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Aurelio Rojas, cardiólogo: «Hay dos alimentos que te están matando, y no es una exageración»

Hay que tomar conciencia y a hacernos responsables de nuestra salud a través de lo que elegimos comer

Aurelio Rojas, cardiólogo: «Hay dos alimentos que te están matando, y no es una exageración»

Aurelio Rojas | Redes sociales

Recientemente, el cardiólogo Aurelio Rojas ha publicado un contundente mensaje a través de un reels en su cuenta de Instagram que ha despertado una oleada de reacciones. En su intervención, advierte con claridad y sin matices: «hay dos alimentos que están destruyendo nuestra salud y su consumo habitual podría estar detrás del alarmante aumento de enfermedades graves, entre ellas el cáncer y los problemas cardiovasculares». Rojas se refiere al azúcar y a la harina de trigo refinada, dos ingredientes omnipresentes en la dieta moderna que, según afirma, están silenciosamente mermando la salud de millones.

Insulina en sangre: una de las causas

El especialista parte de una inquietante realidad epidemiológica: el aumento del cáncer en personas jóvenes. Cita como respaldo un metaanálisis reciente publicado por BMJ Oncology en 2023, que analizó la incidencia de 29 tipos de cáncer en menores de 50 años entre 1990 y 2019. Los resultados son claros. El incremento global fue del 79,1 por ciento, siendo los tumores de mama, colon, endometrio y estómago los más representativos. Según Rojas, todos estos cánceres comparten un factor común: niveles crónicamente elevados de insulina en sangre.

Alimentos procesados | Canva
Alimentos procesados

La insulina es una hormona indispensable para la vida. Regula el metabolismo de los carbohidratos y permite que la glucosa ingrese a las células para ser utilizada como fuente de energía. No obstante, cuando su presencia en sangre permanece elevada de forma sostenida, puede convertirse en un problema grave. «Actúa como un fertilizante para las células tumorales», explica el cardiólogo. «Estimula su crecimiento, favorece su proliferación y bloquea los mecanismos naturales del cuerpo que deberían eliminarlas». Las investigaciones científicas respalda esta afirmación. Un estudio revisado por Nature Reviews Cancer, firmado por Gallagher y LeRoith, establece una conexión clara entre la hiperinsulinemia crónica y el aumento del riesgo de cáncer, al detallar su rol como agente promotor del crecimiento tumoral.

Azúcar y harinas refinadas

Pero ¿qué dispara la producción excesiva de insulina? Rojas no deja lugar a dudas. «El azúcar y la harina de trigo refinada son los principales culpables. Son alimentos de altísimo índice glucémico que inducen picos de insulina cada vez que los consumes, y eso, repetido día tras día, tiene consecuencias profundas sobre tu salud». Una vez más, la ciencia le da la razón. Un metaanálisis publicado en el British Journal of Cancer en 2008 encontró que las dietas con alto índice y carga glucémica se asocian significativamente con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon, mama y páncreas. Estos patrones alimenticios no solo disparan la insulina, sino que también promueven un estado inflamatorio persistente y una alteración del metabolismo celular.

Más allá del cáncer: el corazón también sufre

Y no se trata únicamente del cáncer. El consumo sostenido de estos alimentos también incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, una realidad que Rojas afirma ver a diario en consulta. La evidencia médica es contundente: los azúcares añadidos y los carbohidratos refinados elevan la probabilidad de sufrir eventos cardiovasculares, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. La base de este deterioro metabólico está

«Esto sí es medicina preventiva»

Ante este panorama, el mensaje de Rojas es claro. Si de verdad queremos proteger nuestra salud, debemos comenzar por eliminar lo que nos enferma. «Esto sí que es medicina preventiva. No se trata solo de pastillas y chequeos, sino de aprender a elegir mejor cada día», concluye. Su mensaje no es una exageración. Es un llamado urgente a reflexionar sobre lo que comemos y a asumir el control de nuestra salud desde el plato. Porque en un mundo donde los supermercados están llenos de alimentos ultraprocesados, tomar decisiones conscientes es un acto de resistencia y consciencia. Y, quizás, la forma más poderosa de evitar las enfermedades que más nos amenazan.

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