Las consecuencias de tomar café nada más despertarte, ¿cuándo es la hora perfecta?
Para que la cafeína haga su efecto de forma positiva es necesario tener en cuenta cuando tomar esa primera taza de café
Para muchas personas, es tan automático como apagar el despertador, tomar una taza de café al levantarse. Sin embargo, algunos expertos sugieren que para que la cafeína sea más efectiva, no es ideal tomarla justo al despertarse.
La razón es que, a primera hora del día, nuestro cuerpo ya experimenta un aumento natural en los niveles de cortisol, una hormona que nos ayuda a estar despiertos y alerta.
Por lo tanto, es mejor esperar un rato después de levantarnos, o incluso más tarde en la mañana, para tomar café, cuando los niveles de cortisol hayan bajado.
El café, un arma de doble filo
En España, el café sigue siendo, la bebida predominante. Y es que el 76% de los españoles lo toma cada mañana en el desayuno, y esa no es, ni mucho menos, la única taza que se bebe a lo largo del día.
Aunque el café tiene una reputación negativa cuando se consume en exceso, es beneficioso por su alto contenido en antioxidantes (polifenoles y ácidos hidrocinámicos), que ofrecen protección contra enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes e incluso el Alzheimer.
A pesar de su bajo contenido calórico, la cafeína en el café puede ser un arma de doble filo: en moderación tiene efectos positivos como ser un estimulante, pero en grandes cantidades puede causar malestar estomacal, mareos, dolores de cabeza y problemas cardiovasculares.
Como suele ser el caso, la moderación es clave. Y según las recomendaciones de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se recomienda no superar los 200 mg de cafeína al día, lo que equivale a no más de tres tazas.
¿Cómo funciona la cafeína?
La cafeína es la sustancia psicoactiva más popular en el mundo, en parte porque es legal. Su estructura es parecida a la de la adenosina, un neurotransmisor que indica cuándo necesitamos descansar.
La cafeína bloquea los receptores de adenosina en el cerebro, evitando que la señal de cansancio llegue, aunque no elimina el sueño o la fatiga.
Además, la adenosina también activa la dopamina, que mejora el estado de ánimo y reduce la irritabilidad. A pesar de compartir algunas características con sustancias adictivas, el café sigue siendo legal porque no provoca cambios graves en el comportamiento diario.
¿Cuánto tiempo se necesita esperar para el primer café?
La cafeína no es dañina; de hecho, tiene efectos positivos como:
- Ayuda a movilizar la grasa almacenada.
- Reduce el uso de glucógeno en los músculos, lo que puede proporcionar energía adicional cuando los depósitos de glucógeno se agotan durante el ejercicio.
- La cafeína tiene beneficios para el cerebro, aumentando la alerta y protegiendo las neuronas, lo que puede mejorar el rendimiento mental en personas mayores.
Sin embargo, si se toma cafeína temprano en la mañana, cuando los niveles de cortisol están altos, los efectos beneficiosos pueden disminuir.
Esto se debe a que la cafeína y el cortisol pueden interferir entre sí, haciendo que la cafeína sea menos efectiva, elevando los niveles de cortisol durante el día y aumentando la tolerancia a la cafeína. Un aumento en los niveles de cortisol puede causar más estrés y acumular más grasa en reposo.
Para aprovechar al máximo los beneficios de la cafeína y reducir el estrés, es recomendable esperar al menos una o dos horas después de despertarse para tomar café, permitiendo que los niveles de cortisol bajen. Y es que, según Steven Miller, investigador en química de la Universidad de Bethesda (Bolivia), el secreto está en los ritmos cardíacos.
Cuando los ritmos cardíacos nos señalan que ya hemos tenido suficiente descanso, nuestro cuerpo comienza a producir la llamada hormona del cortisol.
Esta hormona tiene la función de aumentar los niveles de azúcar en la sangre para ayudarnos a recuperar la energía que perdimos durante el sueño. Justo en el momento de despertar, el nivel de cortisol es más alto, y este efecto puede durar entre 60 y 90 minutos, de ahí a que haya que esperar a tomar esa taza de café tan deseada en las mañanas.