Dieta y canas: ¿cuánto tiene que ver tu alimentación con el pelo blanco?
Aunque no se puede esperar milagros de esta relación, sí se apreciarían ciertos beneficios
Es cierto que casi todo lo que comemos va a tener un reflejo en nuestra salud de una forma u otra. Lo cierto, aunque no siempre le demos tanta importancia, es que hay cuestiones estilísticas que también se vean repercutidas. Quizá no sea lo que más nos deba importar, pero es evidente que acaba afectado. Por eso, el entender que la dieta y las canas también tienen que ver es relevante.
¡Cuidado! Relevante no quiere decir exclusivo ni excluyente. Pensar que por cambiar nuestros hábitos de vida vamos a tener un pelo inmaculado y sin canas es un error. La aparición de las canas obedece a razones bastante variadas. Motivo por el que intentar controlar su llegada simplemente con nuestra dieta es un error.
Eso no quiere decir, insistimos, en que la dieta no pueda afectar. De sobra es sabido que los hábitos alimenticios juegan un papel fundamental a todos los niveles de nuestro organismo. Quizás el parentesco entre dieta y canas pueda ser de los que menos serios parezcan, pero evidentemente hay a gente que le resulta importante.
Cómo entender las canas
Las canas, ni más ni menos, obedecen a un proceso natural en el que vamos perdiendo la capacidad de pigmentar el pelo. Esto sucede porque se van reduciendo los niveles de melanina en nuestro organismo. Este pigmento no solo ‘viste’ el cabello, sino que también es responsable del color de piel, del iris del ojo y del vello corporal. Cuanta más cantidad de melanina tengamos, más oscuro será el color en cuestión.
A partir de ahí, más realidades. La primera y fundamental es comprender que las canas también tienen un perfil genético, como explica este estudio. Si venimos de antecedentes con canas tempranas, hay muchas posibilidades de que así sea en nuestro cabello. Además del matiz que nos viene dado por la genética, hay otras realidades que aceleran la aparición de canas. Lo cual, si metemos en el saco la realidad de dietas y canas, es interesante.
No obstante, entendamos que también obedecen a patrones de envejecimiento. Esto es lo que se llama canicie fisiológica. También como canicie de senescencia. A medida que envejecemos vamos perdiendo melanina en el folículo piloso, que es el ‘saquito’ donde nace el pelo, razón por la que en muchos casos las canas son inevitables.
A medida que el organismo secreta menos melanina, las canas empiezan a brotar con más intensidad. No obstante, es necesario comprender que los hábitos de vida también pueden suponer una aparición más potente de las canas. Entre ellos, cómo no, vamos a comprobar que dieta y canas sí pueden ir de la mano.
Lo que se sabe es que el estrés crónico, el maltrato al cabello o determinadas enfermedades implicarían una mayor predisposición a la aparición de las canas. En este sentido, se suele citar la anemia perniciosa o el hipotiroidismo como responsables de este cabello que comienza a mutar en blanco.
Dieta y canas: qué debes saber
Hay nutrientes que son indispensables para nuestro organismo y, como es lógico, el pelo también forma parte de él. Entre los minerales que más se suelen citar para entender esta aparición de las canas hay varios, algunos viejos conocidos. Por este motivo, al hablar de dietas y canas hemos de recordar la participación del hierro, el zinc, el cobre, el silicio y determinadas vitaminas del grupo B.
De esta manera, lo que se suele recomendar para minimizar la aparición de canas es mejorar determinados hábitos de vida. Reducir el estrés es uno de ellos. También mejorar el descanso y hacer deporte podría ser beneficioso, pero no por sí mismo, sino por el resto de beneficios orgánicos que suponen. En cuanto a lo que debamos entender sobre dieta y canas, hay ciertos caminos que conviene saber. En este sentido, el déficit de vitamina B12 se asocia también a esta aparición de canas, como indica este estudio.
Por eso, incorporar vitaminas del grupo B a la dieta sería interesante, algo que explica esta investigación de Dermatologic Clinics. También algo que alude en este otro trabajo de la Boston University School of Medicine, donde se habla del déficit de ciertos micronutrientes para entender la salud capilar. A ello se añade un concepto que nos interesa: los alimentos ricos en catalasa. Esta enzima se encarga de descomponer el peróxido de hidrógeno, muy relacionado con la aparición de canas. En este sentido, son relevantes alimentos como aguacate, piña, melocotón o patata.
Por último, hemos de mencionar al hierro, del que ya hemos hablado varias veces en THE OBJECTIVE. Muy vinculado a la anemia y a la fatiga, el déficit de este mineral también estaría en la ecuación dieta y canas. Razón por la que incorporar productos como el hígado, los mariscos o los frutos secos podrían ser útiles para combatir el pelo blanco.