La vía catalana de TVE mantiene (muy) vivo el matrimonio de Junts con el Gobierno
Las productoras cercanas al independentismo y al nacionalismo hacen su agosto con la RTVE de José Pablo López

José Pablo López, presidente de RTVE, junto a Miquel Calçada, consejero de Junts en la corporación e ideólogo de La 2 Cat | Ilustración de Alejandra Svriz
Pedro Sánchez concedió este martes sus primeras dos entrevistas desde su agridulce incursión en el Telediario de Pepa Bueno en TVE en pasado 1 de septiembre. Y lo hizo con un despliegue sin precedentes en medios de comunicación en Cataluña: El Món a RAC1, la emisora del grupo Godó —uno de los más fieles al actual ejecutivo— y Cafè d’idees de Gemma Nierga en La 2 Cat, la reconvertida segunda cadena de TVE que desde el 13 de octubre emite casi íntegramente en catalán y con parrilla propia. Todo gracias a una nueva ofensiva mediática y legislativa ideada en Moncloa para recuperar la confianza (y los siete votos) de Junts en el Congreso, con la promesa de que —ahora sí— aprobará unas medidas comprometidas en la investidura de 2023. A estas alturas, cualquier esfuerzo es poco para mantener la iniciativa parlamentaria.
Un despliegue mediático que es la metáfora perfecta de la relación entre Sánchez, Junts, los medios de comunicación catalanes, los empresarios de productoras cercanas al nacionalismo y al independentismo… y TVE. RAC1 es una emisora de un grupo que —tras la pérdida del control de Prisa— se ha mostrado más cercana al Gobierno y al PSC de Salvador Illa. Un socio perfecto que -de la mano de la cadena más escuchada en Cataluña y del diario más leído (La Vanguardia)- asegura fidelidad y difusión. Godó también ha sido muy cercano a la convergencia de Jordi Pujol, lo que le convierte en un interlocutor válido de Junts. Por otro lado, el programa de Gemma Nierga en La 2 es producido por Globomedia, productora integrada en Mediapro, la que llegó a ser una de las mayores empresas de la región y la mayor productora de España. Fundada por Jaume Roures, ahora fuera de la compañía, nunca ocultó su cercanía al independentismo.
Una simbiosis que deja claro que el actual Gobierno y el partido de Carles Puigdemont nunca han estado ni estarán divorciados y que la relación en Cataluña y el resto de España va para largo. Y que está por encima de las declaraciones altisonantes del partido heredero de CiU y de las amenazas de ruptura y de bloqueo parlamentario. Por mucho que Míriam Nogueras diga que la legislatura está acabada, y que Junts haya vuelto a recordar este martes que no se cree las promesas de Sánchez, la «vía catalana de TVE» es el mejor pegamento que mantiene unidos a dos socios con diferencias, pero que al calor de los contratos con la corporación de televisión pública hacen la vista gorda. El matrimonio por conveniencia entre el Ejecutivo y sus socios más díscolos está condenado a entenderse para preservar esta alianza televisiva a la que cada vez se suman más integrantes y que rentabilizan muy bien los empresarios locales.
Miquel Calçada y Cataluña
La estrategia es muy simple. Junts apoyó el decreto para poner en marcha la nueva RTVE autocrática de José Pablo López y a cambio la corporación puso en marcha La2 Cat. A partir de ahí, fidelidad absoluta de su vocal, Miquel Calçada, a las pocas decisiones que somete a votación la cadena pública. El Gobierno no quiere que se repitan los conflictos que hace un año dinamitaron el consejo de administración, por lo que tiene muy bien atados los apoyos, y en el caso de los díscolos de Puigdemont, a través de la promesa de muchos contratos para el tejido empresarial audiovisual catalán. Para ello, la elección de Calçada no fue nada casual. Propuesto por los exconvergentes, es uno de los históricos de la televisión catalana, con más de 500 formatos a sus espaldas. Desde 1990 a 2015, gestionó la productora audiovisual Sargantana Voladora, que él mismo había fundado.
«Conoce como nadie el mundo audiovisual catalán, para lo bueno y para lo malo», dice una fuente de la industria televisiva. Y agrega que Calçada está conectado directa o indirectamente con casi todas las productoras de la autonomía. Quienes siguen de cerca la nueva TVE catalana indican que este proyecto le ha dado una segunda juventud al consejero de la pública. Todo el sector coincide en que la puesta en marcha de La 2 Cat fue solo el comienzo. Los cimientos de «una nueva TV3» lo suficientemente engrasada y que sea muy difícil desmontar si el PP llega al Gobierno: un escaparate donde colocar programas en medio de una clara saturación de productoras locales en la agotada (y endeudada) Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA).
La 2 Cat nacía con un nada despreciable presupuesto de once millones de euros y bajo la excusa de fomentar la lengua catalana, pero en menos de dos meses se ha convertido en un caladero para productoras locales, cercanas o no al independentismo. Entre otros formatos que han fichado por la pública se cuentan el espacio L’any que vas neixer, realizado por Minoría Absoluta, la productora del comunicador soberanista Toni Soler; Pla seqüència, de NSN Media Productions, presentado por Jordi Basté, director y presentador de El món a Rac 1; Fes-me viral, de Incís Flims, cercana a Guillem Carol, empresario independentista; unos documentales sobre el franquismo a cargo de Vicent Sanchís, exdirector de TV3 y vicepresidente de Òmnium Cultural; I tu que faries, de Fem Produccions, presidida por el presentador del programa Que no surt d’aquí, de Catalunya Ràdio, Roger Carandell; que además es miembro del consejo de administración de la empresa que edita el digital independentista El Nacional.cat.
Salto a TVE nacional
«Y vendrán más programas, muchos más» dice un directivo cercano a TVE, que además advierte de la proximidad que este canal ha generado entre ERC y Junts, dos partidos que en el parlamento catalán y español no parecen demasiado cercanos, pero que La 2 Cat ha convertido en grandes aliados. A cargo de engrasar la alianza se encuentra el consejero de TVE, Sergi Sol, periodista que fue hasta hace muy poco uno de los colaboradores más estrechos de Oriol Junqueras. Su presencia como altavoz del independentismo de izquierdas era habitual hasta la fecha, pero tanto él como el resto de los vocales de la corporación pública han tenido que dejar sus trabajos a razón de 105.000 euros anuales. Pese a ello, las fuentes consultadas indican que Sol y Calçada siguen muy activos en su relación con las productoras audiovisuales catalanas.
Un buen ejemplo es la reciente contratación de El juicio, una producción de RTVE en colaboración con la productora Abacus, una actualización del mítico Tribunal Popular producido por la pública a finales de la década de los ochenta. Abacus es propiedad de Oriol Soler, independentista confeso que fue investigado como uno de los cerebros del procès y por presuntas vinculaciones con Tsunami Democrátic. Está además muy vinculado a la ERC de Junqueras y su productora es uno de sus mayores proveedores de TVE, con 13 millones de euros en contratos en los últimos cuatro años a través de la televisión y radio pública catalanas. Ahora recibirá 2,7 millones de TVE por el espacio presentado por el comunicador de la Ser José Luis Sastre, y que tendrá encaje en el prime time de La 1.
El juicio es además el mejor ejemplo de la próxima frontera: colocar los programas de productoras catalanas en los canales de TVE a nivel nacional, La 1, La 2 o sus plataformas digitales. Escaparates donde se paga más y mejor y donde los programas tienen mayor visibilidad y generan más rentabilidad a sus creadores al estar en la primera línea. Si a esto le sumamos las crecientes audiencias de la cadena pública, las ventajas para una productora catalana se multiplican. El mandato del Gobierno a José Pablo López es que dé prioridad a la contratación de estas productoras y que se facilite su salto a la arena nacional. Para ello, TVE ya está sondeando el mercado, reuniéndose con el sector y viendo las posibilidades de seguir colaborando. Una ecuación en la que Junts y ERC seguirán siendo el enlace que garantiza los equilibrios y que —al final del camino— evita que los puentes con el Gobierno se dinamiten. Porque, en definitiva, a este matrimonio siempre les quedará la cadena pública de televisión estatal.
