Evita infecciones urinarias en verano: recomendaciones de una farmacéutica
Muchas mujeres sufren cistitis durante los meses de calor, por lo que conviene atender a los consejos de expertos

Infección de orina | Canva
El verano es sinónimo de vacaciones, playa, piscina y temperaturas elevadas, pero también puede convertirse en la época del año en la que aumentan ciertos problemas de salud, como las infecciones urinarias. Estos episodios, más comunes de lo que se cree, afectan especialmente a mujeres, aunque también pueden darse en hombres y niños. Las condiciones propias de la estación, como el calor, la humedad o el uso prolongado de ropa de baño, crean el caldo de cultivo perfecto para que las bacterias proliferen en la zona íntima y se desencadenen infecciones del tracto urinario.
Cómo prevenir las infecciones urinarias durante el verano
Desde el canal de YouTube Boticonsejos, una iniciativa enfocada en la divulgación de contenido sanitario de calidad, una farmacéutica comparte algunas recomendaciones básicas pero muy eficaces para mantener a raya este tipo de infecciones durante el verano. Con un enfoque didáctico y cercano, el canal busca mejorar la educación sanitaria de la población, y en este caso concreto, pone el foco en la prevención de una afección tan molesta como recurrente.
1. Aumentar la ingesta de líquidos y mantenerse hidratado
El primer consejo que destaca la especialista es la importancia de beber suficiente agua a lo largo del día. La hidratación es clave no solo para el bienestar general del organismo, sino también para ayudar a que el sistema urinario funcione correctamente. Beber más líquidos favorece la producción de orina, lo que a su vez permite una limpieza más frecuente del tracto urinario, arrastrando con ella posibles bacterias que podrían provocar una infección. Es recomendable priorizar el agua frente a otras bebidas, evitando en la medida de lo posible los refrescos azucarados, las bebidas alcohólicas o con cafeína, ya que pueden tener un efecto deshidratante o irritante para la vejiga.
2. No aguantar las ganas de orinar
Otro de los puntos clave señalados por la farmacéutica es la necesidad de orinar con frecuencia y evitar retener la orina durante mucho tiempo. Este hábito, aunque pueda parecer inofensivo, favorece la proliferación de bacterias en el tracto urinario. Acudir al baño cuando el cuerpo lo pide no solo es una forma de cuidar la salud, sino también una manera eficaz de prevenir posibles infecciones. En verano, cuando se pasa más tiempo fuera de casa, es habitual que muchas personas pospongan este momento por incomodidad o falta de acceso a baños limpios, pero hacerlo con regularidad es esencial.

3. Usar ropa interior de algodón y evitar la humedad prolongada
La elección de la ropa también juega un papel importante. Durante los meses de calor, es frecuente el uso de bañadores o bikinis mojados durante horas, especialmente después de ir a la playa o la piscina. La humedad constante en la zona íntima puede alterar la flora vaginal y facilitar el crecimiento de bacterias no deseadas. Por eso, la recomendación es clara: utilizar prendas de algodón, que permitan una mejor transpiración, y cambiarse de ropa mojada lo antes posible tras el baño. Evitar los tejidos sintéticos y ceñidos también ayuda a mantener la zona genital más seca y ventilada.
4. Higiene íntima adecuada con productos específicos
En cuanto a la higiene, es fundamental utilizar productos especialmente formulados para la zona íntima. La farmacéutica insiste en que no se debe emplear cualquier tipo de jabón, ya que muchos contienen ingredientes que pueden alterar el pH natural y provocar irritaciones. Optar por geles íntimos con pH adaptado y propiedades calmantes o protectoras es lo más recomendable. Además, después de la ducha o el baño, es importante secar muy bien la zona, sin frotar en exceso y asegurándose de que no queden restos de humedad.