La plantilla de EFE estalla por su politización: «Ocho personas fueron al Congreso del PSOE»
También critican las pocas soluciones para resolver los problemas económicos y los fallos en la publicación de noticias
La plantilla de la Agencia EFE está al límite por lo que consideran una mala gestión económica y periodística del nuevo presidente Miguel Ángel Oliver, pero sobre todo por la «politización» en la que ha entrado la empresa pública desde la llegada del ex secretario de Estado de Comunicación hace exactamente un año. Fuentes sindicales con las que ha hablado THE OBJECTIVE indican que el clima se ha vuelto irrespirable y que la sensación que hay en el interior de la redacción es que las informaciones solo tienen que favorecer al Gobierno y al PSOE.
Para ello dan un ejemplo muy claro: al último Congreso del Partido Socialista de Sevilla acudieron ocho profesionales de la agencia: cinco redactores de Madrid liderados por el director de Información, Leonardo Lamor, dos periodistas de la delegación de Sevilla; y al menos un miembro del equipo audiovisual. Un despliegue poco usual y que no suele producirse en ninguna circunstancia, pero que responde -según las fuentes consultadas- a la orden de la presidencia ejecutiva de Oliver de dar máximo protagonismo a la reunión que consolidó a Pedro Sánchez como líder absoluto del PSOE.
«Hemos perdido totalmente la credibilidad», dice un redactor con dos décadas de antigüedad en la Agencia EFE, y agrega que las presiones para favorecer al PSOE y al Gobierno van en aumento. «Cuando nos llega un tema de Aldama casi no se puede sacar, porque hay que evitar a toda cosa que salpique al presidente», agrega otro periodista también con larga experiencia en el medio de comunicación. «El nivel informativo ha caído de manera alarmante, al mismo tiempo que nos convertimos en un altavoz del Gobierno», remata otro.
Pérdidas de EFE
Pero los problemas actuales no son solo la politización; quizás es más grave la precariedad e inestabilidad económica de la agencia, denuncian. La compañía perdió 14 millones en 2022, 18 millones en 2023 y probablemente vuelva a dejarse más de diez millones este 2024. Y pese a ello, la cúpula de la compañía no renuncia a sus remuneraciones variables. Este martes Voz Pópuli publicaba que el bonus de 2023 (a cobrar en 2024) se eleva a los 503.000 euros, frente a los 492.000 de un año antes.
Estos bonus que se pagan a 49 directivos se consiguen en un 50% por objetivos -resultado de la empresa presupuestado y objetivos específicos del área o puesto- y en otro 50% por evaluación de desempeño. La clave de estas remuneraciones variables son las metas que se pone el propio equipo directivo, que no necesariamente tienen que ver con ganar dinero, sino simplemente con cumplir, o mejorar, los resultados estimados.
En todo caso, en los sindicatos se considera que es poco elegante que una empresa que ha acumulado pérdidas de más de 100 millones de euros en más de una década siga dando remuneraciones variables a sus directivos. Y es que la situación patrimonial de la Agencia EFE también es crítica: al final de 2022 la compañía cerró con un patrimonio negativo de 24 millones, lo que obligó a la SEPI a adelantar 15,5 millones para ayudar a equilibrar su balance.
Informaciones falsas
La agencia finalmente no tuvo que afrontar causa de disolución porque se acogió a la normativa covid que protege a las empresas que se encontrasen en situación financiera de quiebra permitiéndoles no considerar los resultados de 2020, los que según la empresa fueron los causantes de este desequilibrio. Por otro lado, la Agencia EFE recibió 54 millones de euros de los presupuestos generales del Estado (PGE) de 2023 a través del Servicio de Interés Económico General, lo que cubre el 56% de todos sus gastos y representa el 61% de sus ingresos.
La credibilidad de EFE también se ha visto dañada en las últimas semanas por dos informaciones falsas que se han publicado en el servicio de la agencia: la falsa muerte del escritor Fernando Aramburu y la supuesta colisión de un helicóptero contra la Torre de Cristal de Madrid. Las dos se atribuyeron a fallos de seguridad en el sistema de control de sus publicaciones.
Las fuentes consultadas por este diario atribuyen los fallos exclusivamente a la Dirección de Contenidos Digitales, departamento que está en búsqueda constante de «nuevos perfiles» que «no hacen más que errar», dicen las fuentes sindicales consultadas. «Oliver dice que quiere cambiar la forma de hacer periodismo y lo único que ha hecho es empeorar nuestras informaciones y nuestra forma de trabajar», concluyen.