Adiós al mal olor en los trapos de cocina: la mezcla de vinagre y bicarbonato es la solución
Si quieres, puedes lavarlos después con jabón neutro para eliminar cualquier resto de suciedad

Un paño de cocina. | Canva
Los malos olores que quedan en los trapos de cocina son muy desagradables. Y, muchas veces, aunque los lavemos con frecuencia ese olor desaparece al poco tiempo, o se nota sobre todo cuando no dejamos reposar los paños tras limpiarlos.
Además, las fibras del tejido especialmente si el trapo se queda húmedo o mal secado retienen estos gérmenes de forma más intensa, haciendo que incluso al lavar con detergentes fuertes. Para evitar que esto pase, es útil contar con remedios caseros que eliminen tanto el olor como la fuente, y adoptar hábitos que impidan que ese olor vuelva a instalarse.

El remedio para eliminar el mal olor
Un método muy eficaz consiste en usar una mezcla de vinagre blanco, bicarbonato de sodio y la acción del sol. Para ello, llena cubo con con agua caliente. Añade media taza de vinagre blanco al agua. Y sumerge los trapos sucios en esta solución, dejándolos en remojo durante unos 15 minutos.
Después del primer remojo, agrega dos cucharadas de bicarbonato de sodio al deja. Y deja los trapos en remojo al menos 30 minutos más. Entonces, enjuaga con abundante agua limpia. Finalmente, seca los trapos al sol. La luz solar no solo ayuda a evaporar la humedad, sino que tiene efecto desinfectante natural y blanquea ligeramente.
Otros remedios para los paños de cocina
Existen otras técnicas caseras que pueden ayudar:
- Agua hirviendo: verter agua casi hirviendo sobre el trapo puede matar muchos microorganismos.
- Lavado con lejía suave (diluida): una pequeña cantidad de lejía diluida en agua puede desinfectar eficazmente. Es importante enjuagar muy bien después para que no quede olor residual ni dañe el tejido.
- Uso de limón: frotar con medio limón o añadir zumo de limón al enjuague del lavado puede dejar un aroma fresco.
- Vinagre en el lavado habitual: ayuda a neutralizar olores y desinfectar los tejidos.
- Bicarbonato solo: absorbe olores y suaviza el agua, ayudando al detergente.
Cómo evitar que cojan mal olor
Prevenir es tan importante como remediar. Por eso, es importante secarlos no dejar los trapos mojados amontonados o en el fregadero. Además, los paños que usas a diario deberían lavarse cada dos o tres días, o antes si ya huelen mal. En exceso o con fragancias muy fuertes si luego no los secas bien, porque estas fragancias pueden mezclarse con olores de humedad y convertirse en algo desagradable. Aprovechar el sol siempre que se pueda.
Lo más importante es adoptar buenos hábitos: lavar con frecuencia, secar bien y rotar los paños. Con estos cuidados, tus trapos siempre estarán limpios, sin olores molestos, y más higiénicos para ti y los tuyos.