El pueblo de Guadalajara donde se come muy bien y que es perfecto para visitar un domingo
Descubre este pueblo ideal para realizar una ruta turística de domingo y disfrutar de sus paisajes y su gastronomía

Jadraque, el pueblo más bonito de Guadalajara. | (Jadraque)
Aunque muchas veces pasa desapercibida entre otras provincias más turísticas, Guadalajara ofrece experiencias inolvidables para los amantes del buen comer y las escapadas de fin de semana. Y entre sus joyas más sabrosas se encuentra un pueblo que es uno de los que cuenta con mayor encanto de la zona.
Este municipio alcarreño no solo enamora por su castillo y su arquitectura tradicional, sino también por su oferta culinaria, que ha ganado reconocimiento a nivel nacional. National Geographic ya lo ha señalado como uno de los lugares donde se come francamente bien. Visitarlo un domingo es sinónimo de un festín gastronómico en un entorno rural lleno de encanto.

Jadraque, un pueblo con encanto
Jadraque es un municipio de poco más de 1.000 habitantes situado en el valle del río Henares, que cuenta con el Castillo del Cid, una fortaleza del siglo XV, que domina el paisaje y da la bienvenida a los visitantes. Aunque muchos lo conocen por su valor histórico y por ser punto de partida de rutas senderistas. Lo cierto, es que Jadraque se ha consolidado también como un auténtico destino gastronómico.
Además de su patrimonio, el alma del pueblo está en su mesa. La cocina local tiene como protagonista indiscutible el cabrito asado, una receta que aquí alcanza niveles de excelencia difíciles de igualar. Y es que, en Jadraque cada asador del pueblo compite por ofrecer el mejor sabor, siempre respetando los tiempos y técnicas tradicionales.
Los mejores restaurantes de Jadraque
Si algo hace especial a Jadraque es su concentración de restaurantes de altísima calidad para un pueblo de su tamaño. Aquí se puede disfrutar desde asadores clásicos hasta propuestas más innovadoras, aunque siempre con raíces en la cocina de la tierra. Uno de los más emblemáticos es El Castillo, un restaurante familiar que se ha ganado fama gracias a su cabrito asado al horno de leña.
Mesón El Mirador, cuenta con una buena relación calidad-precio. Este restaurante sirve platos típicos y menú del día. Por su parte, el Bar Restaurante El Peñón es más informal. Se trata del típico bar de pueblo con raciones y tapas. Mientras que, la Cafetería Jadraque es ideal para comidas ligeras, desayunos o un tapeo rápido.
Otros pueblos de Guadalajara
Aunque Jadraque brilla con luz propia, Guadalajara está salpicada de pueblos donde también se puede disfrutar de una excelente gastronomía. Entre ellos, destaca Sigüenza, una localidad con gran riqueza patrimonial y una interesante oferta de restaurantes donde el cordero asado y las carnes de caza son protagonistas. Lugares como El Doncel, con una estrella Michelin, o Nöla, combinan tradición y vanguardia con resultados excepcionales.
Otro rincón muy recomendable es Brihuega, conocido por sus campos de lavanda pero también por su cocina castellana de calidad. Aquí se puede disfrutar de platos como el cochinillo o las judías con perdiz, en restaurantes como La Peña Bermeja o La Alcarria.
También merece una visita Atienza, un pueblo medieval donde las tabernas y mesones aún sirven recetas ancestrales en entornos de piedra que transportan al pasado. Y si lo que se busca es un ambiente rural auténtico con buena comida, Cifuentes y Molina de Aragón son destinos ideales, con guisos tradicionales, embutidos artesanos y repostería típica.
Un plan perfecto para el domingo
Jadraque es, sin duda, uno de esos lugares donde el tiempo parece detenerse, y donde el domingo se convierte en un día especial. Pasear por sus calles empedradas, visitar el Castillo del Cid, tomar un vermú en la plaza y sentarse después a comer en uno de sus asadores es un plan redondo para desconectar de la rutina.
Además, la cercanía con otros pueblos con encanto permite completar la jornada con una ruta por la comarca, haciendo de esta escapada una experiencia completa. Porque comer bien no es solo cuestión de ingredientes: también lo es de ambiente, de historia y de la calidez de un lugar que sabe recibir al visitante como en casa. Y en eso, Jadraque no tiene rival.