Por qué el ácido fólico es esencial para la salud inmunitaria en los meses fríos
Con la llegada del frío, reforzar las defensas a través de la alimentación es clave, y el ácido fólico destaca

El papel clave del ácido fólico
Con la llegada del invierno y el descenso de las temperaturas, aumenten las molestias respiratorias, especialmente en la población infantil. Durante esta etapa del año, los niños pasan más tiempo en espacios cerrados y están más expuestos a cambios bruscos de temperatura, lo que, unido a que su sistema inmunitario aún se encuentra en proceso de maduración, puede hacerlos más vulnerables frente a infecciones estacionales. En este contexto, la nutrición desempeña un papel fundamental como apoyo a las defensas naturales del organismo.
Los micronutrientes, y en particular las vitaminas del grupo B —entre ellas el ácido fólico—, resultan esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. Estas vitaminas participan activamente en la respuesta inmunitaria, contribuyen a la producción de energía, intervienen en la formación y reparación celular y ayudan al mantenimiento del sistema nervioso. Diversas investigaciones, como vemos a continuación, han demostrado que mantener niveles adecuados de vitaminas del grupo B se asocia con una función inmunológica eficiente y con una menor incidencia de molestias propias de los cambios estacionales tanto en niños como en adultos.
Propiedades del ácido fólico
El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, cumple funciones clave en todas las etapas de la vida:
1. Contribuye al correcto funcionamiento del sistema inmunitario
El ácido fólico es esencial para la síntesis de ADN y la proliferación celular, procesos clave para la producción de células inmunes como linfocitos y glóbulos blancos. Al respecto, diversos estudios muestran que la deficiencia de folato se asocia con una disminución de la respuesta inmune, especialmente en niños y personas mayores. Además, se ha comprobado que niveles adecuados de folato favorecen una respuesta inmunitaria eficiente frente a infecciones.

2. Previene defectos del tubo neural durante el embarazo
Numerosos estudios epidemiológicos han demostrado que una ingesta adecuada de ácido fólico antes y durante las primeras semanas de gestación reduce de forma significativa el riesgo de defectos del tubo neural como la espina bífida y la anencefalia.
Asimismo, organismos como la Organización Mundial de la Salud respaldan esta recomendación, basándose en ensayos clínicos y estudios poblacionales publicados en revistas como The Lancet.
3. Favorece la formación de glóbulos rojos y previene la anemia megaloblástica
El ácido fólico es imprescindible para la producción normal de glóbulos rojos. Su déficit puede provocar anemia megaloblástica, caracterizada por fatiga, debilidad y dificultad de concentración. Estudios clínicos recogidos en American Journal of Clinical Nutrition confirman que la suplementación con folato corrige eficazmente este tipo de anemia, especialmente en poblaciones con dietas deficitarias.
4. Ayuda a mantener niveles normales de homocisteína y apoya la salud cardiovascular
El ácido fólico interviene en el metabolismo de la homocisteína, un aminoácido que, cuando se encuentra elevado, se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Numerosos estudios han demostrado que la suplementación con ácido fólico reduce de forma significativa los niveles plasmáticos de homocisteína, contribuyendo al mantenimiento de la salud cardiovascular, especialmente en adultos y personas mayores.
5. Apoya la función cognitiva y la salud neurológica
El folato es fundamental para el funcionamiento del sistema nervioso. Estudios observacionales y ensayos clínicos sugieren que niveles adecuados de ácido fólico se asocian con mejor rendimiento cognitivo y menor deterioro mental con la edad, tal y como ha comprobado la ciencia.
6. Contribuye al desarrollo infantil
Durante la infancia, el ácido fólico es clave para el crecimiento celular, el desarrollo del sistema nervioso y el fortalecimiento del sistema inmune. Diversos estudios pediátricos han demostrado que niveles adecuados de vitaminas del grupo B, incluido el folato, se asocian con un desarrollo neurológico adecuado y una mejor capacidad de respuesta frente a infecciones comunes.

7. Participa en la síntesis y reparación del ADN
El ácido fólico es indispensable para la estabilidad genética, ya que participa directamente en la síntesis y reparación del ADN.
La literatura científica, incluyendo revisiones en Nature Reviews, destaca que una deficiencia prolongada de folato puede afectar a la integridad del ADN y a los mecanismos normales de división celular.
Cómo obtener ácido fólico: alimentos y suplementos
El ácido fólico puede obtenerse principalmente a través de la alimentación y es un nutriente esencial en todas las etapas de la vida. Su forma natural, el folato, se encuentra sobre todo en verduras de hoja verde como espinacas o acelgas, legumbres como lentejas y garbanzos, así como en brócoli, espárragos, aguacate, cítricos, frutos secos y cereales integrales. Una dieta variada y equilibrada que incluya estos alimentos de manera habitual ayuda a cubrir las necesidades diarias de esta vitamina. Conviene tener en cuenta que el folato es sensible al calor, por lo que las cocciones suaves o el consumo en crudo favorecen una mejor conservación de su contenido nutricional.

Además de los alimentos de forma natural, el ácido fólico también puede consumirse a través de alimentos fortificados, como algunos cereales de desayuno, harinas, panes o productos derivados de cereales. En estos casos se añade ácido fólico en su forma sintética, que es más estable y presenta una buena absorción por parte del organismo.
Por último, en determinadas etapas o situaciones —como la planificación del embarazo, la gestación, la lactancia, dietas poco variadas, problemas de absorción intestinal o en personas mayores— puede ser recomendable recurrir a suplementos de ácido fólico, siempre bajo supervisión sanitaria. Las dosis habituales suelen oscilar entre 200 y 400 microgramos diarios en adultos, aunque pueden variar según las necesidades individuales.
