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Descubre qué es la cefalea tensional y cómo este dolor de cabeza afecta a tu día a día

A pesar de ser la patología más recurrente, sus orígenes y etiología son muy dispares entre cada persona

Descubre qué es la cefalea tensional y cómo este dolor de cabeza afecta a tu día a día

Un hombre con dolor de cabeza. | Freepik

Los dolores de cabeza son una de las dolencias más comunes en la población. Por desgracia, también de las más variadas en su origen y manifestación. Desde migrañas incapacitantes hasta cefaleas secundarias provocadas por infecciones o problemas musculares, cada tipo de dolor de cabeza tiene características propias. Ellos son responsables de determinar su intensidad, duración y tratamiento. En muchos casos, un mismo paciente puede experimentar diferentes formas de cefalea a lo largo de su vida. Razón por la que el diagnóstico y abordaje sean mucho más complejos de lo que parecen.

Entre las distintas formas de cefalea, una de las más habituales es la cefalea tensional. Aunque sea un dolor de cabeza que puede parecer inofensivo en comparación con otros, pero que puede llegar a afectar significativamente a la calidad de vida. Quizá no sea incapacitante en la misma medida que una migraña. Sin embargo, su persistencia y sensación de presión puede dificultar la concentración, el descanso y el rendimiento diario.

Su origen está estrechamente ligado a factores musculares y psicológicos, lo que hace que su prevención y tratamiento requieran una combinación de enfoques distintos. Además, conviene comprender que se trata del más común en la población general. Saber identificar la cefalea tensional es clave para poder tratarla de manera adecuada y evitar que se convierta en un problema crónico. Aunque el uso de analgésicos puede aliviar el dolor puntualmente, en muchos casos es necesario un cambio en los hábitos de vida para reducir su recurrencia, como advierten desde MSD Manuals.

Qué se considera una cefalea tensional

La cefalea tensional es un tipo de dolor de cabeza que se caracteriza por una sensación de presión o tensión en la zona de la frente, los lados de la cabeza o la parte posterior del cráneo. A diferencia de la migraña, que suele presentarse con un dolor pulsátil e intenso acompañado de síntomas como náuseas o sensibilidad a la luz, la cefalea tensional se manifiesta como un dolor sordo y constante. Muchas personas la describen como si llevaran una banda apretada alrededor de la cabeza. No obstante, sin que este dolor empeore con la actividad física, algo que explican en la Asociación Española de Migraña y Cefalea.

La causa exacta de la cefalea tensional no está completamente clara. Sin embargo, se sabe que está relacionada con la tensión muscular en el cuello, el cuero cabelludo y la mandíbula. Factores como el estrés, la ansiedad, una mala postura o el cansancio acumulado pueden desencadenar este tipo de dolor de cabeza. Además, pasar muchas horas frente a pantallas sin descanso, mantener una posición inadecuada al trabajar o incluso apretar la mandíbula de manera inconsciente pueden favorecer su aparición.

A pesar de ser un tipo de cefalea muy frecuente, su epidemiología es compleja y no se comprende en su totalidad. No se ha identificado una única causa biológica que la explique, lo que hace que su tratamiento se base más en la prevención y el alivio sintomático que en una solución definitiva. Además, aunque comparte ciertos desencadenantes con la migraña, la cefalea tensional no suele agravarse con la exposición a la luz o el ruido y tampoco suele ir acompañada de síntomas neurológicos como los destellos visuales o las alteraciones sensoriales típicas de la migraña con aura.

Cómo se tratan este tipo de dolores de cabeza

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La postura, el estrés o ciertos problemas musculares podrían justificar la aparición de estos dolores de cabeza. | Freepik

El diagnóstico de la cefalea tensional se basa principalmente en la historia clínica del paciente y en la descripción del dolor que experimenta. A diferencia de otras afecciones neurológicas, no existen pruebas de imagen o análisis de laboratorio específicos para confirmar su presencia. No obstante, en algunos casos, el médico puede solicitar pruebas complementarias para descartar otras posibles causas, especialmente si el dolor de cabeza se vuelve persistente o cambia de patrón de manera repentina.

Es importante prestar atención a la frecuencia con la que aparece la cefalea tensional y a su impacto en la vida cotidiana. Si los episodios son esporádicos, el tratamiento suele consistir en la toma de analgésicos comunes como el paracetamol o el ibuprofeno. Sin embargo, cuando el dolor se vuelve crónico, es fundamental identificar y corregir los factores que lo están provocando. En estos casos, el tratamiento puede incluir técnicas de relajación, fisioterapia, ejercicios de corrección postural o, incluso, terapia psicológica para manejar el estrés y la ansiedad, como ya advertimos en THE OBJECTIVE.

Además, aunque no existen alimentos específicos que causen directamente la cefalea tensional, ciertos hábitos pueden favorecer su aparición. El consumo excesivo de cafeína, la deshidratación o la falta de comidas regulares pueden contribuir a la aparición de dolores de cabeza. Mantener una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente y evitar el sedentarismo son estrategias que pueden ayudar a reducir la frecuencia de este tipo de cefalea. También es recomendable realizar pausas regulares cuando se trabaja frente a una pantalla y adoptar una postura adecuada para evitar tensiones musculares innecesarias.

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