Huevos camperos o 'normales': qué opción es mejor y más sana, según los estudios científicos
Cuando vamos al súper a comprar huevos siempre nos asalta la misma duda. Lo resolvemos

Huevos normales o camperos, ¿cuál es mejor? | Freepik
La mayoría de nosotros comemos huevos por su sabor, versatilidad, precio y, evidentemente, su valor proteico y su contenido de micronutrientes (vitaminas, minerales). Pero cuando nos planteamos qué tipo de huevo elegir —por ejemplo un huevo de producción convencional versus uno de gallinas camperas o ecológicos—, aparecen dos grandes dudas, como si existen diferencias nutricionales relevantes y cuál sería mejor en lo que se refiere a bienestar animal y precio. A continuación en THE OBJECTIVE repasamos lo que dicen los estudios científicos sobre las diferencias entre ambos.
Huevos ‘normales’ o camperos: ¿qué dicen los estudios científicos?
Al respecto, un estudio canadiense comparó huevos de gallinas de granja convencional frente a gallinas camperas en una pequeña granja rural y reveló que no hubo diferencia significativa en el contenido de proteína entre ambos tipos de huevos. No obstante, sí determinó que huevos camperos tenían una proporción algo más alta de ácido linoleico (un ácido graso poliinsaturado) y algo menor contenido de colesterol en la yema.

Una investigación china halló que los huevos camperos tenían más «componentes nutritivos» que los convencionales: mayor contenido de ciertos aminoácidos, metabolitos, etc. Y un estudio estadounidense determinó que los camperos tenían tres veces más omega-3, 2 a 3 veces más antioxidantes carotenoides y una relación omega-6:omega-3 mucho más baja.
Al margen, está este otro análisis que indicó que muchos huevos camperos no presentan grandes mejoras en su perfil nutricional respecto a huevos convencionales salvo que la dieta de las gallinas haya sido enriquecida. La dieta de las gallinas es, pues, una de las claves, ya que algunas diferencias detectadas dependen fuertemente de si este régimen se suplementa, de las condiciones de pastoreo, y no únicamente del hecho de «ser libre» o estar enjaulada.
No obstante, un estudio en Letonia que comparó ambos tipos de huevos indicó que aunque hubo variaciones en algunos parámetros nutricionales, el impacto sobre la dieta habitual de huevos de un consumidor era poco significativo si el consumo era moderado.
Entonces, ¿cuál es mejor?

Aunque, como hemos visto, hay estudios que muestran ventajas para los huevos de gallinas con acceso a pasto y alimentación diversa (más omega-3, más antioxidantes, mejor ratios de ácidos grasos), no todas las diferencias son garantizadas ni siempre enormes. De hecho, si la gallina tradicional tiene una alimentación similar, el huevo convencional puede competir en calidad nutricional.
En cuanto a bienestar animal, las condiciones de vida de las gallinas (movilidad, acceso a exterior, alimentación natural) suelen ser mejores en sistemas camperos/pastoreados respecto a producción intensiva convencional. Para quien valora ese aspecto, tiene sentido escoger huevos camperos o de gallinas criadas en libertad, aunque su precio suele ser más elevado.
        