Romper una amistad sin dañar: un psicólogo nos dice cómo hacerlo
Esto puede ser tan doloroso como una ruptura amorosa, pero se habla poco sobre cómo manejarlo de forma saludable
Cuando una amistad deja de aportarnos bienestar y sentimos que la relación ya no va a más, sabemos que ha llegado el momento de ponerle fin.
Sin embargo, con frecuencia no encontramos la manera adecuada de hacerlo y, en lugar de actuar a tiempo, esperamos hasta que una situación límite nos empuje a tomar la decisión, lo que a menudo resulta en una ruptura conflictiva y dolorosa.
En realidad, es posible terminar una amistad de forma respetuosa, conservando los recuerdos valiosos y aceptando que ambos han cambiado, sin necesidad de romper de malas maneras.
¿Cómo romper una amistad?
Romper una amistad puede ser tan difícil y doloroso como poner fin a una relación amorosa, pero es un tema del que se habla mucho menos.
Cuando una amistad ya no funciona, saber cómo finalizarla de manera respetuosa y sin causar daño emocional es clave para ambas partes. En un artículo de Vogue tres expertos aconsejan cómo romper una amistad de buenas maneras sin que haya sufrimiento por ambas partes.
Según el psicólogo Nacho Sanz Sánchez, especialista en Estar Contigo Terapia, la responsabilidad afectiva no debe aplicarse solo en relaciones amorosas, sino también en amistades.
Muchas veces, las personas dejan morir lentamente la amistad sin una explicación, lo que genera más sufrimiento en ambas partes.
Sanz Sánchez subraya la importancia de enfrentar la ruptura de manera honesta, evitando el ghosting y explicando claramente las razones detrás de la decisión.
Por su parte, la psicóloga Marta Sebares, del Instituto Centta, destaca que antes de romper una amistad es fundamental identificar si la relación causa malestar y si se ha intentado resolver el problema.
Si no hay solución, es necesario conversar con calma, desde la empatía y no desde el enfado. Esto permite dignificar la relación que alguna vez fue significativa y cerrar el ciclo de manera respetuosa.
Por su parte, el psicólogo Fernando Lobato resalta que la tristeza es parte del proceso y debe afrontarse de forma honesta, tanto para quien decide romper como para quien es dejado.
Esto ayudará a superar el duelo y evitar la culpa o el arrepentimiento que pueden surgir al no enfrentar el fin de la relación.
La importancia de la comunicación
La comunicación es el pilar fundamental en cualquier relación de amistad. A través de ella, se construye la confianza, el entendimiento y el apoyo mutuo que hacen que una relación sea sólida y duradera.
Hablar abiertamente de lo que sentimos, de nuestras inquietudes o desacuerdos, permite evitar malentendidos y resolver conflictos de manera saludable.
Además, la comunicación honesta nos ayuda a expresar gratitud y cariño, fortaleciendo los lazos emocionales.
Sin una comunicación clara, los pequeños problemas pueden crecer y generar distancias, mientras que una conversación oportuna puede salvar incluso las relaciones más complicadas.
Por ello, es importante siempre hablar las cosas, para que no quede nada sin decir y ambas partes se sientan comprendidas. Cuando alguien nos importa, lo que realmente deseamos es solucionar los problemas y conservar la amistad.
- Fortalece la confianza: expresar pensamientos y sentimientos de manera honesta genera un ambiente de confianza mutua, donde ambas partes se sienten seguras de ser auténticas.
- Resuelve conflictos: una comunicación abierta permite abordar malentendidos o diferencias de manera respetuosa, evitando que los problemas se acumulen y dañen la relación.
- Fomenta el apoyo emocional: hablar de las emociones y preocupaciones permite que los amigos se comprendan mejor y se apoyen en momentos difíciles.
- Profundiza la conexión: compartir experiencias, deseos y preocupaciones refuerza el vínculo emocional, haciendo que la amistad sea más íntima y significativa.
- Evita suposiciones erróneas: al mantener una comunicación constante, se reduce el riesgo de malinterpretaciones o expectativas no cumplidas, lo que ayuda a mantener la relación en equilibrio.
- Promueve el crecimiento mutuo: a través del diálogo, los amigos pueden aprender y crecer juntos, brindándose mutuamente diferentes perspectivas que enriquecen la relación.