Ni Begur, ni Cadaqués: este es el pueblo menos masificado de la Costa Brava con bellas calas
En este municipio encontrarás tranquilidad incluso en verano, algo difícil en otros puntos más populares

El municipio de Palafrugell en la Costa Brava. | Canva
Cuando pensamos en la Costa Brava, nombres como Cadaqués o Begur suelen venir primero a la mente. Pero si lo que buscas es un rincón donde mantener la esencia marinera sin el agobio de las multitudes, Palafrugell es el sitio ideal, que destaca por su autenticidad, su entorno natural y su ambiente tranquilo.
En esete municipio no verás complejos hoteleros, sino casas blancas bañadas por un mar cristalino, senderos entre pinares y calas de ensueño al alcance del kayak o a pie, siguiendo el Camino de Ronda. Aunque Begur o Cadaqués puedan sonar más mediáticos, la gran virtud de Palafrugell es enlazar belleza, tradición y tranquilidad sin esfuerzo.

Palafrugell
Palafrugell se encuentra en la Costa Brava, en la comarca del Baix Empordà, provincia de Girona, Cataluña. Este municipio se extiende desde el interior, en zonas protegidas como Las Gavarres, hasta la costa, donde se despliega un litoral de unos 12 kilómetros repleto de calas y playas.
Los nueve pueblos que forman Palafrugell
El municipio de Palafrugell está formado por varios núcleos de población, tanto costeros como del interior. Entre ellos se encuentran: Palafrugell (núcleo principal) es el centro histórico y cultural; Calella de Palafrugell, un antiguo pueblo pesquero; Llafranc, con un gran paseo marítimo; Tamariu, el menos conocido; Llofriu, el núcleo interior; Santa Margarida, otro pequeño núcleo interior; Ermedàs, cuya población interior es muy reducida; Villaseca, muy rual; y Bruguerol, un pequeño asentamiento también en el interior.
Calas cercanas
Desde Tamariu se puede acceder a varias calas preciosas, algunas accesibles por tierra, otras solo por mar. Destacan:
- Cala Pedrosa: de roca y agua turquesa en plena costa natural.
- Cala Aigua Dolça, Cala Aigua Xelida y Cala Marquesa: en un entorno salvaje y con un agua transparente. Son ideales para nadar y desconectar.
- Más cerca de Llafranc y Calella, otras calas como Canadell, Port-Bo, completan este conjunto de playas recortadas y de gran belleza.
Cocina local del pueblo
Lo más característico son los pescados frescos, los arroces de marisco y las especialidades tradicionales de Palafrugell. En ese sentido, su municipio organiza campañas gastronómicas: como La Garoinada, un festival de otoño-invierno que exalta el erizo de mar. O Es Niu, es una campaña otoñal que celebra los guisos tradicionales en su versión más contemporánea. Además, la cocina incluye productos emblemáticos de la Costa Brava como las gambas de Palamós, el pescado azul de Begur, los arroces del Empordà o hortalizas de la zona.
El mercado semanal en Palafrugell
Cada domingo, el centro de Palafrugell cobra vida gracias a su mercado local. En la Plaça Nova y alrededores, se instalan puestos con productos frescos en los que se venden: verduras, frutas, pan artesanal, pescado, embutidos y productos locales de temporada. Este mercado no solo es un espacio para comprar, sino también para socializar.
El museo del corcho
Palafrugell conserva su legado industrial en el Museo del corcho, ubicado en una antigua fábrica modernista y rodeado de un pequeño bosque de alcornoques. Inaugurado en 1972, forma parte de la red de museos de la Costa Brava y cuenta con exposiciones interactivas.
Lejos del bullicio y la masificación de Cadaqués y Begur, Palafrugell emerge como el refugio costero que mejor combina belleza, autenticidad y calma. Con caminatas por la costa, calas de agua cristalina, una cocina auténtica y frutos del mar, este rincón de la Costa Brava invita a quien busca lo genuino, lo relajado y lo memorable.