THE OBJECTIVE
Fitness

¿Qué es mejor andar poco y rápido o mucho y lento? Esto dice la ciencia

Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para aquellas personas que buscan optimizar su gasto energético

¿Qué es mejor andar poco y rápido o mucho y lento? Esto dice la ciencia

Una persona andando | Canva

Muchos se preguntan si es más efectivo caminar poco y rápido o mucho y lento. Ambas opciones ofrecen beneficios probados, pero ¿cuál de las dos es realmente mejor?

Esta es la respuesta, según la ciencia

Un equipo de fisiopatólogos de la Universidad de Milán ha publicado un estudio revolucionario en la revista Proceedings of the Royal Society B, donde revela que realizar ejercicio en ráfagas cortas puede consumir hasta un 60% más de energía que realizar la misma actividad de manera continua.

Este hallazgo tiene importantes implicaciones para quienes buscan optimizar su gasto energético, particularmente en actividades como caminar o subir escaleras.

¿Por qué las ráfagas cortas consumen más energía?

En el estudio, los investigadores midieron el consumo de oxígeno de los voluntarios mientras caminaban en una cinta o subían un tramo corto de escaleras.

Los participantes realizaban estas actividades en períodos de tiempo que variaban entre 10 segundos y 4 minutos. Los resultados mostraron que el consumo energético era notablemente mayor cuando los participantes realizaban la actividad en intervalos cortos y repetitivos (start-and-stop) que cuando la realizaban de forma continua.

Este fenómeno se explica porque el cuerpo requiere más energía para arrancar cada vez que una actividad se detiene y se reanuda.

De manera similar a un automóvil que consume más combustible al iniciar que al mantener una velocidad constante, el cuerpo necesita más oxígeno y recursos energéticos para ponerse en marcha, lo que eleva el gasto calórico total.

¿Cómo funciona el ejercicio intermitente?

Tradicionalmente, los estudios sobre gasto energético se basaban en actividades realizadas en un estado metabólico estable, que solo se alcanza después de un tiempo de actividad continua.

Caminar para adelgazar

Esto implica que, en situaciones de ejercicio constante, el cuerpo se adapta y optimiza su consumo energético. Sin embargo, en el caso del ejercicio intermitente, el cuerpo necesita ajustarse repetidamente, generando una demanda de energía mayor para estabilizar el ritmo metabólico tras cada pausa.

En el estudio de la Universidad de Milán, los investigadores observaron que los participantes quemaban entre un 20% y un 60% más de energía cuando caminaban en intervalos cortos en comparación con la actividad constante.

Este hallazgo abre la puerta a nuevas estrategias de ejercicio que no necesariamente requieren largas sesiones para ser efectivas en términos de gasto calórico.

La importancia de realizarlo de esta forma

El descubrimiento de los fisiopatólogos sugiere una alternativa valiosa para quienes buscan maximizar la eficiencia de su entrenamiento. Realizar ejercicio en ráfagas cortas ofrece varias ventajas adicionales:

  1. Reducción del riesgo de fatiga muscular y lesiones: la actividad intermitente permite que los músculos descansen entre intervalos, lo que reduce la tensión prolongada que puede llevar a lesiones.
  2. Aplicación en la vida cotidiana: caminar en intervalos, subir y bajar escaleras durante breves períodos, o realizar ejercicios de cuerpo libre en casa son opciones accesibles y fáciles de integrar en una rutina diaria.
  3. Beneficios para el control del peso: incrementar el gasto calórico con ejercicios en ráfagas cortas es particularmente relevante para quienes desean perder peso o mejorar su composición corporal sin tener que dedicar tiempo a sesiones de ejercicio prolongadas.

¿Cómo integrarlo en personas con limitaciones de tiempo o movilidad?

Para quienes tienen un estilo de vida ajetreado, esta forma de ejercicio puede ser ideal. Un breve desplazamiento al trabajo, el uso de las escaleras en lugar del ascensor o pequeñas caminatas durante la jornada laboral pueden tener un efecto acumulativo significativo en el gasto energético diario.

Igualmente, es una estrategia viable para personas que por razones físicas no pueden realizar ejercicio prolongado, ya que estas ráfagas pueden adaptarse a distintos niveles de intensidad.

Potencial en el tratamiento de enfermedades metabólicas

Los hallazgos también pueden tener aplicaciones en el tratamiento de enfermedades metabólicas, como la diabetes tipo 2.

Diversos estudios han señalado que los ejercicios de alta intensidad en intervalos cortos mejoran la sensibilidad a la insulina y el control de glucosa.

Esto sugiere que una rutina de ejercicio en ráfagas podría tener beneficios comparables en personas con condiciones que afectan su metabolismo.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D