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Té verde: el aliado natural que ayuda a reducir el cortisol, la hormona del estrés

Incorporarlo en tus hábitos diarios puede ser un pequeño gran paso hacia una vida más equilibrada y saludable

Té verde: el aliado natural que ayuda a reducir el cortisol, la hormona del estrés

Té verde | Canva

Vivimos en una era marcada por la inmediatez, la hiperconectividad y una constante presión por rendir. Entre reuniones, plazos, responsabilidades familiares y estímulos digitales, no es de extrañar que el estrés se haya convertido en uno de los grandes males contemporáneos. De hecho, cada vez son más las personas que buscan soluciones —ya sea a través del ejercicio, la meditación o la alimentación— para contrarrestar sus efectos físicos y emocionales. Y es que el estrés, aunque muchas veces se subestime, tiene un impacto profundo en la salud general.

Con esta situación, se vuelve imprescindible prestar atención a cómo reacciona el cuerpo ante estas situaciones de tensión prolongada. Uno de los principales protagonistas en esta respuesta es el cortisol, una hormona clave para la supervivencia, pero que, cuando se mantiene elevada por demasiado tiempo, puede desencadenar una cascada de desequilibrios en el organismo. Desde alteraciones del sueño hasta problemas metabólicos, el exceso de cortisol afecta mucho más de lo que solemos imaginar.

Frente a esto, la naturaleza nos ofrece opciones que, aunque han estado presentes durante siglos, vuelven a cobrar relevancia a la luz de la ciencia moderna. Una de ellas es el té verde, una bebida tradicional que no solo ha ganado popularidad por su efecto antioxidante y su papel en la pérdida de peso, sino también por sus beneficios menos conocidos, pero igual de poderosos, sobre el equilibrio hormonal para reducir el estrés.

¿Cómo actúa el té verde sobre el cortisol?

El potencial del té verde para disminuir los niveles de cortisol se debe a la combinación de varios compuestos bioactivos. Estos no solo ejercen un efecto relajante sobre el sistema nervioso, sino que también intervienen en procesos fisiológicos que afectan directamente al eje hormonal.

1. L-teanina: el calmante natural del cerebro

Este aminoácido, exclusivo del té, tiene la capacidad de inducir un estado de relajación sin causar somnolencia. Al estimular la producción de ondas alfa en el cerebro, la L-teanina promueve la calma y reduce la respuesta al estrés, lo que puede traducirse en niveles más bajos de cortisol en sangre.

2. EGCG, el antioxidante estrella

El epigalocatequina galato (EGCG), uno de los polifenoles más potentes del té verde, actúa contra el estrés oxidativo, un fenómeno que incrementa los niveles de cortisol. Su efecto antioxidante ayuda a proteger las células y mantener el equilibrio hormonal.

Té verde
Té verde

3. Mejora del estado de ánimo

Las catequinas y otros polifenoles presentes en el té verde pueden favorecer la producción de serotonina y dopamina, neurotransmisores relacionados con el bienestar. Un mejor estado anímico disminuye la percepción de estrés, reduciendo así la liberación de cortisol.

4. Equilibrio del eje HHA

Diversos estudios han demostrado que el consumo habitual de té verde puede modular el funcionamiento del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA), el principal regulador hormonal en situaciones de estrés. Esto sugiere una acción directa del té verde sobre los mecanismos internos que regulan el cortisol.

5. Acción antiinflamatoria

El estrés crónico, y el consiguiente aumento de cortisol, suele venir acompañado de procesos inflamatorios. El té verde, con sus propiedades antiinflamatorias naturales, ayuda a contrarrestar este efecto y favorece una recuperación sistémica del organismo.

¿Cómo y cuánto consumir?

Para obtener estos beneficios, se recomienda ingerir entre una y tres tazas de té verde al día, preferiblemente sin azúcar ni edulcorantes, ya que estos pueden alterar su efecto. Es importante evitar su consumo en horarios muy cercanos a la noche, debido a su contenido moderado de cafeína. No obstante, es fundamental recordar que cada cuerpo es diferente, y que la respuesta a sus compuestos puede variar según la sensibilidad individual, el estado de salud y otros hábitos de vida.

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