The Objective
Lifestyle

La masturbación en la menopausia: una aliada del bienestar emocional y la salud sexual

Reconectar con una misma a través del placer es también una forma de reconciliarse con la vida

La masturbación en la menopausia: una aliada del bienestar emocional y la salud sexual

Grupo de mujeres | Canva pro

Durante años, la menopausia ha estado envuelta en un halo de silencio y estigma. Se la ha asociado con el final de la vida fértil, la pérdida del deseo y un descenso en la vitalidad. Sin embargo, los avances en investigación y la voz de expertas están desmontando este relato. Un reciente estudio impulsado por el Kinsey Institute y apoyado por la marca Womanizer evidencia que la masturbación puede ser una herramienta poderosa para mejorar el bienestar emocional y la percepción del propio cuerpo durante esta etapa.

Conectar con el cuerpo para recuperar el placer y la autoestima

La sexóloga colaboradora con Womanizer, Ana Lombardía, destaca que «conocer mi cuerpo y saber disfrutar de él hace que me sienta mejor conmigo misma, me mejore mi estado de ánimo, mi autopercepción y la forma en la que me relaciono con los demás». En su experiencia, esta conexión corporal y emocional contribuye a que las mujeres en la menopausia se sientan más empoderadas, visibles y seguras de su papel en la sociedad. «Este reconocimiento interno se traduce en una felicidad autopercibida más alta y en una sensación de fortaleza que impacta en todos los ámbitos de la vida», añade.

A pesar de los beneficios, Lombardía subraya que muchas mujeres aún viven el autoplacer con culpa o vergüenza. «El tabú sigue muy presente. La clave está en la educación sexual, en hablar abiertamente de la masturbación y en normalizarla en los medios y en las redes», explica. Para la experta, es necesario naturalizar el placer femenino y desligarlo de la idea de pecado o indecencia. «Si se vuelve algo divertido regalar un juguete erótico, si se habla de sus beneficios o se comparte desde el humor y la cercanía, cada vez más mujeres se sentirán libres de disfrutar de su cuerpo», sostiene.

Mujeres

Cómo afecta el orgasmo

El estudio también subraya la relación directa entre el orgasmo y el bienestar emocional. Durante la excitación y el clímax, el cuerpo femenino libera un cóctel de hormonas que tiene efectos positivos tanto en el estado de ánimo como en la calidad del sueño. Lombardía lo describe como una «auténtica tormenta química en el cerebro». Entre las sustancias implicadas se encuentran las endorfinas, que actúan como analgésicos naturales, reducen la tensión y generan placer; la dopamina, asociada con la motivación y la recompensa; y la oxitocina, conocida como la “hormona del vínculo”, que fortalece el sentimiento de conexión y afecto, tanto hacia la pareja como hacia una misma.

El impacto de esta liberación hormonal es tangible. Muchas mujeres reportan mayor sensación de calma, menor ansiedad y un descanso más reparador tras practicar la masturbación de forma regular. «Después del orgasmo, el cuerpo experimenta una relajación profunda. Esa combinación neuroquímica favorece la regulación emocional y mejora la percepción del propio bienestar», puntualiza Lombardía.

Beneficios fisiológicos y neurobiológicos comprobados

La ginecóloga Miriam Al Adib, también colaboradora con Womanizer, coincide en que la estimulación sexual regular tiene efectos medibles en la salud física y emocional durante la menopausia. «El estudio clínico del Kinsey Institute observó que la masturbación, especialmente cuando incluye el orgasmo, se asocia con una mejoría de síntomas como el insomnio, la irritabilidad, la ansiedad o la fatiga», señala.

Estos efectos se explican, según la especialista, por la activación del nervio vago, que regula el equilibrio del sistema nervioso autónomo. «Cuando este equilibrio se mantiene, mejora la respuesta al estrés, se regula el sueño y se estabiliza el estado emocional», añade. Sin embargo, Al Adib advierte que no se trata de un remedio inmediato ni universal. Los beneficios aparecen con la práctica constante, dentro de un enfoque de autocuidado integral.

Una práctica complementaria a otros tratamientos

«La masturbación puede considerarse una herramienta segura y accesible que contribuye al bienestar, siempre que se realice de forma libre, sin dolor ni obligación», explica Al Adib. En la mayoría de los casos no existen contraindicaciones médicas, salvo situaciones específicas como dolor pélvico sin diagnóstico o infecciones activas, en las que conviene consultar previamente. La ginecóloga también señala que el autoplacer puede combinarse con otras intervenciones eficaces para el manejo del síndrome climatérico: lubricantes o hidratantes vaginales para aliviar la sequedad, fisioterapia del suelo pélvico en casos de dolor, terapia hormonal si está indicada, ejercicio físico regular y buenos hábitos de descanso y alimentación. «No sustituye a los tratamientos cuando son necesarios, pero sí puede sumar en la regulación neuroendocrina y en la reconexión con el propio cuerpo», afirma.

El autoplacer como acto de empoderamiento

La masturbación, por tanto, emerge como un acto de autoconocimiento, autocuidado y afirmación personal. No solo tiene implicaciones fisiológicas, sino también psicológicas y sociales. En palabras de Ana Lombardía, «cuando una mujer se siente cómoda con su cuerpo y con su placer, se libera de miedos y prejuicios, y eso se refleja en su manera de estar en el mundo». En una etapa de la vida que aún carga con estigmas, redescubrir el placer propio puede ser una forma de reivindicar el bienestar y el deseo como derechos universales. La menopausia no es el final del erotismo, sino el inicio de una relación más madura, libre y consciente con el propio cuerpo.

Publicidad