La rutina en cuatro pasos que los dermatólogos recomiendan para prevenir el envejecimiento
La clave está en la constancia y en la elección de fórmulas adaptadas a cada tipo de piel

Limpieza en casa | Canva pro
En el universo del cuidado de la piel abundan los productos, las tendencias virales y las promesas milagrosas. Sin embargo, entre tanta oferta, los dermatólogos insisten en que la verdadera eficacia está en la constancia y en seguir una rutina sencilla, pero científicamente probada. Una de las voces más reconocidas en España en este ámbito, la dermatóloga Dra. Ana Molina, subraya que la rutina más recomendada tanto para hombres como para mujeres, y que ha demostrado mayor eficacia a la hora de prevenir el envejecimiento, se resume en cuatro pasos esenciales: limpieza, hidratación, fotoprotección y transformación.
El orden infalible del ‘skincare’tanto para hombres como mujeres
Lejos de fórmulas complicadas, este método tiene como objetivo principal mantener la piel saludable, ya que, en palabras de la especialista, «al final, para eso utilizamos los productos: para conseguir una piel que funcione bien y esté protegida». Cada uno de estos cuatro pasos responde a necesidades fisiológicas de la piel y a la prevención del daño acumulado que con el tiempo se traduce en arrugas, manchas o pérdida de elasticidad.
1. Limpieza: la base de todo
El primer paso, según la Dra. Molina, es la limpieza, tanto por la mañana como por la noche. La piel está expuesta a contaminantes, sudor, restos de maquillaje y grasa que, si no se eliminan correctamente, obstruyen los poros y aceleran el envejecimiento. Una limpieza suave, pero eficaz permite retirar estas impurezas y preparar el rostro para recibir los activos de la rutina posterior. No se trata de frotar con fuerza ni de utilizar jabones agresivos, sino de optar por limpiadores adaptados a cada tipo de piel que mantengan intacta la barrera cutánea.

2. La hidratación con antioxidantes por la mañana
Tras la limpieza matinal, llega el turno de los antioxidantes, con la vitamina C como gran protagonista. La dermatóloga recuerda que este paso es clave para neutralizar los radicales libres que dañan las células y contribuyen al envejecimiento prematuro. Aplicar un sérum con vitamina C, cuando la piel está limpia, no solo aporta luminosidad, sino que también potencia la acción del protector solar posterior. La combinación de ambos se considera un binomio infalible en dermatología para proteger la piel de la radiación ultravioleta y de la polución ambiental
3. Fotoprotección: el gesto más eficaz contra el envejecimiento
El tercer paso, imprescindible y no negociable según todos los expertos, es la aplicación de protector solar cada mañana y reaplicarlo durante el día. Y es que el fotoprotector no es solo un producto estético, sino una herramienta médica de prevención frente al envejecimiento y también frente al cáncer cutáneo. La Dra. Molina insiste en que este paso debe repetirse los 365 días del año, incluso en invierno o en días nublados.
4. Transformación nocturna con retinoides
La noche está reservada para el paso de transformación. Después de limpiar de nuevo la piel, se recomienda aplicar activos que favorezcan la renovación celular, como retinoides, retinol o hidroxiácidos. Estos ingredientes estimulan la producción de colágeno, mejoran la textura, difuminan manchas y suavizan arrugas finas. Se trata de productos con una base científica sólida, considerados la “joya de la corona” en dermatología cuando se busca un tratamiento antiedad
Un ritual sencillo, pero respaldado por la ciencia
La rutina en cuatro pasos defendida por la Dra. Ana Molina no es compleja ni requiere invertir en decenas de cosméticos. Limpieza, hidratación antioxidante, fotoprotección y transformación nocturna bastan para mantener la piel saludable y con un aspecto joven durante más tiempo. En un momento en que el cuidado facial se ha convertido en tendencia global y en el que proliferan rutinas interminables de hasta diez pasos, la voz de la ciencia recuerda que menos es más. Y que, cuando hablamos de belleza, lo más importante no es seguir la moda, sino cuidar la piel con rigor y eficacia.