La paradoja de la soledad navideña: por qué más gente quiere estar sola en las fiestas
Según una encuesta, un 46% de los participantes reconocieron no tener tiempo suficiente para sí mismos en Navidad
Es raro encontrar que llueva a gusto de todos en Navidad. Tanto como para, a pesar de ser una pretendida época de reunión, haya gente que desee estar sola en esos días. Quizá no sola en el sentido estricto de la palabra, pero sí con tiempo para ella misma. Algo que parece complicado teniendo en cuenta los compromisos sociales que acontecen. Motivo por el que se produce una paradoja de la soledad navideña que, incluso, puede llamar la atención.
Así lo desvela una encuesta de la Universidad de Ohio State, en Estados Unidos, que saca a colación salud mental, Navidad y soledad. Tres conceptos que, quizá, no parecieran muy interrelacionados hasta hace unos años. Sin embargo, los resultados de la investigación, con preguntas a más de 1.000 personas adultas, aportan información curiosa en lo que se podría denominar la paradoja de la soledad navideña. No obstante, también hay trabajos que hablan sobre los beneficios del tiempo compartido en esta época del año.
En este sentido, algunas de los interrogantes que proponían desde Ohio State enfocaban esa necesidad de soledad de los encuestados y, al menos en sus decisiones, la preferencia por no estar acompañados aumentaba. No siempre y no en todo momento, pero había situaciones en las que sí se apostaba por no compartir tiempo o espacio.
La paradoja de la soledad navideña en cifras
Según la encuesta, un 46% de los participantes reconocieron no tener tiempo suficiente para sí mismos en Navidad. No solo eso. También un 43% consideró que deseaba tener más tiempo para ellos mismos. Además, coincidían en opinar que para su salud mental era importante tener tiempo en soledad (lo consideró un 56% del total) e, incluso, llegando al caso del enfado.
Al menos, como atestiguaba un 36% de las personas que respondieron, que consideraban sentirse más irritables si no tienen tiempo en soledad. Lo curioso de la encuesta que, evidentemente, no se debe tener en una escala de máximos es su paridad y el sesgo generacional que se aprecia. En el caso de hombres y mujeres la impresión sobre tener tiempo solos en Navidad era muy pareja. Sin embargo, por edades, solo un 38% de las personas mayores de 65 años sentían esa necesidad. Porcentaje que se ampliaba hasta el 49% en la población más joven –dentro, insistimos, de la mayoría de edad–.
No obstante, se debe coger con reservas tanto los resultados como una posible extrapolación. Lo cual no quita que sea, como decimos, paradójico que cuanto más se habla de epidemia de soledad –al menos en Estados Unidos–, más sorprendiera que la gente buscase la soledad en Navidad, algo de lo que hemos hablado en THE OBJECTIVE en otras ocasiones.
Cómo entender la relación entre Navidad y querer conservar la soledad
En este sentido, no se trata solo de observar la paradoja de la soledad navideña, sino por ver por qué sucede. Algo que explicaba la psicóloga Sophie Lazarus, de Ohio State, en una publicación de la propia universidad. «Creo que es importante recordar que el hecho de que te estés priorizando a ti mismo en este momento no significa que seas egoísta», avalaba y, al mismo tiempo, «puntualizaba que no significa que siempre tomes la decisión de priorizarte a ti mismo por encima de los demás».
De hecho, parte de lo que indica en su intervención tiene más que ver con la independencia que con la propia soledad. «Puedes tomarte dos o tres minutos en el coche antes de recoger a tus hijos. O antes de volver a entrar en casa después del trabajo para estar solo», indicaba.
La clave, puntualizaba, es encontrar el equilibrio. Entre sus consejos, además de concedernos esos pequeños descansos, también está el aumentar la actividad física, así como mantener una rutina que incluya descanso, ejercicio y dieta saludable. «Dedicarse tiempo a uno mismo no requiere de mucho esfuerzo», advertía, al tiempo que incidía en no hacer las cosas especialmente enrevesadas, sugiriendo «no complicarse a la hora de añadir tiempo a solas a la rutina».