THE OBJECTIVE
El archivo del buitre

¿De tertuliano de televisión a alcalde? Sí, se puede

Las cadenas de radio y televisión han sido el trampolín usado por quienes intentaban hacerse un hueco en elecciones municipales, autonómicas o europeas

Una de las características de la campaña electoral de estas elecciones municipales ha sido la feroz lucha de Podemos por colarse en titulares de digitales con sus ocurrencias, incluyendo el intento de dar la máxima difusión a su Canal Red. La obsesión por meter en la ecuación de todos los males de la patria a figuras de los medios como Pablo Motos o Ana Rosa Quintana, aunque fuera con calzador, que lo mismo eran culpables del auge del fascismo en España que de los abucheos a Vinicius, hacía dudar si era Canal Red el que hacía campaña a favor de Podemos o Podemos el que hacía campaña para Canal Red en su intento de repetir el formato de Duro de Domar678 de Argentina, La Hojilla de Venezuela y demás programas anti-medios, centrados en decir que todos los males de sus respectivos países son fruto de conspiraciones mediáticas contra las que deben defenderse las izquierdas latinoamericanas, el modelo de televisión en que el exvicepresidente se inspira.

Uno de los primeros casos claros de uso de medios de comunicación para hacer carrera política se vio en las elecciones municipales de 1991. En aquel momento, en el Ayuntamiento de Alicante, irrumpió el director de un programa de radio pirata, Diego Zapata, que convirtió su programa local, Radio Costa Benacantil, en un altavoz para presentar su propio partido político, Solidaridad Civil con Alicante. Se había visto a emisoras de radio que jugaban a usar su influencia en periodos electorales, como Justo Molinero con su Radio TeleTaxi en Cataluña, pero la idea de Radio Costa Benacantil de Alicante era presentar a la estrella del programa como candidato a la alcaldía. Diego Zapata, con un discurso populista y regeneracionista de izquierdas, logró su acta de concejal y, durante cuatro años, estar presente en el Ayuntamiento de Alicante. Eso sí, su proyecto político se deshizo como un azucarillo, pero el éxito de 1991 no se lo quita nadie.

Álvaro Baeza era uno de los colaboradores habituales de Pepe Navarro en Esta Noche Cruzamos el Mississippi de Telecinco, donde se encargaba de hablar de los asuntos truculentos vinculados al terrorismo, los servicios secretos o las mafias. De ahí saltó a un programa de televisión local en Burgos en la cadena Canal 54 de Juan Antonio Gallego. En las elecciones de 1999 aquel Canal 54 decidió concurrir a las elecciones municipales en Burgos al frente de una candidatura denominada Acción Popular Burgalesa Independiente (APBI). Aquella candidatura, con Álvaro Baeza de candidato, fue todo un éxito, dado que aquella formación logró tres concejales, que fueron los suficientes para sacar del poder de Burgos al PP y entregarle el mando al PSOE. Pero, como pasó con Radio Costa Benacantil, el partido del Canal 54 tampoco pasó de una legislatura, fruto de diferencias internas y condenas judiciales. En los siguientes comicios, y ya sin Baeza, la APBI intentaba renovar sus ediles, pero sus antiguos electores le daban la espalda.  

En las elecciones municipales de 2015 otro programa de televisión local, en este caso de Benidorm, convertía a su presentador estrella Leopoldo Bernabéu, conductor de la tertulia política de la cadena Noticias TeVes Benidorm, de la que era propietario, en candidato a la alcaldía del partido político local Ciudadanos por Benidorm (CBM). Aquel doble juego no le salió gratis, su canal hizo campaña incluso durante la jornada de reflexión, lo que le valdría una multa por delito electoral, pero la labor mediática le sirvió para lograr 3.062 votos y, por tanto, irrumpir con tres concejales en el ayuntamiento durante toda una legislatura. La dicha no le duró demasiado: una detención por escándalos personales y jaleos internos causaron decepción en la mayoría de sus electores y, cuatro años después, al volver a presentarse se quedaba en poco más de 300 votos y veía como perdía toda su representación, se repetía el fenómeno del partido azucarillo. 

Mucho mejor parecen haberle ido las cosas al presentador del canal Aura TV en Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. Él, con su partido local, Democracia Orensana, bien promocionado por su canal de TV anti-Baltar (el cacique local del PP en dicha zona), con sus formas populistas, y la forma de llevar su televisión, llegó a ser acusado de emitir partidos por vía pirata, logró colarse con dos concejales en 2011 en el ayuntamiento de Ourense. Pero, al contrario que todos los anteriores, él sí logró repetir y ascendiendo a segunda fuerza en 2015 y, en 2019, tocar techo al lograr que la batalla iniciada desde la televisión le llevara a la presidencia del consistorio, haciéndose con la alcaldía, aunque fuera a costa de convertirse en socio del antiguo enemigo, Manuel Baltar. En esta campaña las cosas no las tiene demasiado fácil, y la difusión de sus audios sobre dinero negro no le ayudarán, pero ya ocupa un lugar en la historia de usar la tele como trampolín mediático.

Pablo Iglesias dio el aldabonazo al pasar de ser el tertuliano favorito de todas las cadenas en 2013, al líder político más deseado en el año 2014. Hubo muchos dirigentes políticos, como Alfonso Guerra, que afearon a las grandes cadenas de televisión que se volcaran con aquel nuevo político como no lo habían hecho con ningún político antes. Hoy ya Pablo Iglesias no busca ocupar hueco en tertulia alguna, sino desacreditarlas. El antiguo niño bonito de Mediaset y Atresmedia hoy las demoniza a diario para intentar que sus consumidores dejen de visionar aquellas cadenas para pasar a consumir la suya. Quedando la duda de si ya el objetivo ha dejado de ser hacer ruido en la tele para incrementar una presencia política, a ser hacer el ruido desde una desgastada opción política con el objetivo de promocionar una esperanzadora carrera mediática. 

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