Sara Marín, médico: «Este alimento daña tu intestino y deberías evitarlo»
Mantener saludable tu sistema digestivo es fundamental, porque de su equilibrio depende tu bienestar integral

Sara Marín berbell | Cedida
¿Te acuerdas de la película de Disney Wall·E? Ese robot pequeñito que recogía la basura y la transformaba en algo útil. Pues algo parecido ocurre dentro de tu intestino, aunque en lugar de basura, lo que circula son los restos de tu alimentación. Según la doctora Sara Marín, nuestro intestino es un verdadero ecosistema, un “pueblecito” habitado por millones de bacterias, cada una con un rol específico: barrenderos que limpian, médicos que protegen y empresarios que producen energía. Y como cualquier comunidad, necesitan ser alimentadas correctamente para poder trabajar en armonía.
Cuando las bacterias que habitan en nuestro intestino reciben los alimentos adecuados, hacen algo extraordinario: transforman los alimentos en sustancias conocidas como ácidos grasos de cadena corta. Para entenderlo de manera sencilla, se trata de vitaminas propias que tu cuerpo fabrica de manera natural, así lo explica la experta en salud. Y es que estos ácidos grasos cumplen múltiples funciones esenciales: fortalecen el sistema inmunitario, reducen la inflamación, protegen la integridad del intestino y, sorprendentemente, influyen en el estado de ánimo. «El intestino y el cerebro están conectados como un tren de alta velocidad, y lo que sucede en uno repercute en el otro», explica Marín.

El problema surge cuando las bacterias reciben el alimento equivocado. Según la doctora, el azúcar y los ultraprocesados actúan como un verdadero veneno para el intestino. No solo dejan de generar sustancias beneficiosas, sino que además alimentan a los vecinos “problemáticos” de este pueblecito: bacterias que fomentan inflamación, molestias digestivas y un sistema inmunitario debilitado. En lugar de cuidarte, estas bacterias alteran el equilibrio interno y provocan un caos silencioso que afecta a todo el organismo.
Tres pilares para un intestino saludable, según Marín
La buena noticia es que el intestino puede recuperarse y prosperar si le proporcionamos los alimentos adecuados. La doctora Marín propone tres pilares fundamentales: fibra, fermentados y grasas saludables. La fibra, presente en frutas, verduras y legumbres, actúa como alimento directo para las bacterias beneficiosas, estimulando su actividad y promoviendo la producción de ácidos grasos de cadena corta. Los alimentos fermentados, como el yogur o el kéfir, introducen probióticos que refuerzan la diversidad bacteriana y potencian la digestión. Finalmente, las grasas saludables, presentes en el aceite de oliva, los frutos secos y algunos pescados, ayudan a mantener la membrana intestinal fuerte y a reducir la inflamación.

Marín enfatiza que esta no es solo una cuestión digestiva. «Cuando tu intestino funciona correctamente, tu cuerpo entero lo nota: más energía, mejor ánimo, menos inflamación y un sistema inmunitario más robusto», señala. Y, como en Wall·E, el secreto está en lo que les das a tus pequeños trabajadores: si les proporcionas buenos recursos, ellos transforman esos alimentos en bienestar para ti. Por eso, la próxima vez que elijas qué comer, imagina tu ‘pueblo interior’. Cada bocado que consumes puede ser un impulso de salud o un paso hacia el desequilibrio. Escoger fibra, fermentados y grasas saludables no es solo una moda nutricional, es una inversión directa en tu bienestar. Según la doctora Marín, entender y respetar esta conexión es la clave para vivir con un intestino fuerte, una mente tranquila y un cuerpo en equilibrio.