¿Estás saliendo con alguien que tiene hijos? Lo que debes saber antes de dar el siguiente paso
Iniciar una relación de este tipo es un paso que implica mucho más que los sentimientos románticos hacia una persona

Un padre con su hijo | Canva
Iniciar una relación con alguien que tiene hijos puede ser una experiencia transformadora, pero también trae consigo una serie de desafíos que no siempre son evidentes al principio. Según Alicia González, psicóloga, escritora y conferenciante, este tipo de relaciones no son iguales a las tradicionales. De hecho, implican mucho más que simplemente comenzar a salir con alguien; se trata de integrar a un nuevo miembro en tu vida, con todo lo que eso conlleva. Estás entrando en un mundo que ya tiene estructuras, rutinas, y un sistema emocional propio que no es fácil de cambiar.
¿Cuál es el desafío de estas relaciones?
Cuando te involucras con alguien que tiene hijos, no solo estás conociendo a una persona. Estás entrando en un entorno ya establecido, donde existen vínculos emocionales fuertes, obligaciones y una dinámica familiar que puede ser difícil de modificar. Alicia explica que lo complicado no es solo aceptar que la persona con la que te estás relacionando tiene hijos, sino aprender a encajar en una historia que ya tiene sus propios guiones, personajes y rutinas.

Para muchas personas, la idea de relacionarse con alguien que tiene hijos genera dudas sobre si están dispuestos a asumir un rol en esa estructura preexistente. Las expectativas y las prioridades de la otra persona cambian cuando hay un hijo de por medio, lo cual puede generar tensión. Alicia señala que no es solo cuestión de lo que tú sientes por tu pareja, sino de lo que realmente estás dispuesto a asumir emocional y logísticamente.
Preguntas claves que deberías hacerte
Si te encuentras en una relación con alguien que tiene hijos y no estás seguro de dar el siguiente paso, Alicia recomienda hacerse algunas preguntas que te ayudarán a tener claro lo que realmente estás dispuesto a aceptar. Algunas de estas preguntas incluyen:
- ¿Estoy dispuesto a que su hijo sea su prioridad? Esta es una de las cuestiones más importantes que debes considerar. En muchas ocasiones, los hijos siempre serán la prioridad de tu pareja. Esto puede significar que tendrán que ajustar sus planes, reducir su tiempo contigo y, en general, organizar su vida en torno a las necesidades del niño. Si no estás preparado para que esto suceda, puede que la relación se vuelva más difícil de lo que esperabas.
- ¿Me siento cómodo con este rol, o lo estoy forzando? Alicia subraya que uno de los aspectos más complicados de una relación con alguien que tiene hijos es definir el rol que vas a jugar en la vida del niño. No se trata de ser una figura parental inmediata, sino de ser una persona que gradualmente se integra a esa vida. Debes preguntarte si te sientes cómodo en este rol o si lo estás forzando. Si sientes que es algo que no puedes asumir, la relación podría no funcionar a largo plazo.
- ¿Cómo maneja esa persona la relación entre su hijo y yo? La forma en que tu pareja maneja la transición de integrar una nueva persona en la vida de su hijo es crucial. No todos los padres abordan este proceso de la misma manera. Algunos pueden ser más cautelosos y esperar más tiempo antes de presentarte al niño, mientras que otros pueden ser más abiertos. Es importante entender cómo tu pareja maneja esta situación y asegurarte de que hay una estrategia que respete tanto a ti como al hijo involucrado.
Las relaciones con hijos son más complejas
Alicia González es clara en su recomendación: las relaciones con personas que tienen hijos son más complejas que las relaciones tradicionales. Las prioridades, el tiempo, la logística y los roles no son los mismos. Cuando hay hijos de por medio, no es solo un cambio en la dinámica entre tú y tu pareja, sino también en la forma en que debes manejar tus propios sentimientos, expectativas y deseos. Por ejemplo, puede que no puedas pasar todo el tiempo que deseas con tu pareja, ya que su hijo podría necesitar su atención o estar en casa. Las vacaciones, los planes espontáneos y la vida en general se ven afectados por la presencia de un hijo. Alicia explica que esto puede ser un desafío, pero también es una realidad que hay que aceptar. Las cosas no siempre sucederán según tus tiempos o tus deseos, y la relación puede verse afectada por estos ajustes.
La clave: una comunicación honesta, incómoda y abierta
Uno de los aspectos más importantes en este tipo de relaciones, según Alicia González, es la comunicación honesta, abierta e incluso incómoda. Este tipo de comunicación es la clave para evitar malentendidos y frustraciones. En una relación con alguien que tiene hijos, no solo se trata de hablar sobre lo que sientes por la persona, sino también de expresar lo que sientes respecto a la situación con su hijo. Alicia enfatiza que no existe una única manera «correcta» de manejar estas relaciones. Cada familia es diferente, y cada pareja tiene su propio ritmo. Lo que realmente importa es que haya una comunicación constante y sincera, incluso si es incómoda en ocasiones. Solo así se puede garantizar que las expectativas estén alineadas y que todos los involucrados puedan sentirse cómodos.