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Mascotas contra la demencia: cómo perros y gatos ayudarían a frenar el deterioro cognitivo

Las mascotas podrían ralentizar la demencia y el deterioro cognitivo, según un estudio de la Universidad de Ginebra

Mascotas contra la demencia: cómo perros y gatos ayudarían a frenar el deterioro cognitivo

Un hombre con su perro en el dormitorio. | ©Freepik.

En las sociedades desarrolladas, vivir más tiempo es ya una realidad. La longevidad y el aumento de la esperanza de vida traen consigo grandes avances, pero también nuevos retos y nuevas problemáticas. Entre ellas, una de las más importantes es el aumento de enfermedades asociadas al envejecimiento. Sobre todo, aquellas que afectan al cerebro. El deterioro cognitivo, el Alzhéimer, el párkinson o la demencia figuran entre las principales preocupaciones sociosanitarias actuales. No solo por lo que suponen en los hogares, sino por su impacto creciente en los sistemas sociales y de salud. Sin embargo, hablando de ‘familias’, puede que los peludos congéneres que tengamos en casa puedan dar ciertas respuestas y es que las mascotas y la demencia podrían tener mucho que ver.

Durante años, la investigación ha buscado formas de prevenir o al menos frenar este desgaste mental progresivo. Se han estudiado factores como la alimentación, la actividad física, la estimulación mental o la vida social. Sin embargo, una nueva línea de estudio ha puesto el foco en unos aliados inesperados y peludos: las mascotas. Concretamente, perros y gatos.

Un reciente estudio sugiere que convivir con uno de estos animales podría ayudar a ralentizar el declive cognitivo propio del paso del tiempo. La investigación, realizada por un equipo de la Universidad de Ginebra y publicada en la revista Scientific Reports, analiza casi dos décadas de datos sobre salud y envejecimiento en personas mayores de 50 años. Y los resultados apuntan a que, en esta batalla contra la pérdida de memoria y agilidad mental, tener un perro o un gato en casa podría marcar la diferencia y que nuestras mascotas sean aliadas contra la demencia.

Mascotas contra la demencia y el deterioro cognitivo

El estudio longitudinal recurrió a ocho oleadas de datos del SHARE, una encuesta de salud y envejecimiento en Europa (Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe). La intención era evaluar la relación entre la tenencia de mascotas y el funcionamiento cognitivo. En total, participaron adultos de entre 50 y 99 años (con una medida de edad de 63 años) donde había propietarios como no propietarios, con un 39,4 % de ellos teniendo algún animal de compañía.

El objetivo de la investigación, aunque no es el primero de su tipo, sí trataba de aportar luz a una realidad que puede ser más relevante de lo que parece. En ella, analizaron dos ámbitos cognitivos clave. Por un lado, la memoria episódica (como recordar listas o eventos como cumpleaños). En el otro, las funciones ejecutivas (tales como la fluidez verbal o el control mental). El enfoque multivariable del estudio permitía así estudiar los cambios a lo largo del tiempo y compararlos según el tipo de mascota: perros, gatos, aves o peces.

Por qué perros y gatos y no peces y pájaros

Los resultados fueron claros. Los propietarios de perros mostraron un deterioro más lento en la memoria inmediata y diferida. Por su parte, que los dueños de gatos conservaban mejor la fluidez verbal. En cambio, ni los resultados en personas que tenían aves o peces mostraron efectos significativos. En definitiva, el estudio apunta a perros y gatos como posibles protectores del declive cognitivo. Siendo así las únicas mascotas contra la demencia que el estudio habría conseguido identificar, al contrario de otro tipo de animales. No es una cuestión menor. De hecho, en THE OBJECTIVE hemos hablado de manera recurrente a encontrar formas de prevenir la demencia y el deterioro cognitivo.

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Ser el dueño de gatos o perros podría, según los investigadores, elevar la estimulación emocional. ©Freepik.

Respecto al estudio, no es la primera vez que se intenta mesurar directamente el efecto de las mascotas en la salud de sus propietarios. Hay numerosa literatura científica que avala que tener determinado tipo de mascotas –esencialmente perros– repercute positivamente en la salud física de sus dueños. Bajo esa misma premisa, ahora además se busca cómo puede haber una conexión directa entre tener perros y gatos y cómo esto puede reducir el deterioro cognitivo.

Las respuestas estarían en los vínculos y en ciertas activaciones de áreas cerebrales

El estudio no se queda en los datos, sino que intenta avanzar en el porqué. En este sentido, los investigadores propusieron varias hipótesis para explicar por qué los perros y gatos serían especialmente beneficiosos frente a peces o aves. En primer lugar, los perros y gatos generan un vínculo emocional más profundo.

Rostekova, la directora del estudio, sugiere que una conexión sólida con los animales activa la corteza prefrontal, mejora la atención y eleva la estimulación emocional. Además, se han observado aumentos de activación en áreas cerebrales como el giro frontal inferior tras interactuar tanto con perros como con gatos. Motivos ambos que llevarían a esa premisa de que mascotas y demencia podrían tener más que ver de lo que creíamos.

En segundo lugar, este par de especies promueven más actividad social. Los paseos con perros favorecen encuentros casuales y conversaciones; los gatos, aunque menos visibles en la calle, a veces actúan como sustitutos de una red social para personas que viven solas. Además, en el caso del perro, esa mayor actividad física podría repercutir de forma directa en la propia salud cognitiva.

Por último, el estudio señala que especies con menos demanda emocional y cognitiva —como peces o aves— no ofrecen esas ventajas. Las aves podrían perturbar el sueño por ruido y dificultar la recuperación cognitiva, mientras que los peces viven poco y no crearían un vínculo afectivo con la misma fuerza.

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