Llarena pide a Italia que detenga a Comín y Ponsatí, que acompañan a Puigdemont en Cerdeña

El magistrado del Supremo Pablo Llarena, que instruye la causa contra el expresident de Cataluña Carles Puigdemont, ha pedido al Tribunal de Apelación de Sassari (Italia) que ejecute la euroorden contra los eurodiputados Clara Ponsatí y Antoni Comín que acompañan a Puigdemont en Cerdeña.

Llarena ha dictados sendas providencias en las que da cuenta a las autoridades judiciales italianas de «noticias periodísticas» que recogían que Ponsatí y Comín, huidos de la Justicia desde octubre de 2017 como Puigdemont, habrían viajado a Cerdeña para apoyar al expresident, citado esta mañana ante la corte de Sassari.

Llarena ha efectuado esta comunicación amparándose en la legislación europea sobre la euroorden que recoge que «cuando se conozca el paradero de la persona buscada, la autoridad judicial emisora podrá comunicar directamente a la autoridad judicial de ejecución la orden de detención europea». En la providencia enviada este lunes, Llarena explica, no obstante, que  no tiene «información oficial» del viaje de Ponsatí y Comín a Cerdeña, pero que ha tenido “conocimiento de ello” a través de medios de comunicación.

De esta forma, Llarena da un aviso a las autoridades italianas de que la situación de los dos exconsejeros es «semejante» a la que comunicó el pasado jueves sobre Puigdemont en un oficio enviado al tribunal italiano. En este sentido, según varios medios, la policía italiana habría identificado a los exconsellers Toni Comín y Clara Ponsatí tras su llegada a Cerdeña, por lo que resulta extraño que, mientras a Puigemont se le detuvo en el aeropuerto, a Ponsatí y a Comín solo se les haya identificado.

Carles Puigdemont llegó este lunes al Tribunal de Apelación de Sassari para participar en la vista que estudiará si se dan las razones para su entrega a España, después de que fuera detenido el 23 de septiembre y puesto en libertad un día después. Poco antes de las 11:00, llegaba a la sede de la corte de apelaciones de Sassari, entre aplausos de varias decenas de militantes independentistas catalanes que gritaban «¡Libertad, libertad!». De esta forma, las autoridades judiciales italianas deberán determinar ahora si la decisión de la corte de dejarle en libertad, con plena facultad de movimientos, es definitiva.