No te duches con agua caliente: una experta explica los riesgos para tu piel
La idea de llegar a casa y relajarnos con un baño a una buena temperatura podría estar dañando tu salud sin que lo sepas

Una mujer duchándose. | Canva
Para muchas personas, un baño con agua caliente es sinónimo de relajación y confort, especialmente en los días fríos. La sensación reconfortante del vapor y el calor puede parecer inofensiva e incluso beneficiosa para el bienestar diario. Sin embargo, esta práctica común podría estar teniendo un impacto silencioso en la salud de la piel y el cabello. La experta en salud y belleza Thelma Baniski advierte sobre los efectos que el agua excesivamente caliente puede generar a largo plazo y destaca la importancia de adoptar hábitos más equilibrados para el cuidado personal. ¿Realmente sabemos cómo influye la temperatura del agua en nuestro cuerpo?
Consecuencias del agua caliente en la piel
El agua caliente es un elemento cotidiano en nuestra rutina de higiene y bienestar, pero su impacto en la piel puede ser más significativo de lo que imaginamos. Desde la sensación de confort hasta posibles efectos inesperados, su uso puede influir en la salud y apariencia cutánea de diversas maneras.

- Resequedad y sensibilidad cutánea: el agua caliente elimina los aceites naturales de la piel, los cuales actúan como una barrera protectora. Esto provoca una sensación de tirantez, enrojecimiento, picazón y, en algunos casos, descamación. A largo plazo, la piel se vuelve más vulnerable a irritaciones y afecciones como la dermatitis.
- Aumento en la producción de grasa: aunque pueda parecer contradictorio, el uso constante de agua caliente puede hacer que la piel genere más sebo. Cuando la barrera natural se ve afectada, el cuerpo reacciona aumentando la producción de grasa para compensar la pérdida, lo que puede desencadenar problemas como acné y poros dilatados.
- Aparición de manchas y melasma: la exposición continua al calor activa la producción de melanina, lo que puede intensificar manchas oscuras en la piel, como el melasma. Esto es especialmente preocupante para quienes ya tienen tendencia a desarrollar hiperpigmentación.
- Pérdida de colágeno y envejecimiento prematuro: el colágeno es una proteína fundamental para la firmeza y elasticidad de la piel. Las temperaturas elevadas pueden degradar esta proteína, favoreciendo la aparición de arrugas y flacidez.
Impacto en el cabello
Además de afectar la piel, el cuero cabelludo también puede sufrir consecuencias negativas. La exposición constante al agua caliente puede alterar su equilibrio natural, debilitando la barrera protectora y provocando efectos no deseados en la salud capilar.
- Fragilidad y caída del cabello: el agua caliente puede debilitar la raíz del cabello, afectando su ciclo de crecimiento y promoviendo la caída. Además, al abrir demasiado la cutícula del cabello, este se vuelve más propenso a la rotura y a la pérdida de brillo.
- Aspecto opaco y sin vida: un exceso de calor puede eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo, dejando el cabello seco y sin vitalidad. También puede provocar encrespamiento y puntas abiertas.
¿Cuál es la mejor alternativa?
Para evitar estos problemas, Thelma Baniski recomienda optar por baños con agua tibia en lugar de caliente. Además, sugiere complementar con los siguientes cuidados:
- Hidratación constante: aplicar cremas o lociones humectantes después de la ducha ayuda a restaurar la barrera cutánea.
- Uso de productos regeneradores: incorporar sérums y tratamientos ricos en antioxidantes y colágeno puede prevenir el envejecimiento prematuro.
- Secado adecuado del cabello: evitar frotar el cabello con la toalla y preferir el secado al aire libre o con aire frío para reducir el daño térmico.
- Baños cortos: limitar el tiempo de exposición al agua también contribuye a mantener la piel y el cabello saludables.
Adoptar estos cambios en la rutina diaria no solo mejorará la apariencia de la piel y el cabello, sino que también contribuirá a su salud a largo plazo. Un simple ajuste en la temperatura del agua puede marcar una gran diferencia en el bienestar general.