La intuición: por qué esa sensación de que algo no encaja suele tener razón, según la psicología
El cerebro desarrolló la capacidad de identificar señales de riesgo y anticiparse a ellas sin pasar por un proceso de razonamiento
Mujer con intuición | Canva pro
La intuición es una de esas capacidades humanas que actúan en silencio, pero con una precisión que a menudo sorprende. Esa sensación de que algo no encaja, aunque no sepamos explicar el motivo, no aparece por casualidad. Según explica Virginia Frutos Psicóloga, cuando la intuición se manifiesta es porque el cerebro ya ha realizado un cálculo complejo a partir de información que todavía no ha llegado a la conciencia.
El cerebro decide antes que las palabras
La psicología y la neurociencia coinciden en que el cerebro procesa una enorme cantidad de estímulos de forma automática. Microexpresiones faciales, incoherencias en el discurso, cambios sutiles en el ambiente o recuerdos de experiencias pasadas se integran en fracciones de segundo. Ese procesamiento inconsciente permite anticipar riesgos o detectar incongruencias mucho antes de que podamos razonarlas de forma lógica. Virginia Frutos Psicóloga señala que la intuición es precisamente el resultado de esa operación mental avanzada, que ocurre sin esfuerzo consciente y se traduce en una sensación clara. Lejos de ser un fenómeno irracional, la intuición se apoya en la memoria y el aprendizaje. Cada experiencia vivida deja una huella, y el cerebro la utiliza como referencia para interpretar situaciones nuevas. Por eso, en muchos casos, la intuición acierta incluso cuando la información disponible parece insuficiente.
¿Cómo distinguir entre un impulso emocional y una intuición real?
Desde una perspectiva evolutiva, la intuición ha sido esencial para la supervivencia. Antes de que existiera el pensamiento analítico elaborado, los seres humanos dependían de respuestas rápidas para identificar amenazas o tomar decisiones urgentes. El cerebro aprendió a reconocer patrones peligrosos sin necesidad de reflexión consciente. Hoy ese mismo mecanismo sigue funcionando, aunque adaptado a contextos sociales, laborales y emocionales mucho más complejos.
Uno de los errores más comunes es confundir intuición con emoción pasajera. Según Virginia Frutos Psicóloga, esta confusión puede llevar a decisiones equivocadas. Las emociones impulsivas suelen ser intensas, inestables y reactivas. Aparecen y desaparecen con rapidez y están muy influidas por el estrés, el cansancio o situaciones recientes. La intuición, en cambio, se caracteriza por su tono sereno. No empuja ni genera urgencia, simplemente permanece. Cuando una sensación se mantiene con el paso de los días, incluso después de que la emoción inicial se haya calmado, es más probable que estemos ante una señal intuitiva. La ciencia apoya esta diferencia y muestra que los impulsos emocionales activan principalmente el sistema límbico, mientras que la intuición implica redes neuronales más amplias relacionadas con la memoria y la evaluación de patrones.
Escuchar sin idealizar
En el ámbito terapéutico, muchos profesionales coinciden en que la intuición debe ser escuchada, pero no idealizada. Virginia Frutos Psicóloga insiste en que no se trata de seguirla de forma ciega, sino de integrarla con el pensamiento crítico. Ignorarla por completo puede conducir a repetir errores o a permanecer en situaciones que generan malestar, mientras que darle un valor absoluto puede ocultar miedos o creencias no resueltas. Aprender a distinguir entre una intuición genuina y una reacción emocional requiere autoconocimiento. Observar el contexto en el que surge, prestar atención a las sensaciones corporales y analizar su coherencia en el tiempo son claves para interpretarla con mayor claridad.
En una cultura que prioriza la lógica inmediata y la explicación racional constante, la intuición ha sido relegada a un segundo plano. Sin embargo, cada vez más investigaciones y profesionales como Virginia Frutos reivindican su valor como una forma sofisticada de inteligencia. No grita, no dramatiza y no exige respuestas rápidas. Simplemente informa.