¿Qué es el síndrome de la cara chupada y cómo tratarlo?
Finalmente, logras perder esos kilos de más, pero hay un pequeño detalle que no te gusta
Cuando finalmente consigues adelgazar esos kilos de más y estás contenta con el resultado, hay un, pero, que no te convence. Y es que tienes un aspecto más cansado y deprimido debido a que se te han hundido las mejillas en la parte central del rostro.
El Dr. Leo Cerrud, especialista en medicina estética, explica para un artículo de la revista ELLE que hay una gran diferencia entre adelgazar cuando eres muy joven y hacerlo más tarde. «Perder peso de manera significativa impacta la estructura facial», dice el experto.
Algunos de los síntomas del hundimiento de mejillas
Algunas de las consecuencias de tener un aspecto mucho más delgado en la parte del rostro son:
- Aspecto hundido o demacrado en las mejillas: las mejillas pierden su redondez natural, dando una apariencia de enfermedad o agotamiento.
- Pérdida de plenitud en la parte media del rostro: la cara parece menos rellena, lo que afecta la armonía y simetría facial.
- Arrugas o flacidez en la piel de las mejillas: la piel pierde elasticidad y firmeza, formando líneas y pliegues adicionales.
- Aspecto envejecido o cansado del rostro: la falta de volumen y elasticidad contribuye a una apariencia general de envejecimiento y fatiga.
- Reducción del contorno facial: la definición de las mejillas se reduce, alterando la estructura del rostro.
- Sombras y ojeras pronunciadas: la pérdida de volumen puede acentuar las sombras alrededor de los ojos y las ojeras, intensificando un aspecto de cansancio.
- Sensación de piel delgada: la piel puede sentirse más fina y menos resistente al tacto.
- Impacto en la confianza: los cambios en la apariencia pueden afectar la autoestima y la confianza personal.
¿Cómo cambia el rostro y por qué?
«Con el tiempo, especialmente a partir de los 40, disminuyen y se pierden gradualmente las almohadillas o compartimentos grasos en el rostro, especialmente en la zona de las mejillas, lo que llamamos baby fat«, añade el Dr. Cerrud.
Si además adelgazamos, esa pérdida de grasa facial será más notoria, causando un hundimiento en las mejillas, huesos más marcados y surcos más pronunciados.
Además, la mayoría de las técnicas actuales de pérdida de peso rápida y efectiva provocan una disminución intensa del volumen de grasa facial, generando ese aspecto de cara chupada.
«El síndrome de la cara chupada es el proceso mediante el cual los soportes de grasa y músculos se van con el tiempo, causando flacidez y una apariencia de cansancio en el rostro», explica la Dra. Dulce Cheng, experta en medicina estética de Clínica Ibiza para ELLE.
Ya a partir de los 25 años empezamos a perder colágeno y soportes, lo que puede hacer evidente el síndrome de la cara chupada al perder peso. «Cuanto mayor sea la pérdida de peso, más evidente será«, añade la Dra. Cheng.
¿Qué otras posibles causas existen?
Desde Face Clinic explican algunas causas más:
- Factores genéticos: algunas personas tienen una predisposición genética a tener mejillas menos voluminosas.
- Envejecimiento: con el tiempo, la cara pierde grasa y colágeno, lo que puede causar flacidez y hundimiento de las mejillas.
- Pérdida de dientes y volumen facial: la pérdida de dientes puede llevar a la reabsorción del hueso maxilar y mandibular, causando una reducción de volumen en las mejillas y una apariencia envejecida.
- Desnutrición: una dieta deficiente en nutrientes esenciales puede reducir el volumen en las mejillas y otras partes del cuerpo.
- Otras condiciones médicas: trastornos endocrinos, enfermedades autoinmunes o infecciones pueden afectar la grasa facial y provocar el hundimiento de las mejillas.
¿Qué técnicas pueden combatirlo?
Para el Dr. Cerrud, la clave es doble: «recuperar el volumen perdido y mejorar la calidad de la piel, ya que una piel redensificada y luminosa contribuye a una apariencia más saludable».
En cuanto a infiltraciones, recomienda el ácido hialurónico, inductores de colágeno, rellenos híbridos que combinan ambos, y hilos tensores. Para mejorar la calidad de la piel, sugiere la bioestimulación, peelings superficiales, láser ME o Malibú, y la luz pulsada intensa (IPL).
La Dra. Cheng confirma que «los tratamientos recomendados en medicina estética para estos casos son las reposiciones de volumen con ácido hialurónico y los bioestimuladores de colágeno». «Recordemos que la salud es belleza y lo más importante es mirarnos al espejo y sentirnos bien con quienes somos.