Primeras citas: cómo identificar a alguien capaz de una relación sana, según la psicóloga Sánchez
En un mundo donde las primeras impresiones se centran en lo inmediato, esta perspectiva propone un cambio profundo

Pareja de enamorados | Canva pro
Las primeras citas suelen estar envueltas en nervios, expectativas y una mezcla de ilusión y curiosidad. Sin embargo, según la psicóloga Guada Sánchez, muchas personas cometen el error de centrarse únicamente en la atracción inmediata, la química o en intentar “encantar” a la otra persona. «Las primeras citas son para observar, no para imaginar; no para ver si le encantas, ni si hay química, sino para averiguar si esa persona puede establecer un vínculo sano», explica Sánchez. Esta reflexión marca un cambio de paradigma en cómo abordar los inicios de una relación y pone el foco en la calidad del vínculo más que en la emoción del momento.
Priorizar la capacidad de un vínculo saludable
En los primeros encuentros, la prioridad no debería ser evaluar si la otra persona es divertida, atractiva o compatible en gustos superficiales. En palabras de Sánchez, lo importante es determinar si la persona que tenemos enfrente tiene la capacidad de generar una relación saludable. Esto requiere un esfuerzo consciente: se trata de recopilar información real, de mirar a la persona de manera genuina y no solo a través de los propios deseos o expectativas. Muchas veces, señala la psicóloga, «las citas se viven viendo a nosotras mismas a través de los ojos del otro», y se pierde la oportunidad de conocer quién está realmente frente a nosotros.
El enfoque recomendado por Sánchez se centra en la observación activa y la curiosidad. Esto implica preguntar y escuchar con atención, no solo para llenar el silencio o mantener una conversación agradable, sino para entender quién es la otra persona, qué busca, qué valores tiene y cómo maneja sus emociones. En otras palabras, se trata de evaluar si existe la capacidad de autorregulación emocional, si hay conciencia de sí mismo y si es capaz de sostener una comunicación sana y respetuosa.

Más allá de ‘hobbies’ y química: las vértebras de la relación
Estos aspectos, que podrían parecer abstractos o demasiado serios para los primeros encuentros, son en realidad la base de cualquier relación sólida. Según Sánchez, enfocarse en ellos desde el principio evita sorpresas desagradables más adelante. «No se trata de buscar hobbies en común o planes divertidos, aclara, se trata de identificar las ‘vértebras’ de una relación sana y funcional, que son otras». Hacerlo desde las primeras semanas permite tomar decisiones más conscientes, en lugar de dejarse llevar únicamente por el enamoramiento inicial, que puede nublar la percepción sobre la realidad de la relación.
Observar a la persona que tenemos enfrente significa fijarse en cómo se relaciona con su entorno, cómo gestiona sus emociones y cómo se comunica, pero también en su curiosidad por conocernos de manera auténtica. ¿Está dispuesto a escuchar, a interesarse por nuestras opiniones, a mostrar respeto por nuestros límites? ¿Es capaz de reconocer sus errores y aprender de ellos? Estos son indicios de madurez emocional y de que la relación tiene potencial para ser saludable.
Evitar idealizaciones y proyectar fantasías
Sánchez también advierte sobre la tendencia común de idealizar a la otra persona o anticipar escenarios futuros sin fundamentos reales. Esta actitud puede llevar a proyectar fantasías sobre la relación, en lugar de valorar lo que existe en el presente. Las primeras citas, entonces, se convierten en un laboratorio de observación: cada gesto, cada conversación y cada reacción aporta información sobre la compatibilidad real y la posibilidad de un vínculo estable.
