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La destituida Elena Sánchez pone en jaque los planes de Moncloa para RTVE

La expresidenta de la cadena pública no ha votado a favor del Gobierno en las dos últimas reuniones del consejo

La destituida Elena Sánchez pone en jaque los planes de Moncloa para RTVE

Elena Sánchez, en una de sus últimas comparencias en la comisión de control de RTVE en el Congreso. | Agencias.

Elena Sánchez, destituida como presidenta interina de Radio Televisión Española (RTVE) hace una semana, está camino de convertirse en la peor pesadilla para los intereses de Moncloa en la cadena pública. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que en el interior del Gobierno –y de sus asesores mediáticos– existe gran preocupación porque creen que la directiva (designada por el PSOE) se dedicará a bloquear todos los movimientos que se intenten impulsar en los próximos meses coincidiendo con el trimestre electoral.

Elena Sánchez (que no se plantea renunciar a su puesto de consejera) envió el primer aviso este jueves cuando se ausentó del consejo de administración donde se iba a votar la contratación del programa de David Broncano. La expresidenta había transmitido a sus cercanos que iría a la reunión, pero minutos antes alegó motivos médicos para no asistir y no delegó su voto en ningún sentido. Una situación que hizo que no se tuviesen los apoyos suficientes y su sucesora, Concepción Cascajosa, prefirió suspender la reunión hasta nuevo aviso.

«El consejo de administración de la CRTVE ha aplazado la decisión sobre la contratación de los proyectos audiovisuales que figuraban en el orden del día, junto a otros asuntos. La reunión se ha suspendido por decisión de la presidenta interina provisional, Concepción Cascajosa, quien apeló a la inseguridad jurídica en el procedimiento de la toma de decisiones pendientes. La reunión se reanudará próximamente», dijo RTVE en un escueto comunicado público.

El programa de Broncano

Para Moncloa y para sus asesores mediáticos, liderados por José Miguel Contreras, el problema no es que no se apruebe el programa de Broncano, sino que se ha demostrado que Elena Sánchez no tiene ningún interés en plegarse a sus directrices en RTVE. Una problemática que se agrava si consideramos que los apoyos dentro del consejo de administración son cada vez más escasos y que de cara a una hipotética renovación del organismo, la expresidenta es una de las que tiene asegurado su sillón hasta el año 2027.

Sánchez estuvo enfrentada con el exdirector de Contenidos, José Pablo López, por el estilo que el directivo cercano a José Miguel Contreras quiso imponer en la cadena. La sangre llegó al río con su bloqueo al programa de Broncano, lo que terminó desembocando en la destitución de López y en una segunda votación en la que Moncloa logró los apoyos necesarios para apartar a la presidenta.

Al día siguiente, Sánchez no votó a favor de Cascajosa que solo logró ser designada con los votos de ella misma, Ramón Colom (PSOE), Roberto Baños (PNV), Roberto Lakidain (Podemos) y José Manuel Martín Medem (PCE). Este diario ya ha publicado que Moncloa no se fía de la expresidenta de RTVE, pero tampoco del resto del consejo, donde solo puede contar con la fidelidad de la nueva interina, declarada militante socialista. Se considera que Ramón Colom y el representante del PNV van por libre y los vocales de la izquierda están más preocupados por las disputas entre los partidos que los han nombrado.

Futuro de RTVE

Esta es una coyuntura que es calificada desde todos los sectores como una crisis de gobernabilidad en toda regla que impedirá a Cascajosa sacar adelante hasta el más mínimo acuerdo. Algo que se agrava si es que se asume que Elena Sánchez ya no volverá a votar alineada con el resquebrajado bloque de izquierdas.

En esta línea, el Ejecutivo ahora busca opciones para convencer al PP para afrontar un cambio en los cinco consejeros con mandato caducado, los tres del PP, el del PNV y Ramón Colom, además de cubrir la vacante dejada por José Manuel Pérez Tornero, que era también representante del PSOE. Esto, además, permitiría nombrar en RTVE a un presidente por consenso como Pérez Tornero. No obstante, los grupos políticos ven ahora mismo casi imposible un pacto de estas características, ya que se necesitan dos tercios del Congreso para sacar adelante un pacto de estas características.

La otra opción es activar el nombramiento de un administrador único en RTVE como lo fue Rosa María Mateo en 2018. Esto garantizaría estabilidad a cambio de prescindir del control de un consejo de administración dividido. La dificultad es que también necesitaría un acuerdo parlamentario, aunque solo por mayoría simple (lo que implica que el PSOE necesite exclusivamente al bloque de investidura) y que anteriormente se active el procedimiento para renovar los vocales cuyo mandato ya expiró.

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