Los trabajadores de Prisa cargan contra su empresa por la indemnización del ex CEO
Los empleados denuncian el reparto injusto de recursos e incoherencias en los argumentos de la empresa

El exCEO de Prisa, Carlos Núñez. | Europa Press
Los trabajadores de Prisa han anunciado a través de un comunicado su descontento con la política de remuneración de los altos cargos en la empresa. Denuncian la «abismal diferencia» salarial y señalan que, mientras la mayoría de empleados cobran poco más del salario mínimo, la cúpula directiva se embolsa millones de euros anuales. El ejemplo más reciente de esta desigualdad es la indemnización que la compañía ha abonado al anterior CEO, Carlos Núñez, de unos dos millones de euros.
«Este reparto de recursos evidencia, una vez más, el menosprecio y la desconsideración hacia quienes realmente sostenemos este grupo con nuestro esfuerzo», señalan al inicio del comunicado. Los denunciantes califican de «vergüenza y enfado» saber que su indemnización por despido, no por dimisión, alcanza esa abismal cifra. Pero este no es el único ejemplo que mencionan, ya que, además del pago millonario, el empresario recibió casi 15.000 euros en concepto de liquidación de pagas extras y vacaciones no devengadas y no disfrutadas.
La indemnización, según expresa el sindicato, no es coherente con la situación financiera de Prisa, que cuenta con una deuda de más de 780 millones de euros. Además, deja en evidencia los argumentos utilizados por la propia empresa en respuesta a las peticiones de subida de salario de empleados mal pagados, en los que apelaban a la imposibilidad de avances salariales por la deuda de la compañía. Ese argumento no parece aplicarse a los altos cargos del Grupo, como se puede comprobar consultando sus sueldos y el crecimiento de los mismos en los últimos años.
Los firmantes exigen transparencia a la hora de gestionar recursos de la empresa y que las decisiones económicas no beneficien únicamente a una parte muy minoritaria del personal, siendo las condiciones del resto de trabajadores «muy precarias». El sindicato y los empleados denuncian la dificultad de encontrar algún comportamiento ético en la dirección de la compañía, la cual está más empeñada en «subirse salarios, cobrar bonus, garantizarse jugosas indemnizaciones y gratificaciones» que en mejorar las denunciables condiciones del resto de trabajadores, es decir, de la mayoría.
«Basta de privilegios para unos pocos a costa de la precariedad de la mayoría», reza el final del escrito. Los afectados por esta discriminación económica se comprometen a seguir organizándose y denunciando las injusticias de Prisa hasta que se les reconozca su importante labor en la compañía, ya que son «el motor» de la misma.