Oughourlian busca alianzas para blindarse en Prisa ante el asalto de los 'amigos' de Sánchez
Santander, los Polanco, Carlos Slim, el jeque Al Thani o Roberto Alcántara podrían decantar la balanza
Joseph Oughourlian, presidente no ejecutivo de Prisa en la Junta de Accionistas de 2023. | Agencias
El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, ha comenzado la búsqueda de aliados que le permitan mantener el control del grupo ante la arremetida de inversores cercanos al Gobierno, liderados por Global Alconaba y Andrés Varela Entrecanales, según ha podido saber THE OBJECTIVE. El empresario armenio-francés ha mantenido roces y ha desoído las peticiones Moncloa en los últimos meses, lo que le deja en una mala posición para seguir al frente de editor de El País y Cadena Ser y buscar soluciones financieras que reduzcan la deuda de la compañía.
Las alarmas del presidente de Prisa saltaron tras la irrupción pública hace un mes de dos nuevos accionistas: Adolfo Utor y Diego Prieto, dos empresarios españoles con liquidez que tienen muy buenos contactos con el PSOE de Valencia y de Andalucía, respectivamente. En el sector nadie duda de que vienen de la mano del Gobierno para reforzar el núcleo español de inversores del editor de El País, con el objetivo definitivo de asaltar la compañía y arrebatar el control a Oughourlian cuando tengan la fuerza suficiente para hacerlo.
Este diario ya contó que los dos empresarios barajan unir sus fuerzas -con el 5,4% de Utor y el 3% de Prieto- para pedir un sillón en el consejo de administración del editor, con lo que se sumarían al propio Andrés Varela Entrecanales, que con su 7% comprado a Telefónica accedió al organismo en septiembre de 2022. Si se suman todas las participaciones de este grupo, superan ya el 16% frente al 29% que en solitario tiene Amber Capital, la sociedad que agrupa las participaciones de Oughourlian.
Conexión con Contreras
El grupo tiene línea directa con Moncloa gracias a su conexión con José Miguel Contreras, quien -dicen las fuentes consultadas- es uno de los cerebros de todos estos movimientos. Como asesor de cabecera en temas mediáticos de Pedro Sánchez, el fundador de Globomedia asumió la dirección de contenidos de Prisa tras el fallecimiento de Miguel Barroso, hasta entonces el garante del control del Ejecutivo en el consejo en los medios de la editora.
Pero casi medio año después el balance no es positivo ya que, pese a que se mantiene la línea ideológica de apoyo a Sánchez, se ha perdido totalmente el control del consejo de administración. Contreras, Entrecanales y Moncloa quieren recuperar este peso, mientras que Oughourlian resiste con una composición de este organismo hecho a su medida. Un control que se reforzó tras la designación de Sylvia Bigio -fiel al presidente- en sustitución de Miguel Barroso.
Estamos por tanto ante un escenario hostil en el que cualquier alianza podría inclinar la balanza. El presidente de Prisa lo sabe porque lo ha vivido en primera persona, primero uniéndose al Santander para expulsar a Juan Luis Cebrián de la compañía a finales de 2017; y luego uniéndose con Telefónica y el Gobierno de Pedro Sánchez a finales de 2020, para tomar el control definitivo y apartar al representante del banco cántabro; Javier Monzón.
Santander y los Polanco
En este contexto, Oughourlian está abierto a todas las alianzas. Todo parece indicar que tiene el apoyo de Vivendi, con el casi 12% del capital, con la que planificó una sucesión ordenada de su porcentaje accionarial. Sin embargo, Moncloa frenó esta operación al considerar inadmisible que una compañía conservadora y cercana a la derecha más extrema de Francia controlase el grupo de medios más importante de España y además el que ha resultado más fiel durante todo el mandato de Pedro Sánchez.
Con Vivendi asegurando su apoyo, el objetivo ahora es conseguir acercamientos con los «rebeldes» de Prisa, accionistas que quedaron desterrados de la toma de decisiones a finales de 2020, entre los que además del Banco Santander (con un 4,2% del capital), se encuentran los herederos de Jesús de Polanco (con un 7,6% del capital), Carlos Slim (7%) el jeque Al Thani (4,9%) o Roberto Alcántara (4,8%).
El grupo intentó mover ficha ante la posibilidad de que Sánchez abandonase La Moncloa en las elecciones del año pasado, pero en la actualidad está fragmentado y no responde a una voz común. El temor de Oughourlian es que Varela y los amigos de Sánchez consigan peso entre estos accionistas, por lo que quiere adelantarse ofreciendo algún tipo de pacto que le garantice el control de la compañía en el medio plazo.
Consejo de Prisa
El actual presidente de Prisa sabe que si no tiene el apoyo explícito de Moncloa, ni logra establecer más alianzas, lo tendrá difícil para mantenerse al mando. Hace un mes -y a propósito de la Junta de Accionistas- envió varios mensajes a los cercanos del Gobierno a través de una entrevista en El País en el que dejó claro que él era el que mandaba en la compañía y que las decisiones empresariales no las tomaría el entorno político de presidencia.
De momento, parece tener el consejo de administración bajo control, incluso si los fieles a Moncloa consiguen otro sillón. Los consejeros dominicales son Sylvia Bigio y Oughourlian (Amber Capital), Carmen Fernández de Alarcón (Vivendi), Varela (Global Alconaba) y Manuel Polanco (Rucandio) a los que se suman los independientes Béatrice de Clermont, Margarita Garijo, María José Marín, Teresa Quirós, Isabel Sánchez y Javier Santiso.
Pero la diferencia la marcan los tres consejeros ejecutivos, que están al servicio del presidente: Pilar Gil (directora financiera), Francisco Cuadrado (presidente de Santillana) y Carlos Núñez (CEO de Prisa Media). Se suma al núcleo duro de Oughourlian, Fernando Carrillo, un hombre de confianza de Amber que figura como independiente y que además es vicepresidente.
