RTVE retira el último programa de 'Masterchef', criticado por el trato a un concursante
La corporación pública lamenta la emisión de «un contenido que no debió suceder»
Los presentadores de 'Masterchef'.
RTVE ha retirado de su plataforma digital y de sus redes el último programa de Masterchef tras las numerosas críticas, entre ellas la de ministra de Sanidad, Mónica García, sobre la forma en la que el presentador Jordi Cruz trató a una concursante que abandonó la competición por no sentirse bien mentalmente.
En su cuenta la red X, la corporación pública lamenta la emisión de «un contenido que no debió suceder» y anuncia que va a hacer más estrictos sus controles internos para que esta situación no se vuelva a repetir.
«Lamentamos la emisión de un contenido que no debió suceder. La dirección ha reforzado los controles internos para evitar episodios similares. RTVE reitera su compromiso con la salud mental», señala el mensaje de la corporación.
Tamara, la concursante que dejó el programa, justificó su decisión en que no se veía preparada para estar en la final: «Me siento muy frustrada y no me apetece seguir en la misma la dinámica en la que no estoy bien. Perdonadme, pero es más importante estar bien yo que decepcionaros a vosotros».
Jordi Cruz le replicó antes de pedirle el delantal y mostrarle la puerta para que se marchara: «Yo no te haría ninguna pregunta, solo te diría ‘muy bien, ciao’. Le has quitado la oportunidad a gente».
La ministra de Sanidad aseguró en su queja al comportamiento de Cruz que primar el bienestar emocional es un acto valiente y que no debe ser interpretado como «egoísmo». «No queremos una sociedad dopada con cafeína y ansiolíticos», reconvino García.
Por el trato, no. Por el maltrato.
Lo que resulta bochornoso e inaceptable es la totalitaria injerencia política hasta en un programa de entretenimiento. Toda una muestra del asfixiante clima dictatorial y censor que padecemos.
Parece que se quiere imponer desde el poder una muy discutible tolerancia y hasta apología de la irresponsabilidad y la debilidad. Cualquier informalidad y deserción se justifica ahora con un “es que me sentía mal”. Y no se le puede decir nada aunque te haya dejado tirado, pobritín, no sea que se eche a llorar. Nos quieren infantilizados, frágiles e incapacitados como la mayoría de los votantes de la izquierda.
Que cada uno piense lo que quiera y si un programa no te gusta, cambia de canal, pero curatelas por parte de memas empoderadas ni hablar.