La realidad de la rinorrea: entendiendo el goteo nasal que se extiende de gripes a alergias
Convivir con esta incómoda sintomatología no tiene sentido y puede desvelar más patologías de las que creemos

Una mujer con resfriado. | Freepik
Te despiertas con la nariz taponada, pero, al mismo tiempo, sientes cómo un líquido claro y acuoso gotea sin parar. Te suenas una y otra vez, pero la sensación persiste. La rinorrea, a la que solemos llamar goteo nasal, es un síntoma molesto que acompaña a infecciones como los resfriados y las gripes, especialmente en los meses fríos. Esa secreción constante puede hacer que sientas la nariz irritada, inflamada y enrojecida, como si cada pañuelo fuera una pequeña agresión a tu piel.
No solo el invierno trae consigo esta incómoda compañía. Cuando llega la primavera, la rinorrea se multiplica debido a las alergias estacionales. El polen, el polvo o los ácaros pueden desencadenar una reacción exagerada de tu sistema inmunitario, provocando un flujo nasal continuo. En estos casos, la sensación de goteo se acompaña de estornudos repetidos, picor en la nariz y ojos llorosos, haciendo que tu día a día se convierta en una lucha constante contra la congestión, algo de lo que hemos hablado en ocasiones en THE OBJECTIVE.
Incluso en otoño, cuando el clima es más templado, la rinorrea sigue presente en muchas personas debido a los cambios bruscos de temperatura y la proliferación de virus respiratorios. A veces, parece que no hay escapatoria: ya sea por un resfriado, una gripe o una alergia, la nariz sigue su curso, como un grifo difícil de cerrar.
Qué es realmente la rinorrea
La rinorrea no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma que se manifiesta en múltiples afecciones. Se trata de una producción excesiva de moco por parte de la mucosa nasal, como respuesta a una irritación o inflamación de las fosas nasales. El tipo de secreción puede variar: desde un líquido transparente y acuoso, típico de alergias y resfriados iniciales, hasta un moco espeso y amarillento cuando hay infección bacteriana.

Muchas personas confunden la rinorrea con la rinitis alérgica, pero no son lo mismo. La rinitis alérgica es una inflamación crónica de la mucosa nasal provocada por alérgenos. Por su parte, la rinorrea puede deberse a múltiples factores, como infecciones virales, exposición al frío o incluso irritantes como el humo del tabaco. Es decir, puedes tener rinorrea sin ser alérgico, y también puedes sufrir rinitis alérgica sin que el síntoma predominante sea el goteo nasal.
Aunque la mayoría de los casos de rinorrea no revisten gravedad, hay situaciones en las que conviene prestar atención. Si la secreción es persistente durante semanas, se acompaña de fiebre alta o adquiere un tono verdoso y espeso, puede indicar una infección bacteriana que requiera tratamiento. Además, una rinorrea unilateral con un líquido claro y constante puede ser signo de una fístula de líquido cefalorraquídeo. Esta situación es un cuadro poco frecuente pero serio que requiere atención médica inmediata.
Cómo se trata la rinorrea
El diagnóstico de la rinorrea suele ser sencillo y se basa en la historia clínica del paciente y la exploración de la mucosa nasal. En algunos casos, pueden ser necesarios estudios adicionales, como pruebas alérgicas o cultivos nasales, para determinar su causa exacta. Una vez identificada, el tratamiento dependerá del origen del problema: los antihistamínicos para la rinitis alérgica, los lavados nasales con suero fisiológico para limpiar la mucosa o, en caso de infección bacteriana, el uso de antibióticos si el médico lo considera necesario.
A pesar de su frecuencia, la rinorrea no debería considerarse un síntoma normal que se deba tolerar sin más. Muchas personas conviven con el goteo nasal durante meses o incluso años sin buscar una solución. Erróneamente, asumiendo que es algo con lo que hay que lidiar. Sin embargo, la rinorrea persistente puede indicar un problema subyacente, desde una alergia no diagnosticada hasta una desviación del tabique nasal o incluso pólipos en la mucosa nasal.
Lo habitual no es sufrir rinorrea de manera constante. Si te encuentras en esta situación, es importante consultar a un especialista para descubrir la causa y encontrar un tratamiento adecuado. La nariz no debería ser un grifo perpetuo, y vivir con una secreción nasal incesante no tiene por qué ser tu realidad diaria.