Miguel Ángel Quintana Paz y Lucía Etxebarría se unen contra la cultura de la cancelación
ISSEP ha acogido un coloquio protagonizado por tres personalidades que han vivido de primera mano la censura
Imagen de la entrevista a Miguel Ángel Quintana Paz en 'Vidas Cruzadas' de TO. | Víctor Ubiña
El centro de estudios de ISSEP ha acogido este jueves en Madrid el coloquio ‘Tiempos de Cancelación’. Presentado por el periodista Álvaro Zancajo, el encuentro ha contado con la intervención de la filóloga y escritora Lucía Etxebarría y por el director académico de ISSEP y colaborador de THE OBJECTIVE Miguel Ángel Quintana Paz. Los tres, que por su trabajo y opiniones han sido víctimas de la cultura de la cancelación, han analizado los diferentes motivos que llevan a realizar esta práctica en nuestro país.
«Decidimos qué personas son víctimas, quiénes son culpables, y encima vamos a castigar a esos culpables porque ‘se lo merecen’», ha explicado Quintana Paz acerca del procedimiento de la denominada cultura de la cancelación. Él, que ha vivido durante mucho tiempo en el extranjero, ha asegurado que en España se da una «versión light (suave, en inglés)» de esta práctica «porque solo nos reunimos con personas que opinan igual que nosotros», y «en países protestantes, como Estados Unidos, se procede a una versión mucho más hard (fuerte, en inglés)».
Para el colaborador de este diario, «el poder de las minorías es determinante para derrocar esta práctica» gracias a la eficacia que tienen las mismas «de cambiar las cosas», y lo ha argumentado así con un ejemplo: «Si en una votación, el 0,001% vota en contra del 99% restante, tiene muchísimo valor, porque el déspota poderoso se pregunta, ¿y por qué este no?, asustando de esta manera al poder político tiránico».
El caso de Zancajo se remonta hace cinco años cuando era director de documentales de RTVE y fue ‘cancelado’ por la propia corporación. El periodista ha contado que cuando elaboró en 2019 el documental sobre Arturo Fernández y cómo el icónico actor español se acabó convirtiendo en una víctima de esta cultura, bajo el primer mandato de Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo, fue cesado en aquel momento «por ser fascista» en su labor como directivo.
«No van a cancelar al tío blanco hetero, sino a cualquier voz disidente que rompa esquemas», ha comentado Etxebarria, que ha rememorado el momento en el que fue ‘cancelada’ y los problemas que le acarrearon: «Perdí mi trabajo, me hundió la vida, perdí también amigos, puse en peligro a mi hija y enfermé», ha lamentado la escritora. Muy crítica con los medios de comunicación, ella ha opinado que el objetivo de esta práctica «es lanzar mantra, mantra y mantra, y que se mueva por la prensa y las redes sociales» y que «al dividir la cultura en dos, izquierdas o derechas, la destrozas y la conviertes en una cultura del guerracivilismo».
Caso Nacho Cano
Uno de los temas que han abordado los tres ponentes ha sido el caso de la detención de Nacho Cano por presunta contratación de inmigrantes en situación irregular para su espectáculo ‘Malinche’. Zancajo ha comenzado criticando la actuación policial dirigida «con fines políticos por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska». A su parecer, eso ha provocado que se haya creado «una campaña de difamación y calumnia» contra el artista por «no estar en la misma sintonía de los que mandan», haciendo alusión al Gobierno de España.
Una idea que ha compartido Quintana Paz, quien ha asegurado que al ver las imágenes y declaraciones del miércoles se le «puso la piel de gallina», y ha reprochado los interrogatorios de la Policía que, según él, «han coaccionado a las becarias a montar un relato que no ha sido así». El filósofo ha llegado a la conclusión de que a Cano le ha tocado vivir esta situación «por ser una persona muy mediática» y ello «refleja a la perfección el esquema de la cancelación».
Sin embargo, Etxebarría no ha querido afear la actuación policial al pensar que únicamente «estaban haciendo su trabajo». Pero sí ha achacado la vulneración del principio de presunción de inocencia que se ha llevado a cabo con el artista y lo ha atribuido directamente a la labor de los medios de comunicación durante estos días que han alcanzado con sus publicaciones un «nivel de manipulación tremendo», según la escritora.
