Mario Alonso Puig: «La clave está en actuar sin que el pensamiento nos frene»
En un mundo en constante cambio, muchas veces nos enfrentamos a desafíos que nos exigen dar un paso adelante

Mario Alonso Puig | Canva
Existen barreras internas que, aunque no siempre seamos conscientes de ellas, influyen en nuestra manera de afrontar el crecimiento y la transformación. ¿Cómo podemos liberarnos de estas limitaciones y avanzar con confianza? La respuesta a esta pregunta nos invita a reflexionar sobre el papel que juega nuestra mente en el proceso de cambio y cómo podemos entrenarla para que trabaje a nuestro favor.
El pensamiento humano, en numerosas ocasiones, actúa como un mecanismo de defensa que busca mantener el statu quo (estado de cosas en un determinado momento), resistiéndose al cambio y a la innovación. Esta tendencia puede conducir a la parálisis por análisis, donde el exceso de reflexión impide la acción efectiva. El Dr. Mario Alonso Puig, prestigioso médico español, experto en liderazgo y gestión del cambio, aborda esta problemática y ofrece perspectivas para superarla.
¿Cómo funciona nuestra mente?
Nuestra mente está programada para buscar seguridad y estabilidad, lo que en muchas ocasiones nos lleva a resistir el cambio, incluso cuando este es necesario para nuestro desarrollo personal o profesional. Este mecanismo tiene raíces evolutivas: en tiempos ancestrales, la supervivencia dependía en gran medida de la previsibilidad y la minimización de riesgos. Hoy en día, aunque nuestras circunstancias han cambiado, nuestra mente sigue funcionando bajo el mismo principio, llevándonos a preferir lo familiar frente a lo desconocido.
El Dr. Mario Alonso Puig explica que el pensamiento humano, en lugar de actuar como un catalizador del cambio, suele convertirse en un guardián del statu quo. De manera inconsciente, generamos argumentos y justificaciones que refuerzan nuestra permanencia en la zona de confort, evitando así la incomodidad de lo incierto. Esta tendencia, aunque puede darnos una sensación de control y estabilidad a corto plazo, nos impide adaptarnos con agilidad a los cambios que la vida inevitablemente nos presenta.
Pasos para salir de tu zona de ‘confort’
En un mundo dinámico y en constante transformación, aferrarse a lo conocido puede convertirse en una trampa que frena nuestra evolución. Y es que las oportunidades de crecimiento suelen encontrarse fuera de los límites de nuestra zona de confort, pero si permitimos que nuestro pensamiento nos detenga, corremos el riesgo de estancarnos. Como bien señala el Dr. Puig: «Nuestro pensamiento, más que impulsar el cambio, suele estar al servicio de mantener las cosas como están.» La clave está en reconocer este patrón y aprender a desafiarlo para permitirnos avanzar.
1. No hay que pensar en exceso
Reflexionar en exceso puede llevarnos a un estado de inmovilidad, donde las múltiples consideraciones y posibles obstáculos nos impiden avanzar. Este fenómeno, conocido como parálisis por análisis, es descrito por el Dr. Puig al afirmar que «cuando pensamos demasiado, encontramos mil razones para no actuar«. Esta sobrecarga de pensamientos puede hacernos creer erróneamente que la inacción es la opción más segura.

2. Hay que estar listo para actuar
Para contrarrestar esta tendencia, es esencial desarrollar una mentalidad orientada a la acción. El Dr. Puig enfatiza la importancia de estar listos para actuar cuando las oportunidades se presenten, sin permitir que el pensamiento excesivo nos frene. Él aconseja: «la clave es estar preparado para actuar cuando la situación se presente, sin dejarnos engañar por un pensamiento que lo único que hace es mantenernos atrapados«.
3. Actuar libera y permite ver lo que funciona
Adoptar una actitud proactiva no significa actuar sin pensar, sino equilibrar la reflexión con la acción para evitar que el exceso de análisis nos paralice. Muchas veces, el miedo al error o a la incertidumbre nos lleva a sobrevalorar la planificación y a subestimar el valor de la experiencia práctica. Sin embargo, el verdadero aprendizaje no ocurre únicamente en la teoría, sino en la ejecución. Es en el hacer donde adquirimos nuevas habilidades, afinamos nuestras estrategias y descubrimos nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios.
El Dr. Mario Alonso Puig enfatiza que la acción tiene un efecto liberador porque nos permite salir de la prisión mental en la que nos atrapan nuestros propios pensamientos limitantes. Cuando damos el primer paso, rompemos el círculo vicioso de la duda y la inacción, generando un impulso que nos motiva a seguir avanzando. Al confiar en que podemos aprender y corregir sobre la marcha, reducimos la carga de ansiedad que supone querer tener todo calculado de antemano. Además, a través de la experiencia directa, podemos comprobar qué funciona y qué no, lo que nos permite ajustar nuestro enfoque de manera más efectiva.