¿Cuánto tiempo se tarda en crear un hábito y cómo mantenerlo?
Formar un hábito implica una práctica constante y frecuente al principio para automatizar algunos procesos
Una persona con buenos hábitos | Canva
Todos buscamos mejorar nuestra salud adoptando hábitos como dejar de fumar, comer mejor y hacer ejercicio regularmente.
Sin embargo, a menudo perdemos la motivación rápidamente y abandonamos nuestros intentos. ¿Cómo podemos realmente incorporar nuevos hábitos a nuestra vida diaria de manera efectiva y en cuánto tiempo?
¿Qué se necesita para implementarlo?
Establecer un hábito requiere dedicación y esfuerzo. Implica adaptar nuestro cuerpo y estilo de vida a nuevas rutinas que inicialmente pueden ser desconocidas.
La clave está en la constancia y la perseverancia para superar la tentación de abandonar. Una vez que logramos integrar esta conducta en nuestra rutina diaria, se vuelve más fácil y natural llevarla a cabo.
Por lo tanto, el primer paso crucial es definir claramente lo que queremos lograr. Si estamos motivados y deseamos realmente el cambio, ese primer paso será mucho más fácil de dar.
¿Cuánto tiempo requiere crear un hábito?
Formar un hábito implica una práctica constante y frecuente al principio para automatizar algunos procesos, lo que eventualmente reduce la cantidad de esfuerzo necesario para llevar a cabo la conducta deseada.
La duración de esta práctica inicial puede variar dependiendo del comportamiento que estamos intentando adoptar y de nuestra familiaridad con él. En 1960, el cirujano plástico Maxwell Maltz propuso que se necesitan 21 días para formar un hábito.
¿Cómo funcionan los mecanismos cerebrales?
Un hábito se forma porque nuestro cerebro busca eficiencia y automatización en nuestras acciones diarias. Este proceso tiene lugar en los ganglios basales del cerebro, donde se desarrollan conexiones neuronales mediante la repetición de comportamientos.
Estos ganglios también están relacionados con la selección de respuestas motoras adecuadas y con la adquisición de comportamientos nuevos.
Además, están conectados con el sistema de recompensa del cerebro, lo que significa que las acciones que nos proporcionan placer son más propensas a convertirse en hábitos arraigados.
Esto explica por qué los hábitos y las compulsiones comparten similitudes, ya que ambos implican aprendizaje a través de recompensas positivas.
¿Qué dicen otros estudios?
En 2009 se publicó una investigación liderada por la psicóloga de la salud Phillippa Lally, titulada «How are habits formed: Modelling habit formation in the real world«.
Este estudio se basó en encuestas realizadas a personas que lograron adoptar pequeños comportamientos saludables que antes no practicaban y repetirlos diariamente.
Los resultados de este estudio demostraron que, en promedio, las personas tardaron 66 días en establecer un nuevo hábito, aunque hubo casos extremos donde el proceso tomó hasta 254 días.
Además, el estudio identificó varios factores que pueden dificultar la formación de un nuevo hábito, como la dificultad de aprendizaje y ejecución, el motivo o valor personal asociado, y la percepción de uno mismo por parte del individuo.
Este estudio subraya la variabilidad significativa en el tiempo que puede tomar el establecimiento de nuevos hábitos, destacando que no existe una regla única para todos en este proceso de cambio de comportamiento.
¿Cómo mantener un hábito?
Lo primero que debemos hacer es establecer un plan de acción con metas a corto, medio y largo plazo para mantenernos motivados y perseverar a pesar de los desafíos.
Es crucial definir cuándo y cómo realizaremos la nueva conducta en nuestro día a día. Un plan bien estructurado facilita el seguimiento y nos ayuda a mantener el enfoque.
Es importante también entender por qué queremos desarrollar este hábito. Visualizar los beneficios futuros que obtendremos o cómo mejorará nuestra vida nos ayuda a mantener la motivación inicial y el entusiasmo. Y es que mantener nuestros objetivos a la vista hace que la práctica diaria sea más llevadera y efectiva.
Evitar la procrastinación es fundamental; no dejar para mañana lo que podemos empezar hoy. Cuanto antes comencemos, más pronto alcanzaremos nuestros objetivos.
