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El peligro oculto de pasar más de 15 minutos en el inodoro que nadie te había contado

Prevenir estas complicaciones es más fácil de lo que parece, basta con hacer pequeños cambios en la rutina diaria

El peligro oculto de pasar más de 15 minutos en el inodoro que nadie te había contado

Demasiado tiempo en el baño por usar móviles | Canva Pro

Pasar largos periodos de tiempo en el baño, especialmente sentado en el inodoro, puede tener efectos negativos importantes para la salud, advierten los especialistas. Según el Instituto Médico Langle, permanecer más de quince minutos en esta posición aumenta significativamente la presión en el recto y el ano, lo que eleva el riesgo de desarrollar hemorroides, fisuras anales y dolor crónico. Las hemorroides son venas hinchadas en el ano y la parte inferior del recto que pueden provocar dolor intenso, picazón constante e incluso sangrado, complicando la rutina diaria y afectando la calidad de vida.

Por su parte, las fisuras anales son pequeños desgarros en el revestimiento del ano que dificultan las evacuaciones y generan un dolor intenso, que en algunos casos puede derivar en inflamación crónica y la necesidad de tratamiento médico. Además, el hábito de permanecer demasiado tiempo sentado puede contribuir a la debilidad de los tejidos que sostienen los órganos pélvicos, favoreciendo problemas como el prolapso, y afectar la circulación sanguínea en la zona anal, lo que refuerza la importancia de adoptar hábitos de evacuación más saludables y eficientes.

¿Por qué debes dejar este hábito?

Una de las razones por las que muchas personas pasan tanto tiempo en el baño es el uso de teléfonos móviles u otros dispositivos. Revisar redes sociales, leer noticias o ver videos puede extender innecesariamente la estancia en el inodoro, aumentando la presión sobre la región anal y fomentando malos hábitos posturales. Sentarse demasiado tiempo puede parecer inofensivo, pero esta combinación de permanencia prolongada y distracciones digitales tiene efectos que van mucho más allá de la incomodidad. La presión constante en el recto y el ano debilita los tejidos que sostienen los órganos pélvicos, favoreciendo el prolapso, una condición en la que la vejiga, el útero o el propio recto descienden de su posición natural.

Muchas personas pasan demasiado tiempo en el baño por usar móviles u otros dispositivos

Además, dificulta la circulación sanguínea en la zona anal, incrementando el riesgo de trombosis hemorroidales, coágulos dolorosos dentro de las hemorroides, y contribuye al estreñimiento y la transferencia de bacterias, generando un círculo de problemas que afectan directamente la salud intestinal. Y es que el esfuerzo excesivo durante la evacuación puede provocar fisuras anales, lesiones que generan dolor intenso y complican aún más el tránsito intestinal, favoreciendo inflamaciones crónicas. Los especialistas recomiendan prestar atención a las señales del cuerpo, evitar la presión innecesaria y mantener hábitos de alimentación que faciliten la digestión, protegiendo así la salud intestinal y pélvica a largo plazo.

La buena noticia: no hay evidencia de riesgo de parálisis

A pesar de lo que algunos titulares sensacionalistas puedan indicar, no existen informes de la Organización Mundial de la Salud ni de asociaciones neurológicas que respalden que permanecer demasiado tiempo en una posición flexionada pueda afectar la circulación de la médula espinal. La prevención de lesiones medulares se centra en evitar mecanismos de daño directo, como fracturas, compresiones de la columna o traumatismos que comprometan el cordón medular, situaciones que requieren impactos mucho más severos que simplemente sentarse en el inodoro. Por lo tanto, la idea de que pasar 15 minutos en esta posición pueda causar parálisis carece de cualquier fundamento médico. Mantener una postura relajada y cómoda durante la evacuación es suficiente para proteger la columna, y no hay evidencia que vincule este hábito cotidiano con problemas neurológicos graves, aunque sí es recomendable prestar atención a la postura y evitar esfuerzos excesivos para cuidar la salud intestinal y pélvica.

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