos en verano, tus plantas también. Riega con mayor frecuencia y, para las plantas más pequeñas, hazlo casi a diario.
- Auto-dosificación: simplifica el cuidado de tus plantas en verano con sistemas de riego automático, como macetas con depósito. También puedes colocar un plato con agua debajo de las macetas (asegúrate de que tengan agujeros) para que las plantas absorban el agua que necesiten.
- Riega en el momento adecuado: riega tus plantas al amanecer o al atardecer, cuando el sol no es intenso. Si riegas durante el día, el agua se evaporará rápidamente y puede quemar las hojas al actuar como lupa.
- Elige bien los materiales de las macetas: el material de las macetas influye en la temperatura de las raíces. Las macetas de cerámica son ideales para mantener una temperatura adecuada y proteger las raíces del calor.
- Agrupa tus plantas: coloca las plantas juntas según su tamaño para que se den sombra mutuamente y así conserven mejor la humedad, evitando la deshidratación.
- Aléjalas de las paredes: las paredes pueden acumular calor y transferirlo a las plantas. Mantén tus plantas alejadas de las paredes para evitar que se calienten demasiado.
- Evita cambios bruscos de temperatura: protege tus plantas de cambios de temperatura abruptos. No las coloques cerca del aire acondicionado y evita las temperaturas extremas.
- Realiza una poda en verano: elimina las flores secas o pesadas para que las plantas no hagan esfuerzos innecesarios. Esto ayudará a que crezcan más rápido y saludables.
- No escatimes en ayuda extra: usa fertilizante líquido de vez en cuando para darle un impulso a tus plantas. Sigue las instrucciones y no excedas la cantidad recomendada para evitar daños
- Elimina las malas hierbas: las malas hierbas compiten con tus plantas por nutrientes y agua. Elimínalas para promover un crecimiento óptimo.
