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Setas comestibles y tóxicas en Galicia: guía para una recogida segura en otoño

Estas especies conforman una selección segura si se conocen bien sus rasgos morfológicos

Setas comestibles y tóxicas en Galicia: guía para una recogida segura en otoño

Setas. | Canva

El otoño en Galicia es la estación por excelencia para los amantes de la micología: la humedad de los bosques, las lluvias moderadas y las temperaturas suaves crean el escenario ideal para que las setas broten en abundancia. Para evitar riesgos, es fundamental contar con guías fiables, acudir a asociaciones micológicas y aplicar criterios seguros en la identificación.

En Galicia, existen numerosas especies aptas para el consumo. Es muy importante diferenciarlas de las venenosas para prevenir investigaciones:

  • Macrolepiota procera: tiene sombrero grande con escamas pardas, láminas blancas, con un anillo móvil y un ligero ensanchamiento en la base del pie. Se encuentra en praderas, claros de bosque y márgenes de caminos.
  • Boletus edulis: en lugar de láminas, posee poros en la cara inferior del sombrero. Los colores de los poros pueden variar entre blanco, amarillo, verde pálido o marrón. El tallo de la seta también es comestible.
  • Agaricus campestris: aparece en praderas, zonas verdes e incluso en terrenos donde pastan animales. Tiene un aroma agradable y unas láminas rosadas.
  • Cantharellus lutescens / Cantharellus tubaeformis: son pequeñas, aromáticas y muy apreciadas en cocina.
  • Cantharellus cibarius: es una seta delicada que puede emplearse en elaboraciones más sofisticadas.
  • Lactarius deliciosus: de color naranja en su cutícula, puede mostrar tonos verdosos por roce o fricción.

Cómo diferenciarlas de las tóxicas

Para distinguir con seguridad una seta comestible de una venenosa, conviene aplicar varios criterios combinados. Ningún rasgo aislado es infalible, pero la combinación de varios puede aumentar la seguridad:

  • Anillo y volva: algunas setas peligrosas tienen un anillo notable o restos de volva (estrías o bulbo en la base del pie).
  • Color del sombrero y cambios al tacto: las setas venenosas pueden mostrar colores engañosos (verdes, oliva, amarillentos).
  • Color de las láminas vs esporas: observa el color de las láminas (o el himenio) y las esporas. Muchas setas comestibles tienen esporas blancas, crema o claras.
  • Olor: las buenas setas comestibles emiten aromas agradables, a veces frutales o dulces.
  • Hábitat y suelo: saber en qué tipo de terreno crece cada especie es útil.
  • Reacción al corte: algunas setas cambian de color al cortar el cuerpo.

Además, conviene comparar ejemplares con guías micológicas locales, acudir a asociaciones micológicas gallegas o pedir verificación profesional en casos de duda. Jamás consumir setas de las que no estés seguro al 100%.

Setas no aptas para el consumo

Aunque la lista de especies peligrosas es extensa, mencionamos algunas de las más peligrosas o frecuentes en Galicia:

  • Amanita phalloides: es la seta más temida entre los recolectores. Tiene un color verde oliva (o verde amarillento), carne blanca, un anillo tipo falda y un engrosamiento bulboso en la base del piel.
  • Paxillus involutus: era considerada comestible para consumo muy controlado, pero hoy en día se cataloga como muy tóxica.
  • Tricholoma equestre: conocida como “seta de los caballeros”, se ha retirado de la comercialización y ya no se considera segura.

Identificar bien las especies comestibles y conocer los rasgos que las distinguen de las venenosas son pasos imprescindibles para minimizar riesgos. Si eres principiante, acude a salidas guiadas, lleva guías confiables, toma fotografías y compara con ejemplares determinados por especialistas antes de consumir cualquier seta.

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