Esta cena proteica una vez por semana me ayuda a eliminar líquidos y sentirme más ligero
El marisco aporta minerales como el sodio y el potasio, fundamentales para mantener el equilibrio hídrico en el organismo
Si buscas una cena que te proporcione energía y nutrientes esenciales el marisco es la respuesta perfecta. Los mariscos son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, bajas en grasas saturadas y ricas en vitaminas y minerales como el yodo y el selenio.
Además de ser deliciosos, los mariscos ofrecen una variedad de sabores y texturas que harán de tu cena una experiencia inolvidable. Prepárate para deleitar tu paladar con una explosión de sabor y nutrir tu cuerpo con los beneficios del mar.
Aportes nutricionales del marisco
El marisco es un alimento altamente valorado en la nutrición debido a su riqueza en nutrientes esenciales. Su bajo contenido en grasas saturadas y su alto contenido en proteínas de alta calidad lo convierten en un alimento ideal para incluir en una dieta equilibrada.
- Proteínas de alta calidad: son fácilmente digeribles y contienen todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita para construir y reparar tejidos.
- Vitaminas y minerales: del grupo B, especialmente vitamina B12, esencial para la formación de glóbulos rojos y el buen funcionamiento del sistema nervioso. También aporta minerales como yodo, hierro, zinc y selenio, fundamentales para diversas funciones en el organismo.
- Ácidos grasos omega-3: especialmente los pescados azules, son ricos en ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias y ayudan a reducir los niveles de triglicéridos en sangre.
¿Por qué ayudan a la retención de líquidos?
Si bien el marisco no tiene un efecto directo sobre la retención de líquidos, puede contribuir a prevenirla indirectamente:
- Equilibrio electrolítico: el marisco aporta minerales como el sodio y el potasio, que son esenciales para mantener el equilibrio hídrico en el organismo. Un desequilibrio de estos minerales puede contribuir a la retención de líquidos.
- Efecto diurético: algunos estudios sugieren que el consumo regular de mariscos puede tener un ligero efecto diurético, lo que podría ayudar a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo.
- Reducción de la inflamación: los ácidos grasos omega-3 presentes en algunos mariscos tienen propiedades antiinflamatorias, lo que puede ayudar a reducir la hinchazón y la retención de líquidos asociada a la inflamación crónica.
Cenas a base de marisco
- Mejillones al vapor: una opción clásica y saludable. Solo necesitas limpiar los mejillones, ponerlos en una olla con un poco de vino blanco y cocinar a fuego medio hasta que se abran. Acompáñalos con una rodaja de limón y un poco de pan.
- Langostinos salteados: puedes saltearlos con ajo y perejil, o añadirlos a un wok con verduras. Quedan deliciosos con un toque de salsa de soja o chile.
- Pulpo a la gallega: aunque tradicionalmente se hace en una olla a presión, puedes encontrar pulpo cocido ya preparado en la pescadería. Solo tendrás que cortarlo en rodajas y aliñarlo con aceite de oliva, pimentón dulce y sal.
- Gambas al ajillo: un clásico español muy fácil de hacer. Sofríe unos ajos en aceite de oliva hasta que estén dorados y añade las gambas. Cocina unos minutos por cada lado y sirve caliente.
- Paella de marisco: si tienes más tiempo, puedes preparar una paella sencilla con arroz, caldo de pescado, azafrán y los mariscos que más te gusten (mejillones, gambas, calamares).
¿Por qué llena tanto si parece ligero?
- Alto contenido en proteínas: son fundamentales para la sensación de saciedad, ya que tardan más en digerirse y hacen que nos sintamos llenos por más tiempo. El marisco es una excelente fuente de proteínas de alta calidad.
- Bajo en calorías y grasas: a pesar de ser muy nutritivo, el marisco es bajo en calorías y grasas, lo que lo convierte en un alimento ideal para aquellos que buscan perder peso o mantener un peso saludable.
- Alto contenido de agua: lo que también contribuye a la sensación de saciedad.
¿Qué se considera marisco?
Crustáceos
- Decápodos: estos son los más conocidos y consumidos. Tienen diez patas y un cuerpo dividido en cefalotórax y abdomen. Algunos ejemplos son:
- Langostas
- Langostinos
- Gambas
- Cangrejos
- Centollos
- Nécoras
- Camarones
- Cirrípedos: son crustáceos sésiles, es decir, que viven fijos a un sustrato. El más conocido es el percebe.
Moluscos
- Bivalvos: tienen una concha formada por dos valvas. Algunos ejemplos son:
- Mejillones
- Almejas
- Berberechos
- Ostras
- Vieiras
- Cefalópodos: tienen cabeza y pies, y pueden cambiar de color y forma. Algunos ejemplos son:
- Pulpos
- Calamares
- Sepias
- Gasterópodos: tienen un cuerpo blando protegido por una concha. Algunos ejemplos son:
- Caracoles de mar
- Bígaros