¿Son realmente seguras las ensaladas de bolsa? Esto es lo que dice la ciencia
Cada vez más presentes en la mesa, plantean dudas sobre su seguridad que la ciencia comienza a aclarar

Supermercado.
Las ensala das en bolsa listas para consumir se han convertido en una opción muy popular y socorrida por la mayoría de nosotros por su rapidez y comodidad. Sin embargo, surgen dudas sobre su seguridad.
Por ensalada de bolsa nos referimos a todas las hojas verdes crudas (espinaca, lechuga, rúcula, etc.) que pasan por recolección y lavado industrial, corte y mezcla, lavados múltiples con desinfectantes autorizados, envasado en atmósfera modificada y distribución en cadena de frío. Y dado que se consumen sin procesado térmico, cualquier patógeno que sobreviva puede llegar vivo a tu plato. Pero ¿es peligroso? ¿Qué dice la ciencia al respecto? Lo vemos.
Riesgos microbiológicos presentes, según la ciencia
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sitúa las hojas verdes crudas entre los alimentos vegetales con mayor riesgo de brotes de Salmonella y norovirus. Entre las contaminaciones posibles, señalan la tierra y agua de riego; manipulación y superficies de procesado; y fallos en la cadena de frío. Es un producto seguro en general, pero microbiológicamente delicado.

Hay varios estudios realizados al respecto. En uno de 2020 realizado en Italia se analizaron ensaladas listas para consumir durante toda su vida útil y se descubrió que había recuentos altos de bacterias ambientales, patógenos raros pero posibles, empeoramiento al almacenarse en casa. Otra investigación aconsejaba su consumo rápido ya que se había detectado patógenos de forma ocasional.
En un estudio de 2022 realizado en Polonia, se detectó una calidad «no satisfactoria» en algunas muestras de ensalada de bolsa por altos recuentos microbianos. Otra investigación del mismo año pero realizada en Reino Unico concluyó que cerca del 1,7% analizado contenía Listeria monocytogenes.
Por tanto, como vemos, el porcentaje de productos con patógenos es pequeño, pero existe, y el riesgo aumenta con mala conservación.
Entonces, ¿debemos lavar la ensalada de bolsa?
Por norma general, en las ensaladas de bolsa ya aparece que se han lavado. Se indica en el envase «triple lavado» o «lista para consumir». Sin embargo, ¿deberíamos lavarlas en casa? Los expertos indican que hacerlo no reduce mucho más la carga bacteriana. De hecho, puede aumentar el riesgo si la cocina o el fregadero están contaminados. En caso de querer darle un repaso en casa, siempre con el fregadero limpio y lavarla con agua potable, evidentemente.
¿Causan intoxicaciones frecuentemente?
En general, el riesgo asociado a las ensaladas de bolsa es bajo. No obstante, si lo comparamos con otras verduras crudas, puede considerarse un riesgo moderado, ya que aunque estas ensaladas se consumen sin cocción, las medidas de higiene en su producción y conservación reducen de forma notable la posibilidad de contaminación. Aun así, el riesgo es mayor que el de los productos cocinados, en los que el tratamiento térmico elimina la mayoría de los patógenos.
Por el contrario, es menor que el de alimentos como carnes crudas o huevos sin cocinar, que tienen una probabilidad más alta de albergar bacterias peligrosas. Es decir que las ensaladas de bolsa pueden consumirse con tranquilidad, siempre y cuando se manipulen adecuadamente y se mantengan las condiciones correctas de conservación.

Cómo consumir ensaladas de bolsa de forma segura: consejos clave
Para consumir ensaladas de bolsa con seguridad es importante seguir ciertos tips. Conviene elegir envases con fechas de caducidad lejanas y evitar aquellos que se vean hinchados, con líquido acumulado o con hojas en mal estado. También es fundamental mantener la cadena de frío, por lo que es recomendable meter la bolsa en el carro cuando ya hayamos hecho toda la compra en el súper, para llevarla cuanto antes a casa y guardarla en el frigorífico.
Una vez en casa, lo adecuado es refrigerar la ensalada de inmediato, preferiblemente a unos 4 °C. Tras abrir la bolsa, es aconsejable consumir el contenido en un plazo máximo de 24 a 48 horas. Tampoco debe dejarse la ensalada a temperatura ambiente durante más de dos horas, ya que esto favorece el crecimiento de microorganismos. Además, es necesario evitar la contaminación cruzada, manteniendo la ensalada alejada de carnes crudas y de los utensilios o superficies que hayan estado en contacto con ellas.
En el caso de grupos vulnerables como mujeres embarazadas, personas inmunodeprimidas, adultos mayores frágiles o lactantes, se recomienda evitar las ensaladas listas para consumir. Para estas personas, las opciones más seguras son las verduras cocinadas o las ensaladas preparadas en casa y bien lavadas justo antes de comer.
Por tanto, podemos estar tranquilos. Aunque las ensaladas de bolsa no están completamente libres de riesgo, el cumplimiento de medidas básicas de higiene y almacenamiento reduce significativamente la posibilidad de intoxicación.
