Miri Pérez (Supervivientes): «Me encantan las fresas porque son antioxidantes y absorben el hierro»
Esta fruta es un verdadero ejemplo de cómo la naturaleza combina sabor, salud y curiosidad científica

Fresas | Canva
La televisión y la divulgación nutricional se han dado la mano en más de una ocasión, pero pocas veces con tanta frescura como lo ha hecho Miri Pérez, exconcursante de MasterChef y actual participante de Supervivientes. Con su estilo espontáneo y cercano, Miri se ha convertido en una voz que, además de entretener, aporta curiosidades sobre el mundo de la alimentación. En uno de sus últimos vídeos en redes sociales, habló sobre las propiedades y beneficios de las fresas, «Las fresas son antioxidantes y ayudan a absorber el hierro». Lejos de tratarse de una frase improvisada, lo cierto es que la concursante tiene razón. La fresa, ese fruto asociado a la primavera y a los postres ligeros, guarda secretos que muchos desconocen. Desde su peculiar clasificación botánica hasta su papel en la nutrición diaria, el alimento se revela como mucho más que un simple capricho dulce.
La fresa, una flor disfrazada de fruto
Aunque en el lenguaje común se las catalogue como frutas, en realidad las fresas no lo son en sentido estricto. Desde un punto de vista botánico, la parte carnosa y roja que consumimos corresponde al receptáculo floral engrosado, es decir, una flor que ha cambiado de aspecto y textura tras la fecundación. Los verdaderos frutos son esos pequeños puntitos amarillentos que se observan en la superficie, conocidos como aquenios. Cada uno de esos diminutos granitos contiene una semilla, lo que convierte a la fresa en un caso único dentro del reino vegetal. Esta curiosidad, que a menudo sorprende al público general, refleja la riqueza de la botánica aplicada a la vida cotidiana.

Un cóctel natural de vitamina C, fibra y antioxidantes
El entusiasmo de Miri Pérez por las fresas no es casual. Estas pequeñas joyas rojas destacan por su composición nutricional. Su aporte de vitamina C es notable, hasta el punto de rivalizar con cítricos como la naranja o el kiwi. Una ración de 100 gramos de fresas puede cubrir más de la mitad de las necesidades diarias de esta vitamina, fundamental para el buen funcionamiento del sistema inmunitario y la producción de colágeno. Además, su alto contenido en fibra ayuda a regular el tránsito intestinal, mientras que sus compuestos antioxidantes, como los flavonoides y las antocianinas, actúan combatiendo los radicales libres y retrasando el envejecimiento celular. De ahí que se suelan recomendar en dietas orientadas a la prevención de enfermedades cardiovasculares y al mantenimiento de una piel sana.
Pero la afirmación de que las fresas ayudan a absorber el hierro también tiene fundamento. La vitamina C presente en ellas potencia la biodisponibilidad de este mineral, especialmente en fuentes vegetales como las lentejas o las espinacas. Tomar fresas como postre después de una comida rica en hierro no hemo (el que procede de alimentos vegetales) puede mejorar notablemente su absorción. Un ejemplo sencillo de cómo la combinación de alimentos puede multiplicar sus beneficios.
El truco casero para conservarlas más tiempo
Otro aspecto que Miri Pérez no pasó por alto en su vídeo fue la forma correcta de conservar las fresas, un detalle práctico que puede marcar la diferencia en la cocina diaria. Debido a su alto contenido en agua y a su delicada piel, estas frutas son especialmente sensibles a la humedad y al contacto entre ellas, lo que favorece la aparición de moho. El consejo más eficaz es guardarlas en la nevera, pero nunca apiladas. Lo ideal es extenderlas en una bandeja o recipiente amplio, preferiblemente sobre papel absorbente, de manera que cada pieza quede separada. De esta forma se reduce la humedad acumulada y se alarga su vida útil unos días más, evitando la desagradable sorpresa de abrir la nevera y encontrarlas estropeadas.