Por qué no debes tirar las cajas de tus cosméticos cuando los estrenas: cinco razones

¿Qué haces cuando estrenas un nuevo cosmético? Lo más normal es abrir el producto, sacar el frasco y tirar la caja. Como mucho, quizás antes de tirarla leas cómo hay que utilizarlo. ¿Hemos acertado? Normal, es el gesto más habitual entre los consumidores de belleza pero tenemos que decirte que con este acto involuntario te estás perdiendo información muy valiosa para sacarle el máximo partido a tu compra.

Parece que el hombre no está hecho para leer instrucciones, ya sean las de un electrodoméstico o la de un cosmético. Damos por hecho que no son necesarias y que, por la propia inercia y los conocimientos previos, vamos a saber todo lo necesario acerca de nuestra nueva adquisición. Si nos preguntamos qué información recoge la caja de un producto de belleza, se nos viene a la mente la firma, el nombre del cosmético y hasta la cantidad que incluye. Sin embargo, las cajas de los productos beauty  incluyen otra información adicional que es de mucho valor y que en ciertos momentos vas a agradecer conocerla.

Desde THE OBJECTIVE nos hemos propuesto que cambies tus hábitos y empieces a guardar las cajas de tus cosméticos después de estrenarlos. Para conseguirlo, hemos hablado con varias expertas que nos van a hacer un recorrido por los detalles más importantes en los que debemos de fijarnos en los envases de cosmética.

1) La fecha de caducidad

Al igual que sucede con los alimentos o los medicamentos, el envase del cosmético también recoge la fecha de caducidad del producto que contiene. Pasado el tiempo impreso en la caja, la firma no garantiza la calidad del producto que hemos comprado. Normalmente esto pasa «porque sus ingredientes habrán pasado el periodo de vida estable», explica Mireia Fernández, directora técnica de Omorovicza.

También puede suceder que en la caja no aparezca ninguna fecha de caducidad. ¿Significa eso que nos están engañando, ocultando información o se les ha olvidado? La verdad es que no. Cuando un cosmético no incluye una fecha concreta es porque su caducidad es superior a 30 meses. «Cuando se pasa esta frontera de tiempo, la Unión Europea no exige especificar la fecha porque, es tanto tiempo, que sería difícil concretarla», explica Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.

Además, cuando el envase no nos informa de la fecha de caducidad es porque se sobreentiende que el producto se ha consumido dentro de esos 30 meses que marcaría la ley. Debemos de tener en cuenta que un cosmético que se usa de forma continuada tiene una duración media de entre tres y seis meses.

2) El PAO

Con este nombre seguro que aún no has caído en lo que estamos hablando. Se trata de las siglas de la expresión inglesa Period After Opening y muchas veces se confunde con la fecha de caducidad pero son dos datos muy diferentes. La diferencia es que la fecha de caducidad se refiere al periodo de vida de un producto, da igual si éste está cerrado o ya se está consumiendo. Sin embargo, «el PAO nos indica cuánto tiempo estará el producto en condiciones óptimas una vez abierto», puntializa Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.

Podemos hacer un paralelismo con los alimentos. El PAO sería como aquella información que podemos ver en algunos envases en los que leemos algo similar a ‘una vez abierto, mantener refrigerado durante X días’.

El PAO es muy fácil de localizar. Siempre viene indicado con el símbolo de un tarro abierto donde se refleja un número y una letra M. Es toda la información que necesitamos ya que nos están informando de «la cantidad de meses que el producto puede estar abierto», puntualiza Estefanía Nieto, directora técnica de Medik8.

3) Precauciones

Las cajas de los productos cosméticos indican, en la mayoría de las ocasiones, cómo utilizarlo. Tanbién es recomendable que reflejen algunas precauciones que debemos de tener en cuenta durante su uso. Normalmente no las leemos porque tenemos la idea generalizada de que esa información es siempre la misma. Estamos hartos de leer eso de que el cosmético no debe entrar en contacto con el interior del ojo y que, si eso ocurre, se debe aclarar bien. Pero, como indica Marta Agustí, directora técnica de Boutijour, también podemos encontrar información muy interesante por si tenemos alguna reacción al cosmético.

Además, esta sección nos puede indicar otros aspectos importantes del producto. Una de las más comunes es la recomendación de realizar una prueba del cosmético en alguna zona de la piel. Se suele elegir un área poco visible para ver si reacciona con algún efecto secundario no deseado. Aunque tengamos muchas ganas de probar el producto, lo mejor es seguir este consejo. Primero realiza una prueba para confirmar que no vas a tener un resultado perjudicial para tu salud o aspecto.

4) Lista de ingredientes

Otra de las informaciones valiosas que podemos descubrir en la caja de nuestros cosméticos son los ingredientes que contiene el producto. En los envases encontraremos el listado con todos los componentes del cosmético… pero puede que no lo entendamos del todo bien. «El listado de ingredientes aparece siempre en inglés según las nomenclaturas que se han acordado internacionalmente para cada componente cosmético», explica Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.

Eso significa que tendrás que tirar de traductor o deducir por la similitud con su nombre el castellano. Así sabrás si el cosmético que has comprado contiene ese ingrediente que buscabas. Además, no solo es importante la aparición del elemento en la composición, también influye mucho su cantidad. Es un factor fundamental para determinar si un cosmético es más o menos eficiente. Para saberlo, podemos tirar de un truco muy sencillo. Si quieres saber si tu producto incluye más o menos activo del que anuncia en sus titulares debes saber que «los ingredientes se listan siempre de mayor a menor, según el porcentaje que ocupa ese componente en la fórmula», añade Ferreiro. Eso sí, puede suceder que dos ingredientes tengan el mismo porcentaje de importancia en la formulación. En estos casos, es la marca quien decide qué componente coloca en primer lugar según sea su estrategia comercial.

Pero los ingredientes también pueden ser completamente incomprensibles porque las firmas están obligadas a incorporar en las cajas el nombre científico del componente. Cuando se quiere vender un determinado ingrediente, la marca lo menciona en el envase con el nombre con el que es popularmente conocido. Por ejemplo, un producto puede decir que tiene vitamina C pero en su listado de ingredientes debe de concretar exactamente qué tipo de vitamina C. Es bueno conocer esta información más precisa porque cada opción puede venir peor o mejor a una piel.

5) Contacto de la marca

Aunque quizás sea una información que nunca necesites, debes de saber que en la caja de tu producto cosmético siempre va a aparecer el contacto de la firma. El packaging secundario, que es el nombre con el que se llama de manera profesional a la caja del cosmético, está obligado a «recoger siempre una información de contacto de la marca o el fabricante para que, en caso de dudas, podamos acudir a ellos», concluye Isabel Reverte, directora técnica de la firma cosmética Ambari.

A partir de ahora, recuerda que la caja de tu cosmético no contiene solo información inicial sobre cómo usarlo. También cuenta con una serie de datos que deberás de tener en cuenta durante el uso de ese cosmético. Así podrás sacar el máximo provecho del mismo.