La guía definitiva para masturbar a un hombre: los pasos que debes seguir, según una experta
Una experta nos detalla una guía en seis pasos para que un varón disfrute como nunca en la cama
Obviamente, cada persona es un mundo, y en temas de sexualidad es evidente. Así, aunque no existe una guía que pueda servir para masturbar a todos los hombres por igual, sí que hay ciertos patrones que les gustan a la mayoría. Así nos lo aclara a THE OBJECTIVE la socióloga y experta en sexualidad de JOYclub Cecilia Bizzotto.
«Es importante aclarar que no todos los cuerpos sienten igual y que a todas las personas les gusta lo mismo. Por ejemplo, para masturbar a un hombre podríamos recomendar jugar con los testículos y, sin embargo, es algo que no a todas las personas les gusta por igual o de la misma manera», cuenta.
«Lo importante ante todo y lo que define a un buen amante es la capacidad de escucha, de estar receptivo a lo que su pareja comunica con sus palabras, gestos, movimientos, respiraciones… Aprenderte un repertorio de técnicas específicas no sirve de nada si no sabes lo que le gusta al otro, si no lees su cuerpo o si no sabes preguntar», añade. Pero como por algo hay que empezar a continuación te dejamos la guía, paso a paso, para masturbar a un hombre.
La guía para masturbar a un hombre, paso a paso
A continuación recogemos las claves proporcionadas por Bizzotto para dar placer a un varón:
1) Hazlo sentir deseado
«Nuestra cultura absurda nos ha hecho creer que solo las mujeres necesitamos sentirnos sexys, atractivas y que los piropos sólo van en femenino. En cambio, no hay nada más excitante y placentero que tu pareja te haga sentir guapo. Así que mientras lo tocas y antes de tocarle, dile todo lo que te pone de él: ¿Te gusta el brillo de su piel? ¿Te encanta la forma de su pene? ¿Te excita oír sus jadeos? ¡Díselo y ponlo a mil!», recomienda la experta.
2) Explora todo su cuerpo
A menudo, el placer de los hombres queda centralizado en los genitales y a veces ni ellos mismos conocen otras zonas erógenas más allá de sus genitales. «No hablo de estimular el ano o los testículos (a ello iremos en los siguientes tips) sino de jugar con todo su cuerpo. La piel es una zona erógena al completo, por lo que una clave fundamental para hacer que tu pareja se derrita de placer es no ir al grano. Recréate con besos en el cuello, nuca, orejas, lametones por el pecho, mordiscos en los brazos, vientre…».
Bizzotto añade que «puedes incluso ‘hacerle sufrir’ un poco y, cada vez que te acerques a sus genitales, mirarlos con deseo, olerlos como si te fueras a sumergir en ellos y luego recrearte en otra zona como las ingles, los muslos, las caderas…. Así, incrementarás su excitación y receptividad y en el momento que llegues a los genitales va a sentir fuegos artificiales».
3) Pregunta
«Ya sea antes de empezar o con un buen dirty talking (consensuar puede ser muy erótico si le das un punto ‘guarro’), pregúntale cómo le gusta que le toquen. El sexo no es jugar a las adivinanzas, nadie tiene por qué saber qué te gusta sin conocerte». Así que la experta recomienda que «mientras le vas tocando el pene», le hagas preguntas como:
- ¿Te gusta así?
- ¿Te pone que juegue con tu glande?
- ¿Te guste si te aprieto en la base del tronco?
- ¿Te apetece que te acaricie los testículos?
- ¿Puedo comerte los pezones mientras te masturbo?
4) Masturbar no es sólo «subir y bajar»
«La clave para una buena paja está en no repetir monótonamente el mismo movimiento esperando impacientemente a que la otra persona se corra. Eso es lo peor que puedes hacer si quieres dar placer a alguien. Cuando estés tocando su pene, recréate en ella y conviértelo en una actividad placentera para ti».
Así que «juega y explora movimientos en su pene: aprieta la base del tronco, acaricia suavemente el glande, prueba a usar las dos manos (una en el tronco, la otra en el glande) para que tenga una sensación más intensa, juega con sus testículos… Y no quedarte todo el rato en su pene sino que ‘salir’ de él de vez en cuando, puede ser muy enriquecedor».
«Si, por ejemplo, le notas muy excitado y cerca de la eyaculación, puedes aprovechar para lamer sus pezones, darle un beso intenso y con buena lengua en la boca, comerle el cuello… Nivela la intensidad para que la masturbación sea duradera y así, cuando llegue al orgasmo, estallará», confiesa.
5) Los penes también necesitan lubricación
Todos los genitales tienen que estar bien húmedos para que la estimulación sea placentera: «Los penes, igual que las vulvas, disfrutan mucho más si están bien mojados. Así que no te olvides de usar un buen lubricante (por ejemplo, de efecto calor puede ser muy agradable) o jugar con abundante saliva para que no haya fricción con la mano. ¡No hay nada peor que una paja seca!».
6) No te olvides de los testículos y el ano, pues son una inagotable zona de placer
Pero, eso sí, «recuerda nunca tocar (y mucho menos penetrar) nada sin preguntar. ¡Nada de meter dedos a traición! Si a la persona le gusta, puedes lamer o acariciar suavemente los testículos mientras masturbas el pene. También puedes cogerlos con la mano y sostenerlos con cierta firmeza cuando está cerca del orgasmo: esto da una sensación muy amplia e intensa».
Asimismo, la experta recomienda «deslizarte por el perineo y, con los dedos bien lubricados, apretar suavemente las yemas de los dedos surcando un camino hasta el ano. Durante este camino, no dejes de observar reacciones en su cuerpo y si lo ves mínimamente incómodo, para y pregunta. Si sientes que disfruta y se recrea, puedes acariciar suavemente la entrada del ano haciendo movimientos en círculos por el borde. Incrementarás el placer y la intensidad en sus sensaciones si, además, aprietas ligeramente la yema de tu dedo en el centro del ano, sin llegar a penetrar, pero sí generando esa sensación tan agradable de presión».