Virginia Suárez, ginecóloga: «Descubro muchas infidelidades por el contagio de ETS»
Estas declaraciones de la doctora no solo abren una reflexión sanitaria, sino también humana

Virginia Suárez. | TikTok.
En el silencio amable del consultorio ginecológico se producen conversaciones que no siempre se refieren únicamente a la salud. Para Virginia Suárez, ginecóloga con años de experiencia clínica y presencia divulgativa en redes sociales, ese espacio se ha convertido en una puerta hacia confidencias inesperadas. «La cantidad de infidelidades que destapo en consulta es heavy», afirma con crudeza.
En muchas ocasiones, el proceso comienza con algo aparentemente banal: un cambio de flujo, un dolor leve, una molestia durante las relaciones. Suárez detalla que sus pacientes le comentan frases como «llevo varios días notándome un flujo un poco distinto, que me huele fuerte», seguido de «dolor en la tripa o molestias con las relaciones». Ante esos síntomas, cambio de olor, flujo diferente, molestias pélvicas, el protocolo es claro: exploración ginecológica, realización de una ecografía para descartar quistes u otras alteraciones en útero y ovarios, y toma de muestra (exudado) para análisis. Suárez describe este paso médico inicial con la sencillez de quien lo ha hecho miles de veces.
Diagnósticos que revelan más de lo esperado
Lo que muchas veces aparece en los resultados es diagnóstico de una infección de transmisión sexual (ITS) reciente: clamidia o gonorrea. Suárez señala que «no es una infección que la paciente haya tenido durante meses o años; suele manifestarse en semanas o, como mucho, un mes». Y es precisamente ese detalle temporal lo que abre una puerta a otra lectura del dato clínico: «La mayor parte de las veces son pacientes con relaciones estables. Entonces, claro: tú tienes una pareja, y de repente ves que tienes una infección por clamidia; pues blanco y en botella».

Aunque el diagnóstico de una ITS no implica automáticamente una infidelidad, y así lo advierte la doctora en otros comentarios, en la práctica clínica, esos hallazgos funcionan como un indicador que raramente miente. Desde el punto de vista médico, el hallazgo debe centrarse en el tratamiento, la prevención y la salud sexual. Pero Suárez no oculta el componente humano, emocional, que acompaña esas consultas: la sorpresa, la tristeza, la duda, incluso el silencio del paciente. En su rol, Suárez actúa también como confidente sin bajar la guardia profesional.
Las cifras que respaldan la alarma
Los relatos de Suárez tienen un respaldo estadístico. Según los últimos datos del Instituto de Salud Carlos III, las infecciones de transmisión sexual entre 2021 y 2023 han aumentado significativamente: la gonorrea creció un 42,6 % y la sífilis un 24,1 %. Este contexto general legitima la creciente exposición de la salud sexual como un reflejo de comportamientos personales, sociales y de pareja.

El mensaje de Suárez es doble: por un lado, subraya la relevancia de la educación sexual, del diagnóstico temprano y del tratamiento adecuado. Por otro, pone de manifiesto que muchas relaciones “estables” no están exentas de riesgos que trascienden lo físico, y que la confianza no sustituye a la prevención. Para las parejas, la recomendación es clara: mantener la comunicación abierta, acudir a revisión cuando aparecen síntomas, y no olvidar que un diagnóstico no solo es un episodio médico, sino también emocional. Para los profesionales sanitarios, la historia de Suárez es un recordatorio de que su rol muchas veces trasciende lo técnico: el consultorio se convierte en un espacio de confesión, de descubrimiento, de revelación.
Al poner palabras en voz alta, Virginia Suárez confirma lo que muchas veces se susurra en silencio: la consulta ginecológica no solo atiende útero, ovarios o flujos, atiende también historias de vida. Y cuando un análisis da positivo para clamidia o gonorrea en alguien que cree mantener una fidelidad inquebrantable, ese resultado deja de ser “solo médico” y se convierte en espejo de una realidad que estaba más oculta de lo que parecía. Suárez lo resume sin eufemismos: «La cantidad de infidelidades que destapo en consulta es heavy».
 
        