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Soy nutricionista y no recomiendo el yogur del supermercado para fortalecer la flora intestinal

La alimentación es un pilar fundamental para mantener nuestra salud digestiva y general en óptimas condiciones

Soy nutricionista y no recomiendo el yogur del supermercado para fortalecer la flora intestinal

Experta en nutrición | Canva

Cada vez somos más conscientes de la importancia de los alimentos que consumimos, no solo para nuestro bienestar físico, sino también para nuestra salud mental y emocional.

En particular, el cuidado de nuestro sistema digestivo tiene un impacto directo en nuestra calidad de vida, ya que es el encargado de procesar los nutrientes esenciales y eliminar desechos, además de desempeñar un papel crucial en la función inmunológica.

El doctor Steven Gundry, experto en salud digestiva y autor de varios libros sobre nutrición y bienestar, ha lanzado una alerta importante sobre un alimento que muchos consideran saludable: el yogur comercial.

Aunque el yogur se asocia comúnmente con beneficios para la flora intestinal debido a sus propiedades probióticas, Gundry advierte que no todos los yogures son iguales, y que algunos productos procesados pueden tener efectos adversos en nuestra salud digestiva.

¿Qué pasa con los yogures del supermercado?

El yogur ha sido considerado tradicionalmente un alimento probiótico, lo que significa que contiene bacterias beneficiosas que ayudan a equilibrar la microbiota intestinal.

Sin embargo, Gundry destaca que el yogur comercial, tal como lo encontramos en los supermercados, no es la opción ideal para mejorar nuestra salud intestinal.

La mayoría de los yogures procesados contienen azúcares añadidos, conservantes y otros ingredientes artificiales que pueden afectar negativamente la flora intestinal.

Aunque algunos productos contienen probióticos, la cantidad y calidad de estas bacterias suelen ser limitadas, lo que disminuye sus efectos positivos en comparación con los beneficios que un yogur realmente de calidad podría ofrecer.

Además, los probióticos presentes en estos productos a menudo no tienen la capacidad de sobrevivir y llegar vivos al intestino, lo cual es crucial para que puedan ejercer su acción beneficiosa.

La mejor alternativa para los yogures comerciales

Entonces, ¿qué recomienda el doctor Gundry para mejorar nuestra salud digestiva? La respuesta está en optar por alternativas más naturales y frescas, como el yogur casero.

Yogur natural

Al preparar nuestro propio yogur en casa, podemos controlar los ingredientes y asegurarnos de que no contiene azúcares añadidos ni conservantes.

Además, podemos enriquecerlo con probióticos adicionales de alta calidad, lo que maximiza sus beneficios para nuestra flora intestinal.

El proceso de hacer yogur casero es sencillo y no requiere muchos ingredientes. Solo necesitamos leche (de vaca, cabra o incluso leche vegetal), un iniciador de yogur o cultivos probióticos, y un poco de paciencia para dejar que la fermentación haga su trabajo.

En pocas horas, tendremos un yogur fresco y lleno de bacterias beneficiosas, lo que contribuirá a equilibrar nuestra microbiota intestinal y mejorar la digestión.

¿Cómo mejorar nuestra salud digestiva?

El enfoque del Dr. Gundry sobre la salud digestiva va más allá del yogur. Para lograr una microbiota intestinal saludable y mejorar nuestra calidad de vida, Gundry ofrece algunas recomendaciones adicionales que, combinadas, pueden marcar una gran diferencia en nuestro bienestar general:

  • Incluir alimentos ricos en fibra y grasas saludables: el consumo de verduras de hoja verde, crucíferas y aguacates, así como grasas saludables como el aceite de oliva y el aguacate, es clave para nutrir las bacterias beneficiosas en nuestro intestino y mantener una buena digestión.
  • Incorporar alimentos con propiedades antiinflamatorias: alimentos como la cúrcuma, el ajo, la cebolla y la pimienta negra tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a reducir el estrés oxidativo en el intestino y previenen problemas digestivos a largo plazo.
  • Evitar los alimentos ricos en lectinas: las lectinas son proteínas presentes en ciertos alimentos como legumbres, tomates y algunos productos procesados. Según Gundry, las lectinas pueden causar microlesiones en el revestimiento intestinal, lo que puede derivar en el síndrome del intestino permeable y favorecer el crecimiento de bacterias patógenas.
  • Ayuno intermitente: este patrón de alimentación ha demostrado ser beneficioso para la salud digestiva y general. El ayuno intermitente puede ayudar a reducir la inflamación, mejorar la quema de grasa y dar tiempo al sistema digestivo para descansar y repararse.
  • Reducir el estrés: el estrés crónico puede alterar la microbiota intestinal, exacerbando problemas como el estreñimiento, la acidez y la inflamación. Practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, puede ser crucial para mantener el equilibrio intestinal.
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